Cruzado (Gestha): "Una singularidad para financiar a las CCAA según sus gastos podría ser viable"
El presidente del sindicato de técnicos de Hacienda asegura que reformar la financiación autonómica requiere "poner más dinero encima de la mesa".
13 julio, 2024 02:37Dos reformas definirán el devenir de la España de los próximos años: la reforma fiscal y la de la financiación autonómica. Ambas son complicadas, tanto por su dificultad técnica como por la necesidad de concitar grandes apoyos para abordarlas, pero son igualmente necesarias. Carlos Cruzado, autor junto a José María Mollinedo de Los ricos no pagan IRPF (Capitán Swing, 2024), lo tiene claro.
Los dos técnicos de Hacienda presentaron el libro en marzo y las ventas, señala Cruzado antes de comenzar su entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia, no van mal. Tampoco es un best-seller, la fiscalidad no es el tema favorito entre el gran público, pero ha servido para aportar ideas a un debate que viene de largo, pero que se ha intensificado en los últimos tiempos, al calor de las exigencias de Bruselas, por un lado, y Cataluña, por el otro.
Precisamente, al ser preguntado sobre la posibilidad de que la Generalitat pueda reclamar salirse del régimen común de financiación autonómica, Carlos Cruzado se muestra claro: "Si se abre la posibilidad de que otras comunidades autónomas escapen del régimen común, el sistema haría aguas".
No obstante, el presidente de Gestha asegura que hay que afrontar el "reto" y conseguir un "gran acuerdo" en materia de financiación autonómica. Dejando fuera una eventual salida del régimen general, Cruzado apunta que quizá sea posible mantener una singularidad "en función del gasto de cada comunidad autónoma en cuanto que tenga mayores competencias".
"Pero desde luego lo que es romper el régimen común, de manera que hubiera otro cupo en Cataluña o en cualquier otra comunidad autónoma, sería muy complicado a efectos de mantener la cohesión a nivel de financiación", zanja este técnico de Hacienda.
En cualquier caso, admite que la situación de la financiación autonómica ya es crítica, ya "hace aguas". "Vemos que muchas comunidades están infrafinanciadas y sería necesario ese gran acuerdo para mantener el sistema para hacer que haya una financiación de nuestro Estado de bienestar dadas las competencias de gasto social que tienen las CCAA, de manera que ninguna persona de nuestro Estado tenga un trato distinto".
Sin embargo, Cruzado reconoce las dificultades por la "polarización política y la falta de acuerdo entre partidos". No sólo eso, sino que las propias comunidades pueden recelar de la reforma si creen que su situación empeorará, ya que, al igual que hay autonomías infrafinanciadas, otras están sobre financiadas.
Y es que "afrontar un cambio de modelo requiere que no haya ninguna comunidad autónoma que pierda con respecto a la situación actual, lo que hace necesario poner más dinero sobre la mesa", explica. Añade, además, que precisamente ese mayor desembolso "es quizá una de las rémoras" que ha hecho que el sistema lleve una década caducado.
"Está claro que ninguna comunidad autónoma va a admitir quedar en una situación peor a la que tiene en este momento. Por lo tanto, todas tendrían que mejorar y para eso es necesario recaudar más", sentencia Carlos Cruzado.
Reforma fiscal
Otra gran reforma que España tiene pendiente es la reforma fiscal. Comprometida en el Plan de Recuperación, el Gobierno asegura que ya está completada. Sin embargo, ante la pregunta de qué queda por hacer, el presidente de Gestha responde que "todo".
"En realidad, lo que se han dado han sido unos pasos que pretenden mejorar algo la progresividad del sistema. Un intento para reducir los efectos de esa competencia fiscal a la baja entre comunidades autónomas", explica Carlos Cruzado. Se refiere al Impuesto de Solidaridad a las Grandes Fortunas, en cuya exposición de motivos esboza esa voluntad armonizadora. Sin embargo, es sólo "un pequeño paso". Y es que ve poco coherente bajar impuestos a la vez que se pide más financiación al Estado.
Para el autor de Los ricos no pagan IRPF, "la reforma es urgente, es necesario abordarla y hacer un cambio completo", en tanto que "llevamos muchos años parcheando el sistema". El libro, del que es autor junto a José María Mollinedo, secretario general de Gestha, comienza con la reforma fiscal de finales de los 70, y el posterior establecimiento en España de una democracia tras décadas de una dictadura con un sistema tributario casi decimonónico.
Un sistema en el cual los tipos marginales más elevados del IRPF alcanzaban el 65% y donde todos los tipos de renta se gravaban por igual; nada que ver con el esquema actual. Sin embargo, ya entonces existieron reticencias de quienes más ganaban, de los ricos, que eran reacios a pagar el IRPF. Y, señala Cruzado, "siguen siendo igual de reacios".
Fraude e IRPF
"Los muy ricos españoles siguen en la misma tesis", asegura el presidente de Gestha Recuerda que, recientemente, en el foro de Davos, un par de centenares de multimillonarios plantearon a los gobiernos que les gravaran de acuerdo a su riqueza. En esa lista, señala, casi todos son americanos y hay algún europeo, "pero no hay ningún español".
No es únicamente la nula disposición a abonar los impuestos, si no el uso de técnicas de elusión fiscal para, en la práctica, no pagar lo que les corresponde. Y es que parte de la historia que Cruzado y Mollinedo relatan en Los ricos no pagan IRPF trata de ciertos escándalos fiscales y las sucesivas amnistías.
Al ser preguntado sobre la reacción de la sociedad a los múltiples casos de elusión y evasión fiscal, el presidente de Gestha señala que existe cierta tolerancia. "Es verdad que, a raíz de la crisis financiera, empezó a bajar, pero todavía queda. Hay una tolerancia social y una tolerancia política", asegura.
Para Cruzado, "falta ejemplo por parte de las élites políticas y empresariales respecto de lo que suponen las infracciones tributarias y los delitos fiscales". Y recuerda que Carlos Lesmes, anterior presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo, declaró que la ley está hecha para el roba gallinas. "Que lo diga el presidente del Tribunal Supremo y no se haya modificado es algo que causa ciertas dudas de que haya voluntad política para cambiar esa situación", sentencia.
"Es lo que vemos en el Código Penal, en los delitos económicos y concretamente los delitos contra la Hacienda pública, donde se da mucha facilidad al defraudador para que admita sus delitos y tenga una reducción importante de sus penas, no sólo de prisión, sino también de multas", concluye Cruzado.
Y aunque reconoce que se han tomado algunas medidas para mejorar la lucha contra el fraude, considera que persiste el problema de no dedicar recursos suficientes. En suma, una "falta de voluntad política por parte de los distintos gobiernos para afrontar realmente esa necesidad de cambio".