La economía española sigue mostrando un fuerte dinamismo que está llevando a los principales organismos y casas de análisis a elevar sus previsiones de crecimiento. El Banco de España lo ha hecho hoy, al subir en cuatro décimas su previsión de PIB para este ejercicio, hasta el 3,2%. De este modo, la entidad considera que la economía española igualará este año el ritmo de crecimiento del ejercicio anterior, algo que parecía imposible al inicio del año.
Sin embargo, no todo son buenas noticias, ya que la entidad anticipa una desaceleración mayor en 2017: el PIB se fernará en nueve décimas, hasta quedarse en el 2,3%. “Para 2017 se revisa a la baja el ritmo proyectado de la expansión de los mercados de exportación españoles, lo que refleja, básicamente, los efectos previsibles del resultado del referéndum acerca de la salida del Reino Unido de la Unión Europea”, explica la entidad.
Una vez más, será el consumo privado el que tire del PIB. El Banco de España ha elevado en cuatro décimas su previsión del consumo privado para este año, hasta alcanzar un crecimiento del 3,4% interanual y, para 2017 eleva en dos décimas su estimación, hasta el 2%.
Este crecimiento del consumo contrarresta la revisión a la baja de la inversión que ha realizado el Banco de España. El crecimiento de la inversión en bienes de equipo se reducirá a casi la mitad en 2018, ya que pasará del 10,2% de 2015 hasta el 5,7%. El conjunto de la formación bruta de capital fijo se mantendrá estable entre el 4 y el 5% para los próximos tres años, por debajo del 6,4% conseguido en 2015.
El buen ritmo de la economía, unido al descenso de la población activa, permitirá rebajar la tasa de paro a un ritmo más rápido del esperado. El Banco de España considera que el desempleo acabará el año en el 19% y que seguirá bajando hasta alcanzar el 16,7% en 2018. Esto significa que la entidad ha rebajado en seis décimas su previsión para la tasa de paro al cierre de 2018 respecto a su última previsión.
Se necesitan nuevos recortes
El Banco de España alerta que el próximo gobierno tendrá el reto de retomar la política fiscal contractiva si quiere cumplir con los objetivos de déficit fijados por Bruselas. En concreto, sin cambios de política económica y dado el ritmo de crecimiento económico previsto, la entidad anticipa que el déficit seguirá en el 3,6% del PIB al cierre de 2017, lo que significa un desfase de unos 5.000 millones de euros respecto al techo marcado por Bruselas.
"Para llegar al objetivo del 3,1%, la política fiscal tiene que volver a tomar un tono restrictivo", indica la entidad, ya que "con un tono neutral de la política presupuestaria no se cumplen los objetivos". De hecho, si no se aplican políticas discrecionales, el Banco de España asegura que no se conseguirá bajar el déficit del 3% ni siquiera en el ejercicio 2018. Esto significa que el futuro ejecutivo tendrá que tomar medidas para conseguir rebajar el déficit del umbral del 3% en dos años, un objetivo imprescindible para salir del Protocolo de Déficit Excesivo.
Este año sí que se puede cumplir con el objetivo de déficit, ya que el Banco de España estima que, sin medidas adicionales, el desfase de las cuentas públicas se quedaría en el 4,9% del PIB, esto es 3.000 millones por encima del objetivo fijado por la Comisión Europea. Sin embargo, este cálculo no tiene en cuenta el adelanto del Impuesto de Sociedades que aprobará mañana el Gobierno en Consejo de Ministros y con el que prevé elevar la recaudación para este año en 8.000 millones de euros.
Noticias relacionadas
- Hacienda planea endurecer al 23% el tipo del pago fraccionado del Impuesto de Sociedades
- Montoro supera ya en agosto el déficit de todo 2015 con un desfase de 31.100 millones
- Deutsche Bank contradice a Merkel: 130.000 millones en estímulos acabarán con el paro
- Francia se asoma a su primera recesión desde la crisis de 2012