Goldman Sachs ha revisado a la baja su previsión de crecimiento para la economía española en 2020 como consecuencia del impacto del brote de coronavirus, que rebajará en medio punto porcentual el ritmo de expansión de España, hasta el 1,3%, aunque el banco estadounidense ha mejorado en tres décimas su previsión para 2021, hasta el 2%.
De este modo, la economía española seguirá creciendo sensiblemente por encima de la media de la zona euro, cuya previsión de crecimiento ha sido recortado por Goldman Sachs hasta el 0,3% en 2020 desde el 1% estimado antes del brote del Covid-19, mientras que en 2021 la entidad confía en un rebote del crecimiento del 1,8%, frente al 1,3% proyectado anteriormente.
"Ahora vemos un impacto significativamente mayor y más prolongado del brote del coronavirus en Europa, derivado de una menor demanda de exportación, una mayor interrupción de la cadena de suministro y una demanda interna más débil por infecciones locales", explica el banco estadounidense.
De hecho, los analistas de Goldman Sachs anticipan que la eurozona quedará al borde la recesión al estancarse en el primer trimestre de 2020 y registrar una contracción del PIB del 0,3% en el segundo trimestre.
"Seguimos esperando que el crecimiento mejore significativamente en el segundo semestre, asumiendo la contención del virus, pero ahora pensamos que llevará más tiempo", advierte la entidad, que anticipa tres trimestres consecutivos de caídas del PIB en Italia y una recesión técnica en Alemania, mientras que confía en que "Francia y España probablemente será algo más resilientes, dada su exposición más limitada al comercio global y su punto de partida más fuerte".
De este modo, Goldman Sachs ha recortado sus previsiones de crecimiento para Italia hasta una caída del PIB del 0,8% en 2020, cuando anteriormente esperaba un crecimiento de dos décimas. De cara al próximo año, el banco estadounidense ha mejorado medio punto porcentual su previsión de crecimiento para el país transalpino, hasta el 1,2% desde el 0,7%.
REBAJA DE TIPOS DEL BCE
En cuanto a la posible respuesta de los bancos centrales a la crisis abierta por el brote del coronavirus, Goldman Sachs subraya que el Banco Central Europeo (BCE) cuenta con un margen limitado, aunque anticipa que el riesgo de desanclaje de las expectativas de inflación llevará a la institución a recortar en 10 puntos básicos la tasa de su facilidad de depósito, actualmente en el -0,50% junto con otras medidas no convencionales.
Por su parte, el Banco de Inglaterra podría seguir a la Reserva Federal de EEUU y rebajar medio punto porcentual el precio del dinero en Reino Unido en marzo. En el caso de otros bancos centrales del Viejo Continente, Goldman Sachs anticipa una rebaja acumulada de 50 puntos básicos por parte del Norges Bank, el banco central de Noruega, empezando con un recorte de un cuarto de punto en marzo, mientras que Suecia podría reducir la tasa en 25 puntos básicos en el segundo trimestre y el Banco Nacional de Suiza podría emular al BCE y reducir en 10 puntos básicos.