La crisis de la Covid-19 ha dejado su sello en el mercado laboral. Según la encuesta de población activa (EPA) del cuarto trimestre, España cerró 2020 con 3,7 millones de parados, un 16,5% más que en 2019, y más de 620.000 empleos destruidos. Se trata de los peores datos anuales de la EPA desde 2012.
Según indica el Instituto Nacional de Estadística (INE), en total, en el último año, 527.900 personas nuevas se han apuntado a las listas de desempleo. Con estas cifras, la tasa de población activa en paro es del 16,1%, más de dos puntos por encima de la tasa de 2019.
En el lado de la ocupación, el INE concreta que en los últimos 12 meses el empleo ha disminuido en 622.600 personas (338.800 hombres y 283.800 mujeres). Así, en total la ocupación ha caído un 3,12%.
Esta reducción de los ocupados se debe, sobre todo, a los asalariados. El número de asalariados ha disminuido en 604.600 en el último año, la práctica totalidad de ocupados perdido. Concretamente, el empleo indefinido ha descendido en 207.500 personas y el temporal en 397.100.
Llama la atención que el empleo se ha incrementado en 125.800 personas en el sector público, con lo que el descenso ha sido muy acusado en el privado. Las empresas han destruido 748.400 puestos de trabajo.
El caso de los autónomos es también muy llamativo. El cuarto trimestre del año ha servido para engrosar sus cifras. El número total de trabajadores por cuenta propia crece en 28.900 personas en variación trimestral y ha disminuido 'solo' 19.800 en el último año.
En el último año casi todas las comunidades disminuyen su ocupación. Cataluña (137.600 ocupados menos), Canarias (–112.800) y Comunidad de Madrid (–107.100) presentan las mayores bajadas.
La EPA refleja, además, el drama del desempleo juvenil. El número de jóvenes en paro menores de 25 años subió en 109.600 personas en 2020, lo que supone un 23,7% más que en 2019, situándose la cifra total de jóvenes en situación de desempleo en 572.400 al finalizar el año pasado.
La tasa de paro juvenil se situó así en el 40,1% a cierre de 2020, tasa casi diez puntos superior a la del ejercicio anterior (30,5%), pero tres décimas inferior a la del tercer trimestre de 2020, cuando el desempleo de los jóvenes menores de 25 años se situó en el 40,4%.
Lo cierto es que los últimos tres meses de 2020 han servido para paliar la situación del empleo en España. En general, los datos son positivos, mejoran la evolución de los ocupados y 'maquillan' el paro.
Para empezar, el número de ocupados ha aumentado en 167.400 personas respecto al trimestre anterior (un 0,87%). 42.000 personas se han incorporado al sector público y 125.400 al privado.
La ocupación además aumenta en todos los sectores: 79.600 personas más en los Servicios, 51.000 en la Agricultura, 30.900 en la Construcción y 5.900 en la Industria.
Los mayores incrementos de empleo este trimestre se dan en Andalucía (97.800 más), Comunidad de Madrid (62.100) y Castilla–La Mancha (22.300). Sin embargo, también hay descensos e importantes en Baleares (–50.000), Región de Murcia (–4.500) y Cantabria (–3.600).
Sin embargo, en los hogares, la impacto laboral de la pandemia ha ido a mayores. Las casas con todos sus miembros en paro han aumentado en 183.900, un 18,1% respecto a 2019, hasta situarse en 1.197.000, su mayor cifra en un cierre de año desde 2017.
En el último trimestre de 2020, con la llegada de la segunda y la tercera ola de la pandemia, los hogares con todos sus miembros en paro han subido en 24.300, un 2% trimestral más.
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