La actividad de las fábricas españolas registró en julio un fuerte incremento que permitió al índice PMI manufacturero situarse en los 53,5 puntos, frente a los 49 del mes anterior, lo que representa la mejor lectura del dato desde abril de 2018 y devuelve al sector a terreno expansivo tras el desplome experimentado durante la pandemia, aunque continúa destruyendo puestos de trabajo, según los datos de IHS Markit.
La producción y los nuevos pedidos regresaron simultáneamente al crecimiento en julio y, en ambos casos, estos fueron los primeros incrementos registrados por el estudio desde febrero pasado y los mejores observados desde principios de 2018.
Las empresas encuestadas informaron de forma generalizada de que la cada vez mayor reapertura de la economía tras el confinamiento conllevó a un nuevo aumento de la demanda. Factores similares también ayudaron a respaldar la recuperación de las ventas al exterior. Los últimos datos indicaron que los nuevos pedidos procedentes del extranjero se incrementaron de manera sólida y por primera vez en más de un año.
"La progresiva reapertura de la economía ayudó a respaldar un aumento de la demanda y a impulsar el incremento de pedidos procedentes de fuentes nacionales e internacionales", declaró Paul Smith, economista de IHS Markit, para quien, no obstante, "aún queda mucho camino por recorrer hasta que se vea un retorno a los niveles de actividad registrados antes de la intensificación de la pandemia".
De hecho, para cumplir con las mayores necesidades de producción, los fabricantes españoles continuaron utilizando sus inventarios de materias primas y productos semielaborados.
De este modo, a pesar de los incrementos en la producción y los nuevos pedidos, las empresas continuaron operando muy por debajo de su capacidad y, puesto que las cargas de trabajo en general siguieron siendo bajas, de nuevo se registraron recortes de empleo. El nivel de empleo en general disminuyó por decimoquinto mes consecutivo.
"Los fabricantes son generalmente cautelosos en su opinión sobre cómo se presentará el resto del año y el primer semestre de 2021, y muchos esperan una recuperación constante, pero con notables riesgos a la baja dado el claro potencial de un resurgimiento de la Covid-19 y el impacto negativo asociado en la actividad económica en general", añadió Smith.