El colapso de la actividad del sector privado de la zona euro como consecuencia de las restricciones impuestas por los gobiernos se agravó sustancialmente en abril, cuando el índice compuesto de gerentes de compras (PMI) se hundió a un mínimo histórico de 13,6 puntos, frente a los 29,7 de marzo, lo que sugiere una caída del PIB del 7,5%, el doble del descenso del 3,8% observado en el primer trimestre.
Tanto la producción del sector manufacturero como la actividad del sector servicios registraron caídas récord en abril, han destacado los analistas de IHS Markit, responsable de la encuesta. En el caso del sector servicios, la lectura de este indicador adelantado se desplomó a un mínimo histórico de 12 puntos desde los 26,4 de marzo, mientras que en el sector manufacturero bajó hasta los 33,4 enteros, frente a los 44,5 del mes anterior.
"Puesto que gran parte de la economía de la región se mantuvo cerrada mientras las infecciones por la Covid-19 aumentaban, los datos económicos de abril son lamentables", ha comentado Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit. En este sentido, el experto ha señalado que los datos de la encuesta "indican que el PIB cayó a una tasa trimestral de alrededor del 7,5%, superando con creces el peor declive observado durante la crisis financiera mundial".
Contracciones récord
En el mes de abril, todos los países para los que se dispone de datos del sector manufacturero y del sector servicios sufrieron contracciones récord de la actividad del sector privado, con España (9,2) e Italia (10,9) como las economías que peores resultados registraron, seguidas de Francia (11,1) , mientras que Alemania (17,4%) e Irlanda (17,3) registraron las lecturas menos negativas.
A nivel general y debido a la fuerte reducción en los niveles de nuevos pedidos recibidos, las empresas encuestadas observaron una caída pronunciada y acelerada de los pedidos pendientes en abril, lo que se trasladó al empleo, que registró la mayor reducción neta en los niveles de personal en toda la serie histórica, siendo las empresas que operan en España e Irlanda las que destruyeron más puestos de trabajo.
"Afortunadamente, puesto que las curvas del coronavirus se están aplanando y los gobiernos están actuando para aliviar algunas restricciones del confinamiento, muchos sectores deberían comenzar a ver un aumento de la actividad y de la demanda. Sin embargo, el proceso será muy gradual, a medida que los gobiernos equilibran las necesidades de reactivar las economías y de prevenir una segunda ola de infecciones", ha apuntado Williamson.
De este modo, el economista ha subrayado que la mayoría de empresas inevitablemente tendrán que trabajar a niveles muy por debajo de la
capacidad total y algunos sectores como el comercio minorista, los viajes, el turismo y el ocio, continuarán viéndose muy afectados por el distanciamiento social.
"Aunque el ritmo de declive puede atenuarse en los próximos meses, no esperamos ver indicios materiales de recuperación hasta la segunda mitad
del año, y es probable que pasen varios años antes de que la actividad perdida, debido al brote del virus, se recupere por completo", ha advertido.
En cuanto al sector servicios, el índice PMI de la zona euro se situó en abril en un mínimo histórico de 12 puntos, frente a los 26,4 del mes anterior, con fuertes caídas de los nuevos pedidos recibidos, con España (7,1), Francia (10,2) e Italia (10,8) como los más afectados.
El exceso de capacidad en el sector provocó por segundo mes consecutivo una fuerte reducción de los niveles de personal, que cayeron al ritmo más fuerte en casi veintidós años. La destrucción de empleo fue especialmente severa en España, donde las empresas de servicios se mostraron como las más pesimistas de la zona euro respecto del futuro.