Año nuevo, estilo nuevo. Tras un 2018 en el que de la mano de su nuevo presidente, Jerome Powell, la Reserva Federal (Fed) jugó al ataque y se atrevió a subir los tipos de interés cuatro veces, el banco central de EEUU concluirá este miércoles su primera reunión de política monetaria de 2019 con la intención de transmitir al mercado que este año está dispuesta a jugar a la contra, es decir, a 'esperar y ver'.
Este cambio de estrategia, sugerido ya por el propio Powell a comienzos de enero, responde a una premisa básica: la incertidumbre sobre el alcance de la desaceleración de la economía mundial y el impacto que puede provocar en EEUU. Ante lo que pueda ocurrir, la Fed preferirá ir 'detrás de la curva', esto es, a esperar lo que vayan diciendo las estadísticas y reaccionar en función de los datos que se vayan conociendo.
Por ahora, lo que hará será mantener los tipos en el 2,25-2,5%. Como esta decisión se da por descontada, el mercado se centrará en todas las pistas que la Fed pueda ofrecer sobre sus intenciones futuras. Para ello, contará con una novedad: la rueda de prensa que Powell ofrecerá al término de la reunión. Hasta 2018, el presidente de la Fed solo comparecía ante los medios cuatro veces al año, en las reuniones de marzo, junio, septiembre y diciembre; desde 2019 lo hará después de cada una de las ocho reuniones que la entidad celebrará.
El mercado espera que Powell descarte un aumento de los intereses en marzo, una cita en la que Fed actualizará sus previsiones económicas y sobre los tipos. En diciembre, la institución rebajó de tres a dos los incrementos de los intereses previstos para este año. Las expectativas del mercado, sin embargo, solo contemplan una... o ninguna.
"La Fed claramente quiere hacer una pausa en el ajuste monetario y no aumentar los tipos en marzo, pero no está claro si esto es solo temporal o el anuncio del fin de las subidas de los tipos", apunta Franck Dixmier, director global de renta fija de Allianz Global Investors. "La Reserva Federal probablemente mantendrá los tipos inalterados en marzo, interrumpiendo así su patrón de subidas trimestrales de los tipos de interés", Tiffany Wilding, economista especializada en EEUU de PIMCO.
¿Y EL BALANCE?
Pero la Fed no solo ha venido endureciendo su política monetaria con las subidas de los tipos. En paralelo, y desde el último trimestre de 2017, ha ido reduciendo su balance, engordado con las compras de activos hasta un volumen histórico de 4,5 billones de dólares, cuando antes de la crisis no llegaba al billón de dólares.
"Una suspensión del QT y cualquier orientación sobre futuros cambios en el balance sería bienvenido por el mercado"
Ahora ha adelgazado ya hasta los 4,05 billones, y la Fed lo viene recortando a un ritmo de 50.000 millones de dólares al mes, un proceso que bautizado como restricción cuantitativa (QT, por sus siglas en inglés). Es decir, con esta política viene retirando liquidez y restringiendo las condiciones financieras, un movimiento que complementa y refuerza el impacto de elevar los tipos. Por este motivo, y en medio de la incertidumbre imperante, en los últimos días se han extendido los rumores que hacen referencia a que la Fed podría reducir el ritmo al que está reduciendo su balance o preparar el terreno para hacerlo más adelante. "Una suspensión del QT y cualquier orientación sobre futuros cambios en el balance sería bienvenido por los mercados financieros", afirma David Kohl, estratega jefe de divisas de Julius Baer.
Tanto si dan este paso como si no lo hacen, los inversores también estarán pendientes de si todos los miembros del Comité Federal del Mercado Abierto (CFMA), el órgano de la Fed que establece la política monetaria en EEUU, respaldan por unanimidad las decisiones y los mensajes recogidos en el comunicado oficial que difundirá a las 20 horas -hora española- o si, por el contrario, existe alguna fisura que delate una división derivada de la incertidumbre actual.