El Diálogo Social no se toma un respiro. Tras pactar la extensión de los expedientes de regulación de empleo temporales (ERTE), Gobierno, patronal y sindicatos han celebrado este lunes su segunda reunión para pactar un texto para la legislación sobre el teletrabajo y el trabajo a distancia, fórmulas que han sido vitales para mantener la actividad durante la pandemia del Covid-19.
A pesar de que ha habido avances, según los sindicatos, sigue sin haber acuerdo entre las partes. Por ello, el Ministerio de Trabajo, representado por el secretario de Estado Joaquín Pérez Rey, ha propuesto a los sindicatos CCOO y UGT y a la CEOE presentarles un nuevo texto del anteproyecto de ley del teletrabajo en una reunión que se celebrará esta misma semana.
“La negociación avanza razonablemente”, ha indicado Carlos Guitérrez, de CCOO, tras la conclusión de la cita. En ella, el Gobierno ya ha presentado un nuevo texto respecto al que puso en consulta pública y "en el que se han recogido propuestas que hemos hecho tanto patronal como sindicatos. A falta de cerrar discrepancias que no son menores, el diálogo evoluciona de forma favorable. Esto nos hace ser optimistas con la posibilidad de llegar a un acuerdo”.
Cabe recordar que el anteproyecto de ley del teletrabajo ha levantado ampollas en el Diálogo Social, puesto que se llevó a consulta pública sin pasar por los agentes sociales.
Sin embargo, es la patronal la que más ha criticado el texto, al menos el original, considerándolo “desequilibrado”, de enfoque “errático” y “apartado de la realidad” del tejido productivo español y de las necesidades de empresas y trabajadores.
Horario flexible y costes
Según el anteproyecto de Ley de Trabajo a Distancia original, los empleados que teletrabajen tendrán derecho al "horario flexible" y podrán "alterar" dicho horario respetando la normativa sobre tiempo de trabajo y descanso, salvo en el caso de los tiempos de disponibilidad obligatoria o los límites que se hubieran acordado.
Deberá incluir, entre otros, el momento de inicio y finalización de la jornada y de los tramos de actividad, el tiempo de activación y desactivación de los equipos o el tiempo dedicado a la preparación y realización de las tareas de cada una de las fases del ciclo de procesamiento y entrega.
Además, el texto normativo fija que los costes que conlleve para el trabajador el desarrollo del trabajo a distancia deberán ser sufragados en su "totalidad" por la empresa.