Trabajo cede ante Moncloa e intenta atraer a CEOE a la reducción de jornada a costa de alejar a CCOO y UGT
El Ministerio de Trabajo se reunirá con los agentes sociales el miércoles de la semana que viene, aunque el acuerdo no parece cerca.
9 julio, 2024 02:20El Gobierno ha dado un giro de timón en las negociaciones con patronal y sindicatos para reducir la jornada laboral. En apenas una semana, Yolanda Díaz ha pasado de dar un ultimátum a los empresarios a buscar fórmulas de flexibilidad para atraerlos al acuerdo. Un cambio que desde CEOE ha sido bien recibido, pero que inquieta a CCOO y UGT, quienes defienden que la rebaja del tiempo de trabajo debe llegar cuanto antes.
Este lunes, las partes se volvieron a reunir. Y como en las dos anteriores ediciones, el encuentro —de más de tres horas, en este caso— se saldó sin acuerdo. Sin embargo, para el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, la reunión, en la que el Ministerio ha presentado una nueva propuesta, ha servido para avanzar.
El cambio de postura viene impulsado desde Moncloa. El Gobierno necesita concitar los apoyos parlamentarios para aprobar la reducción de jornada, y la tarea será más sencilla si el proyecto de ley llega al Congreso de los Diputados avalado por los empresarios. Es especialmente importante en el caso de PNV y Junts, tradicionalmente cercanos a las organizaciones empresariales.
"Aquí es donde tenía que estar el partido hace mucho: en negociar", señalan a EL ESPAÑOL-Invertia fuentes empresariales cercanas a la negociación. Otras voces dentro de la patronal lo ven parecido: "Del ultimátum hemos pasado a una voluntad para alcanzar un acuerdo y, por nuestra, parte no va a faltar voluntad de negociación".
Sin embargo, para los sindicatos la situación no ha mejorado sustancialmente. A los representantes de los trabajadores ya les gustaba la anterior propuesta del Ejecutivo y creen que la posición de la patronal no ha cambiado demasiado. "Sigue siendo decepcionante, no ha habido grandes avances ni concreciones", señalan desde las organizaciones sindicales.
No obstante, también remarcan su "plena disposición" para negociar medidas de flexibilidad. Eso sí, apuntan, "siempre y cuando" esto sirva para llegar a un acuerdo a tres partes.
Además, desde uno y otro sindicato añaden que su predisposición a negociar también pasa por la presentación de documentos de trabajo, algo que hasta la fecha no ha hecho la patronal.
CEOE y Cepyme, no obstante, sí han puesto objeciones, posibles problemas o dificultades en caso de reducir la jornada laboral, tanto en público como en privado, pero Gobierno y sindicatos repiten desde el primer día que no terminan de concretar sus reticencias. Básicamente que no ponen por escrito cuáles son.
"Tiene que haber fórmulas que permitan llevar a cabo la reducción de jornada sin una pérdida de productividad y para ello es necesario dar flexibilidad", explican desde la patronal. E insisten en que nunca han estado cerrados a negociar. "Lo que hemos dicho es que no puede ser una imposición", aseguran.
Y en este sentido, apuntan, "ahora se está negociando". No obstante, también aseguran que todavía es pronto para ningún acuerdo. Así, y pese a la urgencia de los sindicatos y del propio Ministerio de Trabajo, la firma de un eventual pacto no parece cerca.
"Ellos tienen una pretensión, nosotros un problema. Vamos a ver si somos capaces de encontrar la fórmula. Hay negociación por fin y, por lo tanto, podemos ser optimistas, pero todavía es pronto", resumen desde CEOE.
Convenios
El Gobierno ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que la reducción de la jornada máxima no reduzca de manera inmediata la proporción de horas que pueden distribuirse de manera irregular. Ahora mismo, está en el 10% de la jornada pactada en convenio, y el Ejecutivo apuesta porque se mantenga igual hasta el 31 de diciembre de 2025.
El objetivo, dar flexibilidad a sectores que necesitan concentrar la jornada, como el de la agricultura.
El Ministerio de Trabajo también se ha abierto a que para la implantación de la jornada de 37,5 horas haya un "margen más amplio". Es decir, que la aprobación de la misma no significa que de un día para otro se reduzca el tiempo de trabajo.
"Entendemos que para incorporar a la patronal es necesario mover piezas. Veremos hasta dónde, pero podría tener sentido que sumando piezas pudiera darse el acuerdo", aseguran desde los sindicatos.
Sin embargo, desde CEOE creen que es necesario ir más allá. "Hay convenios firmados y hay que respetarlos", defienden desde el lado empresarial. Su propuesta en este sentido es clara: que la reducción de jornada se aplique una vez venzan los convenios en vigor, ya que muchos tienen pactadas jornadas que, sin ser 40 horas semanales, sí superan las 38,5 horas que el Gobierno quiere implantar en 2024.
"Lo que no se puede es cambiar las reglas a mitad de juego", sentencian. Y van más allá al indicar que dicho convenio también puede contemplar varias subidas salariales año a año, lo cual perjudicaría todavía más la situación de las empresas en caso de reducir la jornada laboral. Además, advierten, generaría "inseguridad jurídica".
No obstante, apuntan desde los sindicatos, la patronal defiende que la transitoriedad en la aplicación de la jornada de 37,5 horas vaya más allá de la vigencia de los propios convenios. Una suerte de periodo adicional que no gusta a las centrales. "No pueden pedir vigencia y una transitoriedad añadida sin concretar", lamentan.
Las partes volverán a reunirse el miércoles de la semana próxima y el Gobierno presentará una nueva propuesta. Al contrario que hace apenas unos días, desde la patronal se lanza el mensaje de seguir dialogando. Los sindicatos, en cambio, se muestran más fríos, pero seguirán negociando. El acuerdo está todavía lejos, pero la posibilidad de un pacto tripartito es mayor.