La crisis del coronavirus ha provocado un vuelco total en la doctrina económica de la UE. La Comisión Europea ha decretado este viernes la suspensión temporal del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que obliga a mantener bajo control el déficit y la deuda. El objetivo es dar vía libre a los Gobiernos para que puedan disparar el gasto público en respuesta a la pandemia.
Por primera vez en la historia, Bruselas activa la "cláusula de escape general" prevista en el Pacto de Estabilidad para los casos de "crisis grave". Una medida que no se utilizó ni siquiera durante la crisis financiera. En aquel momento, la UE aprobó un plan de estímulo por valor de 200.000 millones de euros, pero inmediatamente después dio un giro hacia una política de austeridad abanderada por Alemania.
Ahora, la cláusula de escape general dejará temporalmente sin efecto las obligaciones en materia de reducción de déficit público que la UE fija para todos sus Estados miembros.
"El coronavirus está teniendo un efecto dramático en nuestra economía. La mayoría de los sectores han sido golpeados. El cierre de nuestra vida pública es necesario para contener el virus, pero también ralentiza gravemente nuestra economía", ha dicho la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, al anunciar la medida.
"Esto es nuevo y nunca se ha hecho antes. Hemos activado la cláusula de escape general. Eso significa que los Gobiernos nacionales pueden inyectar en la economía todo (el dinero) que necesiten. Estamos relajando las reglas presupuestarias para permitirles hacer esto", ha dicho Von der Leyen.
"Estamos dando un paso sin precedentes. Desencadenar la cláusula de escape general abre el camino a una respuesta fiscal fuerte y coordinada al inmenso problema económico al que nos enfrentamos de forma colectiva", asegura el comisario de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni. La activación de esta cláusula debe ser ratificada por el Ecofin.
Ayudas públicas a las empresas
Al mismo tiempo, el Ejecutivo comunitario ha aprobado este viernes de forma definitiva un marco temporal que permitirá a los Gobiernos asistir a las empresas más golpeadas por el covid-19. El nuevo marco autoriza hasta 500.000 euros de subvención directa por compañía para hacer frente a las necesidades urgentes de liquidez.
Bruselas también dará luz verde a todas las garantías de Estado para los préstamos bancarios a empresas, una medida que ya han anunciado países como Alemania o Francia. La tercera forma de nueva ayuda pública autorizada consiste en créditos públicos o privados con tipos de interés subsidiados.
Finalmente, la Comisión permitirá que los Gobiernos canalicen subvenciones a la economía real a través de los bancos, asumiendo el punto de vista de que esta ayuda directa es para los clientes y no para las entidades.
La respuesta de Bruselas a la crisis del coronavirus se completa con un minifondo de 37.000 millones de euros, de los cuales 4.000 millones serán para España. Está previsto que la Eurocámara apruebe liberar este dinero en una sesión extraordinaria que se celebra la semana que viene en Bruselas. Von der Layen ha elogiado además el bazuka de 750.000 millones de euros que ha anunciado el Banco Central Europeo (BCE) contra el coronavirus.
Pero de momento los líderes europeos no se ponen de acuerdo para desplegar un plan de estímulo fiscal y coordinado a nivel de la UE que vaya más allá de las medidas unilaterales de cada Estado miembro. Italia, España y Francia han pedido activar el fondo de rescate de la UE, que se creó en 2010 en respuesta a la crisis de deuda y tiene una potencia de fuego de 410.000 millones. Pero Alemania, Países Bajos y los nórdicos se resisten.