En una bronca sesión en la Comisión de Asuntos Económicos y de Transformación Digital del Congreso de los Diputados, Cani Fernández ha logrado el primer plácet para poder ser ratificada como la próxima presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
En la sesión de este jueves, la experta en temas de competencia logró que 19 de los 35 miembros de la Comisión votasen que en su nombramiento no se aprecia conflicto de intereses, los mismos que impidieron el veto de 16 diputados que consideraron que no era apta para el cargo.
La sesión estuvo marcada por la disputa de los diputados del PP, Vox y Ciudadanos, que se opusieron frontalmente al nombramiento de Cani Fernández, de su vicepresidente Ángel Torres, y de los consejeros Carlos Aguilar, Josep María Sala y Pilar Sánchez.
En todo momento estos tres grupos parlamentarios pusieron en duda la idoneidad de la candidata de Gobierno, al tiempo que le recordaron su larga experiencia asesorando empresas y ganando pleitos contra la propia CNMC que ahora presidirá.
Una sombra de sospecha que sobrevoló incluso la intervención inicial de Fernánez en la que prometió que durante su mandato "nunca se produciría un conflicto de intereses y ante cualquier duda me abstendré para defender en prestigio y buen nombre de esta institución".
Conflicto de intereses
María Muñoz de Ciudadanos, Víctor González de Vox y Mario Garcés del PP preguntaron a la candidata respecto de sus más de dos décadas asesorando a grandes empresas dentro de Cuatrecasas, como informó Invertia, por la relación de su marido asesorando estas empresas en asuntos de competencia y por su paso por el Gobierno de Pedro Sánchez como asesora de la Oficina Económica.
Frente a estas dudas, Fernández ha indicado que la "independencia y control parlamentario" será su hoja de ruta y ha defendido en todo momento la incorporación de perfiles técnicos -como es su caso- en altos cargos de instituciones reguladoras. "Las instituciones y las agencias se prestigian cuando incorporan a su cabeza perfiles eminentemente técnicos y mandan un mensaje de tranquilidad a los mercados, empresas e inversores", ha dicho.
"He sido asesora de la CNMC ante Europa y he sido asesora no gubernamental, pese a estar litigando permanentemente contra ellos. Mi independencia de criterio ha sido siempre el común denominador de mi trabajo", ha agregado.
Del mismo modo ha asegurado que de ser confirmada para el cargo renunciará a su excedencia a Cuatrecasas, vigente desde febrero de este año cuando se marchase a trabajar en el Gobierno. "Confirmo también que establecerá con claridad los supuestos en que tendré que inhibirme y los cumpliré".
"Me abstendré voluntariamente"
"He valorado todas las posibles fuentes de conflicto y les aseguro que nunca se producirá un conflicto de intereses. Me abstendré voluntariamente aunque la ley no lo requiera y lo haré solo en aras de la neutralidad de la CNMC".
En cualquier caso indicó que "no prevé un número significativo en casos de conflictos". Y agregó que su "experiencia se resume en una palabra; independencia de criterio. No obstante, no respondió la pregunta respecto de cuántas empresas con supuestos conflictos de intereses podría haber asesorado en el último año.
Finalizó su intervención antes de la votación indicando que la propia OCDE tiene un documento del 2004 en el que promueve que los miembros de autoridades regularorias sean técnicos de primer nivel.