
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, durante una rueda de prensa. Reuters
Lagarde (BCE) evita dar una guía sobre los tipos de interés por el impacto de los aranceles y el aumento del gasto en defensa
La zona euro se enfrenta a un nivel de incertidumbre "excepcionalmente alto" en el que se puede amplificar la volatilidad de la inflación.
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La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha evitado dar una guía sobre dónde se encontrarán en el futuro los tipos de interés. Eso sí, ha advertido de que la institución deberá considerar al ajustar su política monetaria el impacto en la inflación de "un gran aumento del gasto en defensa o infraestructura". También deberá medir los efectos que en la economía pueda provocar una guerra comercial.
Así lo ha considerado este miércoles, durante la celebración de la vigésimo quinta conferencia El BCE y sus observadores, celebrada en Fráncfort. "Prescripciones políticas simples no serán apropiadas en el entorno" actual, ha apuntado.
"Cualquier impacto futuro que afrontemos -como impactos en los precios de la energía e interrupciones en la cadena de suministro o un gran incremento en el gasto en defensa o infraestructura- por lo tanto, tendrá que ser analizado", ha dicho Lagarde en la conferencia organizada por la Universidad Goethe de Fráncfort.
"Todo dicho, prescripciones políticas simples no serán apropiadas en el entorno que afrontamos ahora", ha añadido, según informa Efe, haciendo hincapié en que el BCE debe "conservar la agilidad para responder a las circunstancias complejas a medida que surgen".
De esta forma, la ex directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) no ha dado ninguna pista sobre la evolución de los tipos de interés, después de que la semana pasada el BCE redujese sus tasas de referencia 25 puntos básicos.
La facilidad de depósito, que es el tipo de interés al que el guardián del euro remunera el exceso de reservas de los bancos a un día, y con la que orienta su política monetaria, se sitúa ahora en el 2,5%.
Entonces, el BCE dejó entrever que podría dejar los tipos de interés sin cambios en su encuentro de abril.
Volatilidad de la inflación
Según ha explicado Lagarde, la zona euro se enfrenta a un nivel de incertidumbre "excepcionalmente alto" en el que las perturbaciones relacionadas con el comercio o la defensa, así como con el cambio climático, pueden amplificar la volatilidad de la inflación.
Mientras que aún existen factores estructurales como el envejecimiento y la digitalización, que probablemente serán desinflacionarios, surgen nuevos shocks bilaterales, principalmente vinculados al comercio y la defensa, así como al cambio climático, "que pueden amplificar o contrarrestar las fuerzas existentes".
De este modo, mientras que la fragmentación comercial y un mayor gasto en defensa podrían, en principio, impulsar la inflación, los aranceles estadounidenses también podrían reducir la demanda de exportaciones de la UE y redirigir el exceso de capacidad de China hacia Europa, lo que podría presionar la inflación a la baja.
Por lo tanto, Lagarde ha advertido de que es probable que la fragmentación comercial genere variaciones de precios relativos más importantes y disruptivas al mismo tiempo que es probable que los riesgos geopolíticos impulsen una mayor volatilidad en los tipos de cambio y en los precios de la energía y las materias primas.
Plan de Alemania
El BCE reacciona así a las tensiones comerciales provocadas por la imposición de aranceles de Estados Unidos -y las respuestas de los países afectados por las tasas- así como al anuncio de Alemania de un presupuesto extraordinario para invertir en infraestructuras y para defensa.
Los cristianodemócratas y los socialdemócratas han acordado un presupuesto extraordinario de 500.000 millones de euros para inversiones en infraestructuras y relajar el tope de la deuda para financiar un mayor gasto en defensa los próximos diez años.
Este presupuesto podría sacar del estancamiento a Alemania, que comenzaría a crecer pero también aumentaría la inflación y por ello puede dejar de ser apropiado que el BCE baje más sus tipos de interés. De hecho, en los mercados de deuda, la rentabilidad de los bonos se ha disparado tras el anuncio de este presupuesto.
Además, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, quiere movilizar 800.000 millones de euros para rearmar Europa.