La Reserva Federal de EEUU (Fed) vuelve a pisar el acelerador en su retirada de estímulos, pero sin sorpresas. El banco central estadounidense ha anunciado este miércoles que "pronto será apropiado subir los tipos de interés de referencia", apuntando a marzo sin nombrarlo mientras que ha confirmado el plan de desescalada mensual de compras de deuda anunciado en diciembre.
Conforme a esta hoja de ruta, la institución únicamente adquirirá deuda por 30.000 millones de dólares en febrero, repartidos entre 20.000 millones en bonos del Tesoro y 10.000 millones en cédulas hipotecarias. Así, la Fed reitera su plan de finalizar el programa de compras "a comienzos de marzo".
Todo apunta a que la Fed finalmente procederá a su primera subida de tipos de interés desde el estallido de la pandemia el próximo marzo. De momento, se mantienen en el rango del 0% al 0,25%, su mínimo histórico. No obstante, la institución señala que "con la inflación bien por encima del 2% y un mercado laboral fuerte" se dan las circunstancias para plantear ya este movimiento.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, ha asegurado en su discurso tras la reunión del banco central que el organismo tiene "herramientas suficientes para incrementar los tipos sin dañar el mercado de trabajo". En estos momentos, la tasa de desempleo en EEUU alcanza al 3,9% de la población.
Con estas precisiones que llevan a pensar que la Fed se andará con pies de plomo por el camino del tapering, Wall Street reaccionó sin sobresaltos a lo anunciado. El Dow Jones corrigió un 0,38%. Un 0,15% se dejó el S&P 500. Por su parte, el Nasdaq, que llegó a marcar avances de más del 2%, acabó salvando la honra con un 0,02% arriba.
La artillería, al cajón
En este contexto de repliegue, el organismo emisor ha eliminado el párrafo inicial que encabezaba sus últimos comunicados de política monetaria. Ya son historia las frases que se referían a su compromiso de "utilizar su gama completa de herramientas para ayudar a la economía de EEUU".
Tampoco hay ya menciones al "momento desafiante" que ha venido suponiendo la pandemia, en su lugar, tan solo se hace una mención a la situación desatada por ómicron, que ha afectado a "los sectores más golpeados por la pandemia" a consecuencia del "fuerte aumento reciente de casos de Covid-19". Lo que, sin embargo, no ha impedido que "los indicadores de actividad económica y empleo han seguido fortaleciéndose".
Ya en su reunión del pasado diciembre, la institución presidida por Powell se decantó por acelerar su retirada de estímulos al señalar una reducción de 30.000 millones de dólares en sus compras mensuales de deuda. En concreto, 20.000 millones menos para bonos del Tesoro y otros 10.000 millones en cédulas hipotecarias. Una merma que este miércoles se ha confirmado.
De acuerdo con esta decisión, que duplicaba los volúmenes anunciados en noviembre, a partir de enero el banco central estadounidense aflojaba su ritmo de adquisición hasta 40.000 millones de dólares en bonos y 20.000 millones en cédulas hipotecarias para enero. Así, previsiblemente, la institución concluiría su tapering (retirada de estímulos) en marzo, como hoy ha insistido. Esto es tres meses antes de lo que se estimaba hasta entonces.
Los halcones presionan
Conforme al mapa de puntos publicado al término de la anterior reunión del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed (FOMC, por sus siglas en inglés), ni uno solo de sus miembros consideraba que en 2022 los tipos seguirían en sus actuales mínimos históricos. En su lugar, apuntaban a tres subidas de tipos.
Si al final estas previsiones se consumasen, la tasa oficial de referencia en EEUU pasaría del actual 0%-0,25% hasta el 0,75%-1%. La cuestión está en cuándo deben comenzar las subidas, pues los miembros del ala más agresiva -hawkish- de la institución han venido presionando para arrancar ya en marzo, coincidiendo con el fin del programa de compras establecido para atajar la pandemia.
A la luz del comunicado de este miércoles, parece que la Fed ha logrado llegar a un consenso para analizar la situación en su próxima reunión sin fijarse un calendario al que quedar sujeta. Algo que, según los analistas, tiene más sentido conforme a la evolución de la tensión geopolítica en las últimas semanas, especialmente con Rusia a cuento de Ucrania, que han provocado un repunte de la volatilidad en los mercados.
No obstante, conviene recordar que aquellas proyecciones se cimentaban sobre la previsión de un salto de la inflación hasta el 5,3% este año. Los datos finales de la primera economía del mundo dieron cuenta de un incremento del coste de la vida del 7% al término de 2021, su cota más elevada en los últimos 39 años.
Deshacer balance
Los analistas han señalado que uno de los puntos que más incertidumbre ha generado, aunque sin sobresaltos, ha sido que entidad central haya dejado ya la puerta abierta a comenzar a reducir balance. Y es que la Fed atesora títulos de deuda por nada menos que 9 billones de dólares.
Sin embargo, Powell ha defendido con uñas y dientes que ese proceso no arrancará hasta que se haya procedido a las primeras subidas de tipos y evaluado su impacto en los mercados y la economía. Pero la cuestión es que, en una práctica nada habitual, la Fed publicó una guía de "Principios para reducir el tamaño de la hoja de balance" junto con su comunicado tradicional.
Como consecuencia, la rentabilidad del bono a diez años del Tesoro de EEUU ha subido este miércoles hasta el 1,876%. Un incremento de nueve puntos básicos que daba cuenta de que esta vez sí la Fed se preparaba para la retirada, pero con pies de plomo.