Hace un año, cuando el Gobierno firmó los Presupuestos para 2016, estimó un avance de la recaudación del Impuesto de Sociedades del 10% respecto a la ejecución estimada para 2015. Un avance ambicioso que lo fue más si se tiene en cuenta que al mismo tiempo aprobaba una rebaja del tributo. La reforma incluía una rebaja del tipo impositivo desde el 28% hasta el 25%, que eliminaba el mínimo en los pagos fraccionados a cuenta (esto es, el adelanto de una parte del impuesto) y que retiraba una serie de limitaciones a que las empresas empleasen sus créditos fiscales (las bases imponibles negativas de otros años).
Este “regalo fiscal a las empresas”, en palabras del diputado socialista, Pedro Saura, no ha acabado bien: hasta agosto, la recaudación se ha reducido un 31,8% según los datos publicados por la Intervención General del Estado (IGAE). Este resultado tan negativo tiene sus consecuencias: el Gobierno aprobará el viernes una reforma del impuesto para recaudar 8.000 millones de euros y así resolver el problema del déficit público desbocado. El problema es que ni siquiera con estos 8.000 millones extra el Ministerio de Hacienda conseguirá alcanzar lo que tenía presupuestado.
La recaudación del Impuesto de Sociedades se quedará en 22.000 millones de euros, lejos de los 25.000 millones presupuestados
El Gobierno planteó unos ingresos por Sociedades de 24.868 millones de euros, al borde de los 25.000 millones. Una cifra que los expertos creen que no conseguirá alcanzar ni siquiera exprimiendo a las empresas en la recta final del año. Los cálculos internos que manejan el PSOE y Ciudadanos indican que la recaudación se quedará en el entorno de los 15.000 millones de euros. Si se añaden estos 8.000 millones, los ingresos se quedarían en el entorno de los 22.000 millones de euros, lejos de los casi 25.000 millones proyectados.
Sin corrección del déficit
El Presupuesto que dejó firmado el Gobierno para 2016 se ajustaba a un objetivo de déficit del 2,2% para que así se pudiera cumplir con el techo de Bruselas que estaba en el 2,8% para todas las Administraciones Públicas. Con ese Presupuesto ya corregido (con un acuerdo de no disponibilidad de 2.000 millones de euros), el déficit del Estado hasta agosto alcanzó el 2,79% del PIB, esto es, 5.000 millones por encima del margen que se había marcado para todo el año.
Ante la incapacidad del Gobierno para controlar las cuentas públicas, la Comisión Europea accedió a dar una tregua a España y rebajar en 15.000 millones la senda de reducción del déficit, hasta permitir un desfase del 4,6% para el conjunto del país (que todavía no está repartido entre las diferentes Administraciones). Sin embargo, ni siquiera con este margen se cumplirá el objetivo y, por este motivo, el Gobierno tiene que aprobar a última hora el adelanto de Sociedades.
El Banco de España estima que sin esta medida correctora, el déficit público se iría este año hasta el 4,9% del PIB
El Banco de España estima que sin esta medida correctora, el déficit público se iría este año hasta el 4,9% del PIB. Esto significa que el Gobierno no habrá hecho nada para reducir el déficit, ya que el año pasado fue del 5,1% del PIB. Una reducción de dos décimas que se explica íntegramente por el crecimiento de la economía española (que eleva el denominador) y la corrección del déficit de las comunidades autónomas.
Las regiones tuvieron un déficit del 1,6% en 2015, pero este año se están ajustando a su objetivo oficioso del 0,7%. Hasta julio, el desfase de las autonomías se había corregido hasta el 0,07% del PIB. En términos absolutos, su déficit fue de 830 millones de euros en los siete primeros meses del año, lo que contrasta con los 8.580 millones que acumulaban en el mismo periodo del año anterior.
Montoro ignora a las empresas
Los 8.000 millones que pretende recaudar el Ministerio de Hacienda son más de los 6.000 millones que había anunciado el ministro de Economía, Luis de Guindos. Una nueva discrepancia entre los dos ministros que esta vez pagarán las empresas. Y eso que ya habían enviado una carta a Guindos, a través de la CEOE, en la que pedían que no se recurriese al adelanto de Sociedades para enmendar el agujero del déficit.
“Este anticipo del Impuesto no estaba previsto en las estimaciones de tesorería de las empresas afectadas por lo que incrementará sus necesidades de financiación, comprometiendo su solvencia en algunos casos”, indicaba la CEOE esperando que el impuesto afectase a las empresas con una facturación superior a los 20 millones de euros. La realidad será todavía peor, ya que al final tendrán que pagar todas las empresas con una facturación que supere los 10 millones de euros.
Esta decisión complica la situación de tesorería de empresas de un tamaño inferior y que tienen menos flexibilidad para conseguir créditos. “Lo que van a hacer es quitarle el oxígeno a muchas empresas que tendrían que utilizar su tesorería para invertir y expandirse”, advierte el economista José Carlos Díez. Las empresas no financieras tendrán que adelantar el 23% de su resultado contable de este año a Hacienda.
El resultado contable positivo de las empresas con ingresos entre 12 y 30 millones de euros es sólo un 7,34% del total declarado
La decisión de rebajar la facturación mínima hasta 10 millones de euros tiene un efecto limitado en términos de recaudación, pero que puede complicar los próximos meses de muchas compañías. Si se extrapolan los últimos datos desagregados de la Agencia Tributaria correspondientes a 2014 se observa que el resultado contable positivo de las empresas con ingresos entre 12 y 30 millones de euros es sólo un 7,34% del total declarado por todas las empresas.
Y si se tiene en cuenta que cuanto más se baja en ingresos, menor es la aportación al resultado contable, se extrae que la recaudación de las compañías con ingresos entre 10 y 20 millones es marginal para la recaudación, pero muy importante para cada empresa de forma aislada. El caladero de ingresos para Hacienda son las grandes compañías: el 0,3% de las empresas con ingresos superiores a los 90 millones aportaron más del 60% del resultado contable positivo total. Ahí reside el grueso de la recaudación adelantada.