Así es el modelo alemán con el que Yolanda Díaz quiere ‘meter’ a los trabajadores en los consejos de las empresas

Se trata de un modelo de 'cogestión' que lleva impuesto desde hace décadas en Alemania. En el caso de empresas que tengan entre 500 y 2.000 trabajadores, existe la obligación de que un tercio del consejo de administración esté formado por representantes de los trabajadores. 

A partir de los 2.000 trabajadores, esta proporción se eleva a la mitad. Es decir, que en las grandes empresas alemanas, la mitad de los miembros del consejo de administración está conformada por representantes de los trabajadores. 

Sin embargo, en casos de empate en las votaciones, el presidente, que representa la voz de los propietarios o accionistas mayoritarios de la empresa, tiene un voto de calidad que sería decisivo. 

El objetivo de este modelo laboral, reconocido e impuesto en la legislación alemana, es buscar el "bien de los trabajadores y de la empresa". Para funcionar, la relación entre ambas partes debe basarse en la "plena confianza" (ertrauensvoll). 

Madurez

Para Ana Gómez, presidenta de la Asociación Nacional de Laboralistas (Asnala), este principio supone un problema para trasladar el modelo de cogestión a España. "Este tipo de cultura empresarial tiene más de 45 años allá y está basada en la confianza".

"Pero", avisa, "en España no tenemos ese nivel de confianza entre los empresarios y las organizaciones de trabajadores. Nuestro mercado laboral español está poco maduro para implantar el modelo alemán".

La propia Gómez recuerda que la propuesta de Díaz sería, en todo caso, adaptada para el caso español, y habrá que ver en qué queda. De hecho, la idea de la vicepresidenta es abordar esta cuestión en colaboración con patronal y sindicatos, a los que reunirá en próximas semanas, así como con expertos y académicos.

Cabe recordar que, con esta propuesta, la vicepresidenta segunda quiere dar desarrollo al artículo 129.2 de la Constitución Española que recoge: “los poderes públicos promoverán eficazmente las diversas formas de participación en la empresa y fomentarán, mediante una legislación adecuada, las sociedades cooperativas. También establecerán los medios que faciliten el acceso de los trabajadores a la propiedad de los medios de producción”.

Unai Sordo y Antonio Garamendi, durante una reunión con los miembros del Gobierno.

¿Qué opinan los agentes sociales al respecto? Desde la CEOE no quieren ni oír hablar de esta fórmula para "democratizar" las empresas. "Por ahora, es una ocurrencia", opinan voces de su cúpula.

En cambio, desde los sindicatos avalan la propuesta de la responsable de Trabajo y Economía Social. Unai Sordo, justo al conocerse la propuesta de Díaz, denunció que "la falta de democracia en los centros de trabajo es uno de los grandes déficits del modelo laboral español".

Para el secretario general de Comisiones Obreras (CCOO), "sería muy importante que a la hora de determinar las decisiones estratégicas que se toman en una empresa sobre inversión o sobre mejora de la productividad, a los trabajadores no se les conciba como un sujeto pasivo, sino como un sujeto democráticamente empoderado y esto es muy importante". 

Desde UGT opinan de una manera similar. "Esto siempre ha estado en nuestro horizonte. Es el modelo alemán de cogestión y nosotros siempre nos hemos fijado mucho en ellos", indican desde este sindicato. 

"La implicación de la parte laboral en la empresa solo puede ser positiva para la empresa", añaden. Con todo, recuerdan que "las formas de trabajo en España no son iguales que en Alemania". Por ello, es necesario un "proceso de discusión" para decidir cómo se puede aplicar la cogestión.