La fuerte inercia de la economía española ayudará a las Administraciones Públicas a controlar su déficit en los dos próximos años y así cumplir con los objetivos de Bruselas. Los ingresos públicos avanzarán más rápido que el PIB, por lo que su porcentaje en el total de la economía será superior, al tiempo que el gasto se congelará, lo que hará que caiga en relación con el PIB. Según BBVA Research, los ingresos en porcentaje del PIB aumentarán en 8 décimas (algo más de 8.000 millones de euros) en los dos próximos años, mientras que el gasto caerá desde el 42,4% de 2016 hasta el 41,1%. Esta diferencia de 1,3 puntos del PIB significa que el gasto público en proporción al tamaño de la economía española se reducirá en más de 13.000 millones de euros.
Esto no significa una reducción de las partidas de gasto, sino que su peso sobre el total de la economía es menor debido al crecimiento del PIB. Dos partidas concentrarán la mayor parte del ajuste: pensiones y desempleo. Según las estimaciones de BBVA (elaboradas sin cambio de política económica), el peso de estas dos partidas sobre la economía se reducirá en siete décimas en los próximos dos años, desde el 12,6% hasta el 11,9%.
En el caso de las pensiones, el Índice de Revalorización de las Pensiones obligará a que la subida anual sea la mínima dispuesta en la legislación, del 0,25%, lo que mantendrá congelado el gasto mientras la economía crece y la inflación sube. Esto hará que el gasto en pensiones caiga del 10,9% estimado de 2016, hasta el 10,6% proyectado para 2018.
En cuanto al gasto para sufragar las prestaciones de desempleo, se irán reduciendo a medida que la economía se recupera y sigue creando empleo a un ritmo elevado. El gasto en desempleo, que fue del 1,9% del PIB en 2015 (unos 19.000 millones), se irá reduciendo hasta el 1,3% en 2018.
BBVA Research estima que el propio crecimiento de la economía será suficiente para cumplir con los ajustes que exige Bruselas, que será del 3,1% en 2017 y hasta el 2,2% en 2018. Por ello, los analistas de la entidad creen que la subida de impuestos aprobada en diciembre servirá para "financiar un nivel de gasto público que, en su ausencia, no habría sido posible alcanzar".
Las autonomías, foco de las dudas
BBVA Research cree que el objetivo de déficit de 2016 está cumplido de forma conjunta por todas las Administraciones, pero no de forma individual, ya que creen que el desfase presupuestario de las autonomías alcanzó el 0,9%, frente al objetivo fijado en el 0,7% del PIB. Y eso que las regiones han tenido todo a su favor para cerrar el año cumpliendo con sus compromisos, pero ni con estas facilidades lo consiguieron.
Las regiones contaron con la ayuda de la liquidación de la financiación autonómica de 2014, por la cual recibieron 6.897 millones de euros, algo más de 6 décimas del PIB. También elevaron sus ingresos por los ingresos a cuenta del Estado y los tributos propios.
Sin embargo, el crecimiento de los ingresos no estuvo acompañado de un recorte del gasto, lo que elevó el déficit por encima del objetivo, según las estimaciones de la entidad. "el total de gasto autonómico se mantuvo prácticamente estable respecto a noviembre de 2015 [último dato disponible], y se estaría ajustando casi exclusivamente por la reducción de la carga de intereses de la deuda y de las inversiones", apunta BBVA Research.
Según sus estimaciones, las comunidades que han cumplido con el objetivo de déficit al final del año son ocho: Andalucía, Canarias, Castilla y León, Galicia, La Rioja, País Vasco y, "con menor certeza", Navarra y Castilla-La Mancha.