El PSOE y Ciudadanos decían que era “incompatible” con la senda de reducción del déficit, pero el Partido Popular se empeñó en prometer a sus votantes que bajaría el IRPF en dos puntos a todos los españoles. Sin embargo, en el primer Consejo de Ministros importante de la segunda legislatura de Mariano Rajoy ha ocurrido lo mismo que en la primera: una subida de impuestos de varios miles de millones de euros. En concreto, 4.650 millones, que se dividen entre el Impuesto de Sociedades, Impuestos Especiales sobre el tabaco y el alcohol y la creación de un gravamen para las bebidas azucaradas y carbonatadas.
A esta subida de impuestos hay que añadir otras medidas para elevar los ingresos de Hacienda como la lucha contra el fraude o el cobro de las dudas a la Agencia Tributaria, que restan recaudación. En total, con todas estas medidas el Ministerio prevé elevar sus ingresos en 7.000 millones de euros.
Sin embargo, las cuentas de Montoro tienen un cabo suelto que el Gobierno no sabe cómo atará, ni a dónde. Para 2017 hay que ajustar en torno a 15.000 millones de euros, que se reparten así: 1.000 millones de euros de ajuste en las comunidades autónomas, 11.000 millones en la Administración Central y algo más de 3.000 millones en los Fondos de la Seguridad Social. Es esta última partida la que todavía no está cuadrada. El propio Ministerio de Empleo desconoce cómo se hará. Las opciones que baraja es una subida de los ingresos del sistema por la vía de las cotizaciones, o cubrirlo con una transferencia del Presupuesto General del Estado y, por tanto, cubrirlo con impuestos.
El reparto del déficit entre la Administración Central y la Seguridad Social se aprobó en el Consejo de Ministros, pero fue el Ministerio de Empleo quien asumió la tarea de recortar en estos 3.000 millones su déficit, según confirman a EL ESPAÑOL fuentes conocedoras de las conversaciones. Esto significa que todavía queda esta cuantía en el aire y tendrá que resolverse en los próximos meses.
El buen ritmo del empleo será sin duda una ayuda para la Seguridad Social, pero reducir su déficit sin decisiones discrecionales sobre los ingresos es misión imposible. De hecho, el déficit del sistema está aumentando en 2016 pese al ritmo de crecimiento de las cotizaciones. El avance de las cotizaciones se compensa con el aumento de los gastos en pensiones, especialmente por el aumento del número de jubilados y de la pensión media y también con las menores transferencias del Estado al Sepe (Servicio Público de Empleo) para el pago de las prestaciones de desempleo.
Fue el Ministerio de Empleo quien asumió la tarea de recortar en estos 3.000 millones su déficit
Por ejemplo, los ingresos por cotizaciones sociales hasta octubre aumentaron un 3,12%, lo que supone unos 2.500 millones de euros más, mientras que el gasto en prestaciones se ha incrementado un 3,35%, unos 3.400 millones más que en el mismo periodo del año anterior. Esto es, pese a la creación de empleo, el saldo de la Seguridad por el incremento de las pensiones es negativo. Y esto sin contar la caída de trasferencias al Sepe, que este año supone en torno a 6.000 millones menos.
Más cotizaciones
El Ministerio de Empleo llevó el viernes al Consejo de Ministros las dos primeras medidas que servirán para incrementar los ingresos de la Seguridad Social: la subida de las bases máximas y mínimas de cotización. Esta medida servirá para elevar los ingresos entre 370 y 400 millones de euros, según los cálculos del Ministerio.
La subida de las bases mínimas se produce como resultado de la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) al que están referenciadas. Las negociaciones entre el PSOE y el Gobierno fructificaron el jueves en el acuerdo de subir el salario mínimo un 8%, hasta los 707,6 euros mensuales, por lo que las bases mínimas de cotización del Régimen General suben en la misma cuantía, explicó el secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos. Según los cálculos del Ministerio, esta subida de las bases mínimas elevará los ingresos de la Seguridad Social en unos 70 millones de euros.
Además, el Ministerio subirá el año que viene un 3% las bases máximas de cotización, un incremento que se produce buscando la "contributividad y la solidaridad" del sistema, ha señalado. Esta subida generará entre 300 y 330 millones de euros extra a la Seguridad Social. En total, entre las dos medidas, la recaudación será de unos 400 millones de euros.
De este modo, la base máxima pasaría de los 3.462 euros de 2016 hasta 3.565,8 euros mensuales. Burgos ha señalado que esta subida en los topes de cotización también supondrá una subida en la pensión más alta para permitir que se mantenga la contributividad del sistema. "Estamos pidiendo un esfuerzo de apoyo al sistema a aquellos salarios más altos, pero en justa correspondencia, eso también tienen que significar un aumento en las pensiones que pueden percibir", ha explicado Burgos.
La intención del Ministerio de Empleo es que la solución se busque en el seno del Pacto de Toledo
Sin embargo, estos ingresos son insuficientes para cubrir toda la reducción del déficit que tiene que asumir la Seguridad Social. La intención del Ministerio de Empleo es que la solución se busque en el seno del Pacto de Toledo, que tendrá que afrontar la reforma de las pensiones en 2017. Esta semana han empezado las ponencias de los expertos, pero todavía queda mucho camino por recorrer hasta que la Comisión tenga listas las propuestas para la reforma.
Tres son las opciones más repetidas para subir los ingresos de la Seguridad Social de forma urgente. La primera es eliminar los topes de cotización de las bases máximas, lo que generaría unos ingresos de unos 7.000 millones de euros, por lo que no sería necesario destopar del todo las cotizaciones para rebajar el déficit hasta el objetivo en 2017.
Otra opción es subir las cotizaciones a la Seguridad Social que están actualmente en el 28,3% del salario (el 23,6% lo abona la empresa y el 4,7% el trabajador). Cada punto de incremento de las cotizaciones granjearía unos 3.500 euros de ingresos.
Por último, hay quien señala que el problema principal está en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). La cotización especial de los autónomos hace que, de media, aporten un 40% menos a la Seguridad Social que los empleados del Régimen General y generen una deuda de 7.000 millones de euros al sistema. Retocar el RETA podría servir para cumplir con los objetivos de 2017.