Su presidente, Jerome Powell, ya dejó este martes la impresión de que la Reserva Federal (Fed) se había puesto en 'modo crisis'. Y tres días después, sin esperar siquiera a la reunión de política monetaria que la entidad celebrará a finales de mes, el banco central estadonidense ha pasado a la acción. Este viernes ha anunciado que comprará 60.000 millones de dólares (54.292 millones de euros) al mes de Letras del Tesoro del país norteamericano hasta, al menos, el segundo trimestre de 2020.
Esta cantidad se sumará, además, a la reinversión de los pagos principales de la deuda en su poder que venza, que actualmente se sitúan en torno a 20.000 millones de dólares (18.097 millones de euros) mensuales.
Por otro lado, y al menos hasta enero de 2020, la Fed realizará dos operaciones repo semanales, con un vencimiento de 14 días, de hasta 35.000 millones de dólares (31.670 millones de euros) para asegurar que la "oferta de reservas permanece amplia", así como para "mitigar el riesgo de las presiones del mercado monetario". El instituto emisor también realizará operaciones repo diarias, con vencimiento a un día, por valor de 75.000 millones de dólares (67.865 millones de euros).
"Estas acciones son medidas puramente técnicas para apoyar la implementación efectiva de la política monetaria y no representan un cambio en dicha política. El Comité de Mercado Abierto seguirá monitorizando los desarrollos del mercado monetario a medida que valora el nivel de reservas que sea más consistente con una implementación de la política monetaria eficiente y efectiva", ha apostillado la Fed.
1,26 BILLONES DE DÓLARES DESPUÉS
Con este anuncio, la Fed trata de dar una respuesta más sólida a las restricciones de liquidez sufridas en el mercado monetario estadounidense desde mediados de septiembre. Aunque en un principio la propia entidad vinculó estas tensiones a factores pasajeros, lo cierto es que el paso del tiempo lo ha desmentido.
Powell pidió que a este nuevo programa no se le llame QE4. Lo sea o no, lo cierto es que la Fed vuelve al mercado. Y no con poco dinero, además
Tanto es asi, que desde mediados de septiembre ya ha inyectado 1,26 billones de dólares en las operaciones de financiación a corto plazo -1 y 14 días- que viene realizando a diario. Casi un mes después, y ante la persistencia de las restricciones, que seguían obligando a la Fed a salir cada día al mercado para abatecer a los bancos de los dólares que necesitaban y no encontraban, anuncia la compra de deuda y la convocatoria de nuevas subastas para ampliar el balance de la institución y reforzar la liquidez disponible en el mercado.
Esas operaciones especiales ya habían engordado el balance de la Fed hasta los 3,85 billones de dólares, pero en los próximos meses volverá a superar de nuevo los 4 billones de dólares. Tras los sucesivos programas de expansión cuantitativa desplegados entre 2008 y 2014 (QE1, QE2 y QE3), el balance de la Fed llegó a crecer hasta los 4,5 billones, un volumen que mantuvo entre 2014 y 2017. Luego, desde octubre de 2017, acometió una reducción que lo redujo hasta los 3,75 billones, un repliegue que la entidad ya interrumpió en agosto antes de lo que tenía previsto. Ahora, de nuevo de manera imprevista, volverá a ampliarlo.
En su discurso del pasado martes, Powell subrayó que el mercado no debería confundir las compras de letras, como las comunicadas ahora, con los programas de compra de activos "a gran escala", esos QE1, QE2 y QE3, que la Fed puso en marcha tras la crisis financiera. Vamos, que pidió que a este nuevo programa no se le llame QE4. Lo sea o no, lo cierto es que la Fed vuelve al mercado. Y no con poco dinero, además.