Patronal y sindicatos encallan en la negociación para calcular cómo se reduce la jornada hasta las 37,5 horas
Los agentes sociales y Trabajo han cambiado por motivos de agenda su primera reunión sobre este asunto que estaba prevista para este viernes.
28 mayo, 2024 02:03La reducción de la jornada laboral no llega. Sindicatos y la patronal llevan meses negociando entre ellos sin que haya trascendido ningún avance y ahora esperan a reunirse con el Ministerio de Trabajo. Esa mesa tripartita llegará en un momento delicado: los representantes de los trabajadores y las empresas han criticado a Yolanda Díaz por ignorar el diálogo social.
PSOE y Sumar pactaron en su acuerdo de Gobierno reducir la jornada laboral a 38 horas semanales este año y a 37,5 horas en 2025. Sin embargo, desde esa firma no se han producido avances. El Ejecutivo esperaba que CCOO, UGT, CEOE y Cepyme avanzaran por su cuenta, pero la falta de acuerdo ha animado a Trabajo a tomar las riendas de la negociación.
Yolanda Díaz ya ha declarado que quiere cerrar antes de verano la reducción de jornada, aunque los tiempos están ya muy ajustados. La primera reunión entre Gobierno, patronal y sindicatos estaba prevista para este viernes, pero fuentes de la negociación señalan que se ha cancelado por motivos de agenda. Por ahora, no hay nueva fecha y se trabaja en cuadrar una nueva cita.
Más allá de que apenas reste un mes para el periodo estival, un acuerdo en este momento se antoja complicado. Sólo hace unos días, tanto la patronal como los sindicatos arremetieron contra el Ejecutivo por aprobar -por segunda vez- la prevalencia de los convenios autonómicos sobre los estatales.
El Gobierno introdujo ese cambio en el Estatuto de los Trabajadores -al cual se comprometió el PSOE con el PNV para amarrar los votos de los vascos en la investidura de Pedro Sánchez- sin avisar a los agentes sociales. Tampoco consultó con éstos la modificación en la composición del Consejo Económico y Social (CES) para dar entrada a nuevas patronales.
El Ejecutivo hizo todo esto, además, a través del real decreto ley que reforma el subsidio por desempleo, que el Ministerio de Trabajo pactó sólo con los sindicatos.
No era el primer pacto del que se descuelgan CEOE y Cepyme en los últimos tiempos. Ha ocurrido lo mismo con las dos últimas subidas del salario mínimo interprofesional (SMI). De hecho, las alianzas tripartitas han dejado de ser la norma y desde la patronal critican que el Gobierno no tiene voluntad de llegar a acuerdos.
Meses de negociación
Fuentes cercanas a la negociación confirman a EL ESPAÑOL-Invertia que sindicatos y patronal han tenido "varias reuniones" en los últimos meses. En ellas han abordado la reducción de la jornada y las fórmulas a utilizar para que ésta se adapte a los diferentes sectores y convenios.
"De momento no hay acuerdo", nada que los interlocutores sociales puedan trasladar a esa mesa tripartita, sea cuando sea que se ponga en marcha. Es decir, que el punto de partida para las conversaciones con el Ministerio de Trabajo estará, presumiblemente, lejos de la meta.
Lo cierto es que desde un primer momento los sindicatos se han mostrado favorables a que la reducción se apruebe por ley y al margen de que haya un acuerdo con la parte empresarial. La dinámica es la misma que con el SMI: el Gobierno puede aprobar la modificación de la jornada máxima en el Estatuto de los Trabajadores sin necesidad de llegar a un entendimiento.
Habida cuenta de que es un compromiso adquirido por los socios de la coalición, tanto la patronal como los sindicatos descuentan que la reducción de jornada llegará.
Ahora bien, cada parte presiona para que se apruebe a su gusto: CCOO y UGT quieren que en el Estatuto aparezca una jornada máxima de 38 horas semanales (y de 37,5 horas en 2025) aplicable a todos los trabajadores, mientras que CEOE y Cepyme se inclinan por un cómputo anual que contemple las peculiaridades de cada sector.
Ese es el principal escollo entre las partes. Una reducción de las horas anuales podría no traducirse en semanas laborales más cortas, ya puede mantenerse una jornada de 8 horas diarias a cambio de más vacaciones.
La fórmula anual ofrece más flexibilidad para que las empresas se adapten, pero no asegura que se trabajen menos horas cada semana, que es precisamente el objetivo que se marcaron tanto Trabajo como los sindicatos ya la pasada legislatura.