Tal y como había anunciado, la Comisión Europea ha adoptado este jueves la propuesta legislativa para crear un nuevo fondo dotado con hasta 100.000 millones de euros cuyo objetivo es ayudar a las empresas a mantener el empleo durante la crisis del coronavirus. La iniciativa, bautizada como SURE, está pensada particularmente para Italia y España, los países más golpeados por la pandemia.
Con este nuevo fondo, la UE dará a España créditos en condiciones favorables para contribuir a la financiación de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y las ayudas a los autónomos que el Gobierno de Pedro Sánchez ha puesto en marcha como respuesta a la pandemia. El objetivo de Bruselas es limitar en la medida de lo posible la destrucción de empleo, asegurar los ingresos de los trabajadores y garantizar que las empresas puedan reiniciarse rápidamente cuando se levante el confinamiento.
En España hay unos 613.000 trabajadores afectados ya por ERTE que van a disfrutar de los beneficios sociales que ha aprobado el Gobierno en las últimas semanas, según ha informado este jueves la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Díaz ha indicado que por su departamento han pasado unos 9.670 ERTE, pero también que hay al menos 246.335 más que las empresas han pedido a las autoridades laborales de las comunidades autónomas.
"Con este nuevo instrumento de solidaridad, vamos a movilizar 100.000 millones de euros para mantener a la gente en sus puestos de trabajo y a las empresas en funcionamiento. Estamos uniendo fuerzas con los Estados miembros para salvar vidas y proteger las fuentes de ingresos. Esto es solidaridad europea", ha asegurado la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.
El fondo está abierto a todos los Estados miembros y no hay ninguna cantidad preasignada para cada país. El volumen de asistencia a España o Italia se calculará basándose en el aumento del gasto público que hayan registrado directamente relacionado con los ERTE y las ayudas a los autónomos.
Los países afectados deben solicitar asistencia a Bruselas y será la Comisión la que establezca el montante del crédito, así como la duración máxima, el precio y las modalidades técnicas de aplicación. La decisión final la adoptarán los Gobiernos en el Consejo de la UE.
Garantías "voluntarias" de los Estados miembros
Para financiar los créditos a los Estados miembros, el Ejecutivo comunitario captará los fondos en los mercados financieros. Eso permitirá que países como Italia o España se beneficien de la elevada calificación crediticia y los bajos costes de financiación que tiene la Unión Europea.
Los créditos para ERTE y ayudas a autónomos concedidos con del fondo SURE estarán respaldados por un sistema de garantías "voluntarias" aportadas conjuntamente por los países de la Unión Europea. Estos avales deben llegar hasta 25.000 millones de euros para alcanzar la capacidad necesaria y garantizar al mismo tiempo una financiación "prudente" del instrumento, según ha explicado Von der Leyen.
¿Confía el Ejecutivo comunitario en lograr estos avales teniendo en cuenta que hay países como Alemania o Países Bajos que se oponen a cualquier iniciativa que suponga mutualizar la deuda? Von der Leyen ha explicado que todos los jefes de Gobierno con los que ha discutido el nuevo fondo se han mostrado "abiertos y positivos". SURE se discutirá en el Eurogrupo del próximo 7 de abril y la presidenta espera que se apruebe lo antes posible. No se activará hasta que todos los países aporten avales, según explican fuentes comunitarias.
El nuevo instrumento es una iniciativa de emergencia y como tal tendrá carácter temporal. Su duración y su alcance se limitan a hacer frente a las consecuencias económicas de la pandemia del coronavirus. El Ejecutivo comunitario sigue comprometido a crear un sistema permanente de seguro de desempleo en la UE, tal y como reclama el Gobierno español.
Flexibilidad total para usar los fondos estructurales
Además del nuevo fondo SURE, la Comisión Europea ha propuesto este jueves flexibilizar al máximo las condiciones para usar los fondos estructurales que aún no se han gastado del periodo 2014-2020. Todo el dinero pendiente podrá redirigirse de inmediato a combatir el Covid-19 y se autorizan transferencias entre regiones. Además, los países beneficiarios no tendrán que aportar cofinanciación y se simplifican los trámites administrativos.
Finalmente, Bruselas relaja también las exigencias del fondo para la pesca, que ahora podrá redirigirse a apoyar a los pescadores que han cesado temporalmente su actividad o a financiar el almacenamiento temporal de productos de la pesca o la acuicultura.
Von der Leyen ha anunciado que su equipo seguirá trabajando en iniciativas más a largo plazo para acelerar la recuperación de la economía de la UE una vez que pase la emergencia sanitaria. Para ella, el instrumento central no son los 'coronabonos' que piden España o Italia sino el presupuesto plurianual para 2021-2027, que los líderes europeos no lograron aprobar en la fallida cumbre de finales de febrero.
La presidenta de la Comisión propone ahora hacer ajustes para centrarlo en el coronavirus, aunque no ha concretado los plazos ni los cambios que pretende introducir en su propuesta. "Muchos han pedido ahora un plan Marshall. El presupuesto de la UE debería ser este plan Marshall", sostiene Von der Leyen.