Christine Lagarde, actual presidenta del BCE,  junto a Mario Draghi, su antecesor en el cargo.

Christine Lagarde, actual presidenta del BCE, junto a Mario Draghi, su antecesor en el cargo. Boris Roessler / DPA

Bancos centrales

El BCE tendrá que recurrir a recetas de la crisis del euro para evitar que los inversores asfixien a España e Italia

Tras la reunión de urgencia que mantuvo el miércoles la institución, las rentabilidades de los bonos y las primas de riesgo se han relajado.

16 junio, 2022 12:50

“Whatever it takes” o “todo lo que sea necesario”. Eso es lo que dijo Mario Draghi, expresidente del Banco Central Europeo (BCE), el 26 de julio de 2012 para mostrar su compromiso con el euro en plena crisis de la divisa única.

Ahora, en la era Christine Lagarde, el organismo emisor se ve abocado a utilizar recetas similares a las lanzadas en aquella época para frenar la escalda de las primas de riesgo de los países más endeudados, como Italia o España.

El BCE comunicó el miércoles que reinvertirá los títulos de deuda adquiridos en el marco del programa de compras de emergencia (PEPP) para evitar que los diferenciales sigan aumentando. El tamaño total de este programa es de 1,7 billones de euros, con un vencimiento medio de los activos de algo más de siete años y medio.

Pero la institución no ha compartido “información sobre qué activos se mantienen exactamente y, como resultado, no hay ninguna indicación de qué cantidad del fondo estará disponible para que sea utilizado a corto plazo”, explica Azad Zangana, economista y estratega europeo senior de Schroders.

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En cualquier caso, advierte, “el PEPP es demasiado limitado para ser una herramienta eficaz para detener la pérdida de confianza del mercado”.

El miércoles, el BCE también se comprometió a acelerar la creación de nuevo instrumento anticrisis, pero sin dar ningún detalle sobre su funcionamiento. El anuncio ya había sido anticipado por Lagarde en varias ocasiones, la última de ellas el pasado jueves, tras la reunión ordinaria de junio.

Los expertos barajan que esta nueva herramienta sea similar a dos programas que la institución puso en marcha durante la anterior crisis financiera.

SMP

A principios de 2010 comenzaron las primeras tensiones en la periferia europea, con el problema que para el bloque suponía la situación económica de Grecia, pero también con las de otros países como España, Italia o Portugal.

Los conocidos como PIGs -acrónimo que en inglés significa cerdos- sufrían el ataque de los inversores en los mercados y, como consecuencia, sus primas de riesgo se dispararon.

El 10 de mayo de ese año, el entonces presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, lanzó un ambicioso programa de compra de bonos, el SMP (de las siglas en inglés de Securities Market Program).

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Hasta su cierre en 2012 -varios rescates y dos subidas de tipos después - en el marco de este programa, el BCE adquirió unos 250.000 millones de euros en deuda, especialmente de los países periféricos.

OMT

La otra opción que ha cogido más peso en el mercado es que el BCE active un programa similar al OMT (las siglas en inglés de Outright Monetary Transactions), que ya barajó la institución en la crisis del coronavirus.

El programa fue anunciado en 2012 por Draghi, aunque nunca llegó a utilizarseLos jueces alemanes pusieron en duda su legalidad respecto a la prohibición de financiación monetaria de los Estados miembros de la Unión Europea (UE). Tres años más tarde, fue respaldado por la Justicia europea.

El OMT permite la compra ilimitada de deuda de un país, pero requiere de una solicitud expresa. Como contrapartida, los beneficiados deben comprometerse con el cumplimiento de medidas económicas que suelen ser impopulares.

En la gestora La Française AM creen que la nueva herramienta podría ser similar al OMT, pero con más flexibilidad y poca condicionalidad. Advierten de que podría no ser suficiente para evitar que las primas de riesgo de España, Italia o Portugal aumenten, “al menos hasta que baje la inflación”.

Ulrike Kastens, economista para Europa de DWS, destaca que, a pesar de que el diseño de este instrumento no está del todo claro "debería dar al BCE la oportunidad de subir los tipos de interés de forma más rápida y agresiva, ya que la ampliación de los diferenciales está limitada hasta cierto punto".

El mismo experto espera que el BCE anuncie este instrumento en julio, cuando también ejecute su primera subida de tipos desde 2011.

A la espera de nuevos detalles, la reunión del BCE sirvió, al menos a corto plazo, para contener las alzas de las rentabilidades de los bonos y la escalada de las primas de riesgo.

El interés exigido al bono español a 10 años bajó el miércoles del 3%, tras haber superado en la jornada previa dicho nivel por primera vez desde 2014. La prima de riesgo de España, por su parte, se relajó hasta los 123 puntos básicos, después de haber alcanzado los 140. 

En el caso de Italia, la rentabilidad del bono con el mismo vencimiento bajó el miércoles del 4%, mientras que el diferencial respecto a Alemania se redujo hasta los 225 puntos básicos.

"Es normal que, por fundamentos económicos y solvencia, haya países como Italia y España cuyos costes de financiación sean más altos que los de Alemania", explica Guillermo Santos Aramburo, socio de iCapital.

Sin embargo, no considera "ni comprensible ni aceptable que esos sobrecostes se disparen sin causa objetiva, tan solo por el nerviosismo del mercado ante el temor a una recesión profunda en la que los países más débiles económicamente y con mayor peso de deuda sobre PIB lo pasarían mal".