Según los datos más recientes de la Encuesta de Población Activa (EPA), la tasa de paro juvenil español está en el 26,6%. Es decir, el doble que la media mundial recién revelada por el órgano dependiente de Naciones Unidas, un dato que coloca a España como uno de líderes entre los países desarrollados en desempleo de jóvenes.

No es un rol nuevo para España, que hace mucho que lidera el paro entre jóvenes dentro de la Unión Europea. Sin embargo, la cifra proporcionada por la OIT da un cariz todavía más grave al asunto, sobre todo en el marco global.

Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y Economía Social. Jesús Hellin / Europa Press

Con todo, el informe que la OIT reveló este lunes es optimista en el contexto global, puesto que cuenta con que el paro juvenil se siga reduciendo en 2024 y 2025 hasta situarse en el 12,8%. 

El análisis del órgano no llama la atención únicamente sobre lo elevada que es la tasa de paro entre los jóvenes, sino también sobre la extremada precariedad que sufren aquellos que sí trabajan. 

La OIT apunta que los salarios reales de los trabajadores españoles con edad de 25 a 29 años no han variado en los últimos diez años. Incluso han disminuido, debido al impacto que el importante incremento de la inflación ha tenido en el poder adquisitivo de los españoles

Esto se nota en algunos de los principales gastos que tienen que hacer los hogares, entre ellos la vivienda, lo cual afecta directamente a la capacidad de emancipación de los jóvenes.  

Según indica el Consejo de la Juventud de España, los jóvenes españoles tendrían que dedicar nueve de cada diez euros de su salario, de media, a alquilar una vivienda para emanciparse en solitario. Esto se debe, sobre todo, al incremento del coste del propio alquiler, cuya mediana se sitúa en los 968 euros.

Esta cantidad supone un 10% más que hace un año. A ella se suma el coste de los suministros, que se ha elevado un 17%. Esto está llevando a que menos jóvenes hayan decidido independizarse en solidario, según el Consejo de Juventud. 

Con todo, y pese a estas circunstancias, los datos de emancipación han mejorado. El estudio elaborado por el Consejo apunta a que la tasa de emancipación en España subió hasta el 17% en el segundo semestre de 2023, siete décimas más que en el primer semestre de 2023 y un punto más que hace un año. 

Según destaca el informe, es el mejor dato de emancipación desde el primer semestre de 2020, cuando irrumpió la pandemia de Covid. No obstante, aún está lejos de las cifras alcanzadas antes de la pandemia, cuando el porcentaje de emancipación era del 18,7% y antes de la crisis de 2008 (26,1%).

Desde el CJE hacen una doble lectura de los datos. "Aunque nos emancipamos más, lo hacemos en peores condiciones, por lo que el resultado de mejora del porcentaje de emancipación no se puede celebrar", ha señalado en rueda de prensa la presidenta de la entidad, Andrea González Henry.

Con todo, hay un dato demoledor que sigue prevaleciendo: siete de cada diez jóvenes que trabajan (70,4%) siguen viviendo en casa de sus padres.