El Ecofin aprobó el martes activar el expediente sancionador contra España y Portugal por su déficit excesivo de 2015. Es la primera vez que se activa una multa, y eso que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento se ha incumplido en innumerables ocasiones, pero, al final, recae sobre dos países del Sur de Europa. Aunque la multa puede reducirse hasta cero, el estigma de ser los primeros ya no se podrá borrar. Esta vez el Ecofin y el Consejo Europeo han sido tajantes al determinar que España no realizó una acción efectiva para cumplir con la senda de ajuste fiscal. No les ha temblado la mano a la hora de iniciar un expediente sancionador, cosa que no ocurrió en los últimos años con otros países.
De hecho, si se tiene en cuenta la historia del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, España no está entre los alumnos malos de la eurozona, sin embargo, es el primero en enfrentarse a una sanción junto a Portugal (que sí es uno de los países más incumplidores). El Pacto entró en vigor en 1999 y su objetivo era equilibrar las políticas fiscales de los distintos países para intentar que el euro funcionara lo mejor posible. En el caso del déficit, el objetivo era mantenerlo por debajo del 3%, pero desde el año 2000 no ha habido un solo ejercicio en el que todos los países lo hayan cumplido. La norma que servía para intentar hacer de la región una zona monetaria óptima se ha vulnerado durante 16 años consecutivos, sin sanciones hasta ahora.
La Comisión es flexible con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento y reconoce que los países en situación de recesión pueden sufrir una desviación del déficit provocada por el aumento cíclico de los gastos o la caída de los ingresos. Si no se tienen en cuenta las recesiones, el país que más veces ha incumplido ha sido Francia: en 11 de los 17 años de vida del Pacto ha superado el umbral del 3% del déficit (2002, 2003, 2004, 2005, 2008, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014 y 2015).
La norma que servía para intentar hacer de la región una zona monetaria óptima se ha vulnerado durante 16 años consecutivos
Cuando un país incumple el Pacto de Estabilidad y Crecimiento entra dentro del Procedimiento de Déficit Excesivo en el cual, la Comisión va guiando una senda de ajustes para volver a una situación óptima. Los dos primeros países que estuvieron dentro del Procedimiento de Déficit Excesivo fueron Francia y Alemania, pero ninguno fue sancionado. En el caso de Alemania, ha superado el umbral del déficit excesivo en siete ocasiones, de las cuales, en cinco de ellas no estaba en recesión (2001, 2002, 2004, 2005 y 2010). España ha superado el umbral del 3% de déficit sin estar en recesión en cuatro años: dos bajo la Presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero (2008 y 2010) y otras dos con Mariano Rajoy (2014 y 2015).
Según los datos recogidos por el instituto alemán Ifo, el Pacto de Estabilidad y Crecimiento se ha vulnerado en 120 ocasiones y en 80 de ellas el país no estaba en recesión. De estas 80 vulneraciones, sólo cuatro son de España, pero es el primer país sancionado, junto con Portugal. Para el presidente del Ifo, Clemens Fuest, “el número de vulneraciones es asombroso y en ninguno de estos casos había habido sanciones”. Hasta ahora.
Alemania se pone seria
El Pacto de Estabilidad y Crecimiento se reformó en 2011 con el Six Pack en plena crisis de los países periféricos, un paquete de medidas estaba encaminado a elevar el control de las finanzas de los socios europeos. Los países del centro, liderados por Alemania, presionaron para elaborar toda esta normativa que en España se completó con la famosa reforma del Artículo 135 de la Constitución para garantizar la estabilidad presupuestaria y el pago de la deuda. Alemania, que entre 2001 y 2010 incumplió el Pacto de Estabilidad en siete ocasiones, de pronto se ponía seria.
En ese Six Pack se introducía el proceso sancionador para los países que se saltaran las normas comunitarias, por eso hasta entonces ningún país había sido sancionado. Cuando Alemania incumplía, no había necesidad de introducir sanciones, pero en cuanto ajustó sus finanzas, ya no había problemas por aplicarlas. La multa no se produce de forma automática por incumplir la senda de reducción del déficit o el Pacto de Estabilidad, sino que se impone cuando Bruselas considera que los países no han tomado las medidas adecuadas para cumplir con sus recomendaciones para equilibrar los presupuestos. Hasta ahora la Comisión había determinado que todos los países habían cumplido, pero ahora, y por primera vez, cree que dos estados no han respondido a sus peticiones, España y Portugal, lo que da inicio al expediente sancionador.
En 2015 se aprobaron medidas expansivas como la reducción del IRPF y el Impuesto de Sociedades y la restitución parcial de las pagas extraordinarias de Navidad anteriormente retiradas
España hizo todo (o casi todo) mal en 2015 en lo relacionado a las cuentas públicas. No redujo el gasto como era necesario, pero sí aprobó una rebaja de impuestos y, además, no aprobó las reformas exigidas para hacer más eficiente el gasto público. El Consejo Europeo critica al Gobierno de Rajoy de “las medidas expansivas aplicadas en 2015, como la reducción del IRPF y el Impuesto de Sociedades y la restitución parcial de las pagas extraordinarias de Navidad anteriormente retiradas”. Estas políticas aprobadas el año pasado son efectivas desde el punto de vista electoralista, pero acabaron condenando a España a cerrar el año con un déficit del 5,1% cuando el objetivo era del 4,2%, el segundo más alto de la eurozona, sólo superado por Grecia.
El Consejo es tajante en su crítica a la política económica del Partido Popular: “Los ingresos imprevistos, sobre todo en 2015, no se utilizaron para acelerar la reducción del déficit. De hecho, se relajó la política presupuestaria, en particular mediante una reforma fiscal y un crecimiento dinámico del gasto”, sentencia.
La incredulidad de Guindos
El ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, ya prepara su alegato para intentar rebajar la multa hasta cero euros. Uno de los argumentos es precisamente la permisividad que se tuvo el año pasado con Francia e Italia y que este año no se ha aplicado a España: la caída de los precios. “La inflación negativa ya fue empleada en el caso de Francia o Italia”, explicó Guindos el martes, y añadió que “la diferencia entre la previsión que tenía la Comisión Europea y el dato que se dio en la realidad fue en 2015 mucho mayor al que existía en el caso de Francia e Italia”.
La baja inflación afecta a la recaudación, tanto por impuestos como por cotizaciones, un argumento que utilizará Guindos ante sus socios europeos. En sus propias palabras: “Si hubiésemos estado en el objetivo del BCE (mantener el IPC cerca pero por debajo del 2%) hubiésemos cumplido con el déficit”.
Los ingresos imprevistos, sobre todo en 2015, no se utilizaron para acelerar la reducción del déficit
Guindos cree que este es uno de los argumentos de peso para convencer a la Comisión y al Consejo de que rebajen la multa hasta cero euros. Sin embargo, ni el Consejo ni el Ecofin lo ven tan claro. Es cierto que el IPC ha estado por debajo de lo previsto, pero también es verdad que España ha crecido más de lo esperado en términos reales. El Consejo indicó en su resolución del lunes que “el impacto negativo de una inflación baja, o incluso negativa, en los resultados presupuestarios de España se vio compensado en gran medida por un crecimiento del PIB real mayor de lo previsto”.
Además, advierte a Guindos de que la política de tipos de interés negativos aplicada por el Banco Central Europeo contribuyó a rebajar la carga de los intereses, lo que también supuso una ayuda para contrarrestar el déficit excesivo.
A pesar de todo, Guindos volvió a mostrarse “convencido de que la multa va a ser cero”. “Sería una paradoja que a la economía europea que ha tenido un cambio más intenso en los últimos años y que más está creciendo en tiempos de incertidumbre, se le impusiese una multa”, sentenció el ministro en funciones.