El esperado acuerdo en el Diálogo Social para cerrar la primera pata de la reforma del sistema de pensiones se hace de rogar. Si bien los aspectos mollares del pacto están cerrados, determinados choques sucedidos entre el Ministerio de Seguridad Social y los sindicatos han obligado a retrasar la firma de un pacto que se esperaba cerrar esta semana. ¿Las causas? Los detalles, los dichosos detalles. O, en realidad, la negociación de los mismos.
Según ha podido saber Invertia, el pasado fin de semana fue intenso. Los agentes sociales y el departamento que dirige José Luis Escrivá han estado intercambiando información sobre los flecos a cerrar respecto al documento final.
Los desencuentros han sido la nota predominante en estos contactos, lo cual ha llevado a que el acuerdo en pensiones, que se daba por hecho para esta semana, quede aparcado al menos hasta el próximo lunes.
De hecho, las fuentes consultadas se han referido a la falta de flexibilidad del equipo de Escrivá a la hora de negociar estos cambios, una situación que está enquistando la negociación. En este sentido, recuerdan que no es la primera vez que Seguridad Social genera desencuentros en su diálogo con patronal y sindicatos.
Todavía están recientes los encontronazos entre los agentes sociales y el equipo de Seguridad Social por la última prórroga de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). Escrivá propuso una importante rebaja de las exoneraciones de cuotas sociales de las empresas, algo ante lo que la patronal se plantó, apoyada por los sindicatos.
De hecho, finalmente, el departamento de Escrivá tuvo que ceder y las exoneraciones solo serán levemente rebajadas en el mes de septiembre. En cualquier caso, desde Seguridad Social aseguran que no se ha producido retraso alguno en el acuerdo y los choques comentados por las fuentes citadas no han sucedido.
Sin embargo, todo esto no pone en riesgo el acuerdo. Si bien hay discusión en detalles, fuentes del Diálogo Social dan por hecho que el próximo lunes se dará el visto bueno definitivo al texto, con la idea de que la firma del pacto se celebre a lo largo de la semana.
Esto es posible después de que Seguridad Social haya aceptado la última exigencia de los sindicatos: acelerar la derogación de las medidas que el Ejecutivo de Mariano Rajoy aprobó para la Seguridad Social y su funcionamiento en 2013.
Concretamente, el Factor de Sostenibilidad se derogará este mismo año. Este instrumento, ahora mismo suspendido, liga las pensiones a la esperanza de vida. Adecúa de forma automática la cuantía de estas prestaciones al incremento de la esperanza y, por tanto, a los años de vida del perceptor. Esto se suele traducir en un descenso de las pagas.
Equidad Intergeneracional
Con todo, el propio Ejecutivo de Mariano Rajoy lo puso en suspenso en 2018 para lograr el apoyo a los Presupuestos Generales del Estado del PNV. Con el anteproyecto de ley que en las próximas semanas se presentará en el Consejo de Ministros, este instrumento desaparecerá.
Este Factor de Sostenibilidad se sustituirá por un factor de "equidad intergeneracional", que el Gobierno desarrollará y aprobará en 2022. Eso sí: no entrará en acción hasta 2027, año en el que terminan de desarrollarse las medidas incluidas en la reforma de las pensiones de 2011.
Cabe recordar que esta no es sino una primera fase de la reforma de las pensiones. Un paquete que, entre otras, incorpora las iniciativas destinadas a alargar la vida laboral de los españoles, de manera que empiecen a cobrar las prestaciones más tarde.
Dentro de este campo entran los incentivos para alargar la vida laboral (que incluyen un pago único de un cheque de hasta 12.000 euros anuales) así como la prohibición de la jubilación forzosa por debajo de los 68 años, aunque los convenios colectivos que permitan este tipo de retirada laboral se mantendrán hasta su renovación.
Entre los incentivos también habrá ventajas para las empresas. Se establece una importante reducción (de un 75%) de las cuotas empresariales a la Seguridad Social por contingencias comunes en caso de incapacidad temporal de trabajadores a partir de los 62 años.
Jubilación anticipada
También hay importantes modificaciones de la jubilación anticipada voluntaria. Se endurecen los coeficientes reductores para las pensiones futuras en varias situaciones, sobre todo en el caso de las pensiones máximas. Con todo, fuentes cercanas a las negociaciones aseguran que la reforma no afectará a las personas que resulten despedidas a lo largo de este año y que decidan jubilarse anticipadamente o 'prejubilarse'.
Además, el texto incluye el esperado mecanismo para la revalorización anual de las pensiones, que se hará de acuerdo al IPC del año anterior. También recoge el compromiso de que el Estado transfiera a partir de 2023 al menos 22.726 millones anuales a la Seguridad Social en materia de gastos impropios.
Esta es una de las reformas de las que dependen los fondos europeos que España recibirá de Bruselas en 2022. De aprobar la reforma de las pensiones y de lograr un acuerdo en el Diálogo Social, es decir, con patronal y sindicatos, dependen unos 11.000 millones el próximo año.
De hecho, los secretarios generales de Comisiones Obreras, Unai Sordo, y de UGT, Pepe Álvarez, destacaron este miércoles que el acuerdo está "muy ultimado" en materia de pensiones con el Gobierno.
"Estamos cerca del acuerdo y conllevaría la derogación de la revalorización de las pensiones de Mariano Rajoy y el factor de sostenibilidad, dos índices pensados para reducir las pensiones del futuro", explicó Sordo.
Según señaló Álvarez, el acuerdo implicará "conseguir" una "vuelta al año 2011" y, a partir de ahí "sentar las bases de un nuevo acuerdo" que se formulará en 2022.