Los ministros de Finanzas de la eurozona han celebrado este miércoles una teleconferencia extraordinaria y urgente en la que han constatado que la epidemia del coronavirus "está teniendo un impacto negativo sobre la economía mundial", pero no han adoptado ninguna medida concreta de estímulo para apuntalar el crecimiento y evitar una recaída en la recesión.
En un breve informe presentado a los ministros, la Comisión Europea ha activado todas las señales de alarma. Apunta al transporte, los viajes y el turismo como los sectores más afectados hasta ahora por el coronavirus y avisa de que Francia e Italia podrían caer en recesión ya durante el primer trimestre de este año. "Como la epidemia se está expandiendo ahora fuera de China, el impacto sobre la economía mundial y de la UE podría ser significativo", dice Bruselas.
Si el coronavirus continúa propagándose y se prolonga en el tiempo, "podría tener un impacto negativo desproporcionado" a través de la incertidumbre y de los canales de los merados financieros. Bruselas alerta del riesgo "efectos cascada" que incluirían problemas de liquidez en las empresas que tienen que detener la producción, aumento de la morosidad, una caída generalizada en el valor de los activos de los bancos que podría contagiarse a la deuda pública de los países más afectados y una reducción del nivel de riqueza y consumo por la caída de las bolsas.
Los ministros del Eurogrupo aseguran estar "listos para adoptar medidas adicionales, incluyendo medidas fiscales cuando sea apropiado para sostener el crecimiento", según ha explicado su presidente, el socialista portugués Mário Centeno, al término del encuentro telefónico, que ha durado algo menos de dos horas.
Próximo intento, el 16 de marzo
El Eurogrupo se ha limitado a encargar a los técnicos que preparen "diferentes opciones" de actuación de cara a la próxima reunión que se celebra el 16 de marzo en Bruselas. "En ese momento volveremos a examinar la situación y posibles pasos adicionales que sean proporcionales a los riesgos", ha dicho Centeno.
"Esto cubrirá todo el rango de medidas fiscales, financieras y estructurales que son importantes para salvaguardar el bienestar de nuestros ciudadanos y amortiguar los impactos negativos del coronavirus en el crecimiento", ha proseguido el presidente del Eurogrupo, que ha eludido especificar en qué podrían consistir las posibles iniciativas de estímulo económico.
Centeno reconoce que este brote está teniendo ya "un impacto negativo en la economía mundial, pero el alcance y la duración del problema todavía es incierto".
"Dado el impacto potencialmente significativo del covid-19 sobre el crecimiento, incluyendo mediante la perturbación de las cadenas de suministro, nos comprometemos a coordinar nuestras respuestas y estamos listos para usar todas las herramientas políticas adecuadas para lograr un crecimiento fuerte y sostenible e impedir que sigan materializando los riesgos a la baja", reza la declaración aprobada por los ministros de Finanzas.
En todo caso, el presidente del Eurogrupo ha dado por hecho que Bruselas dará luz verde al paquete de medidas por valor de 3.600 millones de euros anunciado por el Gobierno italiano para combatir el coronavirus pese a su desbocada deuda pública.
Sin mencionar a Roma, Centeno ha resaltado que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento contiene una "cláusula de flexibilidad" para poder responder a "acontecimientos extraordinarios fuera del control del Gobierno". Una cláusula que permite una "desviación temporal" de la senda de ajuste siempre que se preserve la sostenibilidad de las cuentas públicas.
El BCE también guarda la pólvora
También la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, aseguró el pasado lunes por la noche en un comunicado que está lista para "adoptar medidas apropiadas y específicas, según sea necesario y acorde con los riesgos subyacentes" en respuesta al coronavirus. Pero de momento guarda la pólvora.
La prudencia del BCE y del Eurogrupo contrasta con el activismo exhibido por la Reserva Federal de Estados Unidos, que este martes recortó por sorpresa en medio punto los tipos de interés en respuesta a la alarma creciente por el coronavirus.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) rebajó este lunes del 1,1% al 0,8% su previsión de crecimiento para la eurozona en 2020 debido al impacto del coronavirus. Este sería el escenario central si el coronavirus toca techo durante el primer trimestre en China y los brotes en otros lugares del mundo son leves y contenidos.
No obstante, la OCDE plantea un segundo escenario económico mucho más preocupante en caso de que la infección no pueda detenerse y se extienda ampliamente por la región de Asia Pacífico, Europa y Norteamérica. Si se materializa este efecto dominó, la economía de la eurozona recaería en la recesión, asegura el informe.
El comisario de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni, ya ha avisado de que los riesgos económicos asociados a la epidemia han empezado a materializarse en la eurozona y que la hipótesis de una rápida recuperación en forma de V tras la caída provocada por el brote que la propia Comisión contemplaba hace 15 días "no puede darse por hecha y podría ser demasiado optimista".