Trump esculpe 'su' Reserva Federal... con la vista clavada en las elecciones de 2020
- El presidente ya ha nombrado a cuatro de los cinco gobernadores actuales de la Fed
- Quedan dos vacantes, para las que ha propuesto a dos polémicos candidatos próximos a su posición
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Había pocas dudas. La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca iba a traer tiempos poco convencionales a la vida política estadounidense. Y también a la económica. Durante la campaña para las elecciones de 2016, la Reserva Federal (Fed), el banco central norteamericano, ya mereció parte de sus críticas. Pero el asunto no quedó ahí. Las presiones a la institución monetaria han continuado durante su presidencia, hasta el punto de ser constantes desde el pasado verano. Y ahora, a poco más de año y medio de las elecciones de 2020, la Fed, de nuevo, ocupa parte de los pensamientos del republicano. También de las polémicas, porque Trump ha dado en las últimas semanas pasos cada vez más descarados para configurar un banco central más próximo a sus intereses.
La sala de mando de la Fed está compuesta por siete gobernadores. Cuando Trump llegó al poder había solo cinco, con lo que quedaban dos vacantes. Ahora bien, luego, sus propias decisiones, como la de no proponer a Janet Yellen para una segunda presidencia de cuatro años, y sus intenciones, como la de desmontar la reforma financiera surgida de la crisis, han desembocado en que prácticamente el Consejo de Gobernadores de la Fed lleva el sello de Trump.
De los cinco gobernadores actuales, cuatro han sido propuestos por el presidente de EEUU. Desde el máximo mandatario, Jerome Powell, elegido para relevar a Yellen en febrero de 2018, a su vicepresidente, Richard Clarida, pasado por Randal Quarles y Michelle Bowman. Únicamente Lael Brainard permanece de la época previa a Trump.
DESACTIVAR A POWELL
Contra lo que hubiera podido pensar, su sello no le ha garantizado que la Fed haya actuado como le hubiera gustado a Trump. En su primer año al frente de la Fed, Powell lideró cuatro subidas de los tipos de interés, algo que no ocurría desde 2006. Esta acumulación desató las críticas del presidente de EEUU. Trump acusó a Powell de zancadillear el crecimiento estadounidense y fortalecer al dólar con estas medidas. Incluso sondeó a su entorno para saber si se podía ‘librar’ de Trump. Rompió así la tradición de respetar la independencia de la Fed y no lanzarle críticas en público. Pero es que eso de las tradiciones políticas no va con Trump.
"Trump ha sido más incisivo en los candidatos que ha elegido para ocupar las dos vacantes que aún existen en el Consejo de Gobernadores. Se trata de Stephen Moore y Herman Cain"
Aunque la Fed ha cambiado el paso en 2019 y ya ha dejado claro que no tiene intención de elevar los tipos este año, Trump no se conforma. Y ya se ha atrevido a sugerir rebajas de los intereses para dinamizar aún más una economía que camina por el pleno empleo –EEUU tiene un paro del 3,8%- y que este año firmará el ciclo expansivo más largo de su historia.
Pero es que el republicano quiere más. Y lo quiere pensando en una meta: la reelección en 2020.
Pensando en esta cita y, sobre todo, en garantizarse una Fed más próxima a sus intereses, Trump ha sido más incisivo en los candidatos que ha elegido para ocupar las dos vacantes que aún existen en el Consejo de Gobernadores del banco central. Se trata de Stephen Moore y Herman Cain.
Los dos poseen un perfil político más definido, de corte claramente republicano, partidarios de Trump y dispuestos a respaldar recortes en los tipos de interés en cuanto sea preciso, tal como Trump viene demandando cada vez con más insistencia. Dos candidatos, por tanto, que darían un tono más político a la Fed y que comprometerían su independencia.
Trump lanzó primero la nominación del economista Moore, polémica por las críticas vertidas en los últimos meses contra las subidas de los tipos de la Fed y por el respaldo otorgado a la política fiscal del presidente de EEUU, al que asesoró durante la campaña de 2016. “Soy un halcón del crecimiento”, se ha definido recientemente para apuntalar su disposición a bajar los tipos y estimular más la economía si resulta preciso.
En cuanto a Cain, conoce los entresijos de la Fed, puesto que ocupó distintos cargos en la delegación de Kansas City entre 1989 y 1996, tras una brillante carrera empresarial en el sector de la comida rápida, en Burger King y Goodfather’s Pizza, y antes de volcarse por completo en su carrera política. Llegó a estar bien posicionado en las primarias del Partido Republicano para las presidenciales de 2012, pero terminó renunciando envuelto en escándalos de acoso sexual y adulterio que siempre negó.
Ambos deben pasar ahora la reválida del Senado. Pero Trump ya los ha propuesto. Y con su designación ha dejado claro de una vez por todas lo que quiere: una Fed más ‘sensible’ a sus intereses, que las elecciones de 2020 ya esperan.