En concreto, al agua, que se cortará en los pisos turísticos que operen ilegalmente, esto es, fuera del registro de la Junta de Andalucía. El consistorio está convencido de que será la 'puntilla' para quienes realicen esta actividad sin ajustarse a la normativa, al verse privados de un elemento esencial. 

La orden de corte se ejecutará a través de la empresa municipal que presta el servicio, Emasesa, lo que facilita, subrayan fuentes del ayuntamiento, que pueda realizarse de forma especialmente rápida. 

[Sevilla estará al menos hasta septiembre dando licencias de pisos turísticos tras el bloqueo de la oposición]

La medida es la acción más llamativa del decálogo de iniciativas que van a estrenarse estos días y que incluyen reforzar el papel de la Policía turística y aplicar sanciones para aquellos los titulares de pisos turísticos que, estando fuera del registro de la Junta de Andalucía, insistan en mantener su actividad.

“Más control, más firmeza en las sanciones para poner fin a los pisos turísticos ilegales en Sevilla después de años de mirar para otro lado”, ha indicado el alcalde, José Luis Sanz (PP) en un mensaje remitido este lunes, en el que se han desgranado las diez medidas que buscarán ese objetivo y que se pondrán en marcha en colaboración con el gobierno regional.

Vivienda de uso turístico

Una amalgama de propuestas que recoge la incorporación de la Consejería de Turismo a las reuniones mensuales de la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Sevilla, en la que también estará la Policía turística; aceleración de procedimientos que determinan la incompatibilidad turística y una advertencia para quienes acumulen conflictos en el edificio: habrá "especial énfasis" en atender la situación de los pisos turísticos que cuenten "con problemas vecinales".

En colaboración con la Junta de Andalucía también se van a revisar 715 declaraciones responsables para comprobar que se ajustan a la normativa y cancelarlas en caso contrario y se va a verificar si las viviendas inscritas en el registro de turismo estén ocupadas, para ser expulsadas del listado de no ser así.

Cortar la luz, una opción más compleja

Las propuestas no son, con todo, un plan definitivo. Desde el Ayuntamiento de Sevilla no se descarta que en próximos meses pueda ampliarse con otras acciones, aunque hay grandes esperanzas en que actuar sobre el suministro de agua suponga un antes y un después definitivo a la hora de "acorralar" la actividad ilegal. 

Esta era, en realidad, la opción más rápida y la más sencilla en la tarea de golpear a los suministros. Sería mucho más difícil de replicar en el caso de la luz; de procurarse un corte en pisos turísticos ilegales, tendrían entonces que pronunciarse suministradores privados como Endesa, quedando la cuestión fuera de las manos del ayuntamiento.

Sin acuerdo para limitar los pisos turísticos

Este salto adelante llega tras meses de desencuentros en el Pleno del Ayuntamiento a la hora de aprobar una limitación de los pisos turísticos, una idea que se lanzó a principios de año. La última desavenencia tuvo lugar el pasado julio, cuando la oposición, PSOE, Vox y Podemos-IU votaron en contra de su tramitación urgente en el paso previo, en Urbanismo.

Entrados en verano y sin limitación al respecto aprobada, la ciudad gana desde entonces decenas de nuevas licencias para pisos turísticos, alentadas por el vacío legal. Según fuentes del sector, suman ya en torno a un centenar.

Varias turistas.

Es una situación que ha ido crispando el debate político en la ciudad. El equipo de Sanz ha negociado antes del parón estival cada lunes con la oposición en unas reuniones en las que, se suele insistir, hay avance pero no acuerdo. Y las discusiones se amontonan.

En el último encuentro, se planteó un texto en el que el Ayuntamiento se abría a revisar cada trimestre el número de pisos turísticos por barrios. El tope inicial sería del 10% que aconseja el informe de expertos que encargó el Consistorio. Pero, en base a las cifras que se vayan manejando, podrían ser menos.

La propuesta no convenció a la oposición. Desde el PSOE se ve como insuficiente: creen que la ciudad sí que puede limitar más y pone como ejemplos a Granada, Cádiz, Málaga o Madrid, donde también gobierna el PP.