La Reserva Federal de EEUU (Fed) mantiene el guion. Tanto que apenas lo altera en unas pocas palabras con respecto a su declaración de política monetaria del mes pasado. La institución que preside Jerome Powell se ratifica en la necesidad de mantener unas condiciones financieras "acomodaticias" a pesar de los eventuales repuntes de la inflación, que atribuye "en gran parte a factores transitorios".
Aunque el índice de precios al consumo pegaba un salto del 1,7% al 2,6% en el tercer mes del año, la Fed insiste en que "la actual crisis de salud pública sigue pesando sobre la economía y persisten los riesgos para las perspectivas económicas". En este sentido, apunta directamente a "el progreso en las vacunas", que en las últimas semanas se ha visto expuesto a varios contratiempos.
Después de reiterar su compromiso a "utilizar su gama completa de herramientas para respaldar la economía de EEUU", los principales cambios con respecto a su anterior declaración llegan en el segundo párrafo. Es ahí donde el banco central reconoce que, "en medio de los avances en materia de vacunación y un fuerte apoyo político, los indicadores de actividad económica y empleo se han fortalecido".
Guiño a Biden
No obstante, a pesar del guiño a los planes de reconstrucción anunciados por la administración Biden con la alusión al "apoyo político", la Fed reitera que "los sectores más afectados por la pandemia siguen estando débiles". Eso sí, esta vez puntualiza que "han mejorado".
Así, la institución que preside Jerome Powell ha optado por mantener en activo su vigente programa de estímulos. De este modo,seguirán vigentes las compras por hasta 120.000 millones de dólares mensuales en los mercados de deuda. Un importe que se seguirá repartiendo entre 80.000 millones al mes a emisiones del Tesoro de EEUU y otros 40.000 millones en cédulas hipotecarias.
De igual forma, los primeros espadas de la Fed han optado por mantener los tipos de interés en mínimos históricos dentro de la horquilla entre 0% y 0,25% a los que los rebajó por sorpresa en marzo del año pasado. En este sentido, cabe recordar que el mapa de puntos conocido el mes pasado marcaba un camino despejado de eventuales subidas en las tasas oficiales hasta el ejercicio 2023.
En este contexto, hay que tener en cuenta que la Fed alteró el verano pasado la base de su mandato al introducir en el mismo el concepto de "inflación promedio". Un vuelco que presentó aprovechando el simposio de Jackson Hole y que dejó la puerta abierta a tolerar tasas de IPC temporalmente superiores a la marca clave del 2% sin necesidad de corregirlas.
Esta es la capacidad de maniobra a la que hoy mismo ha recurrido la Fed con su decisión de aguantar sin cambios su arsenal a pesar de los últimos datos de inflación, a los que ha vuelto a restar importancia.