China sigue tratando de afianzar su recuperación tras el coronavirus. Tras haber controlado la pandemia, ahora su Gobierno sigue centrado en recuperar la economía del país. ¿El primer paso? poner en marcha sus fábricas para volver a ser la primera fábrica del mundo, lo que le ha permitido recuperar sus exportaciones en un tiempo récord. 

Los últimos datos aportados por el Gobierno chino reflejan que las ventas al exterior han repuntado un 7,2% frente a una caída de dos décimas que esperaban los analistas. Esto supone hablar del único país del mundo que ha logrado revertir la caída de las exportaciones. 

Este crecimiento se debe a varios factores. El primero, que buena parte de las compras de material sanitario que están efectuando los países azotados por la Covid se llevan a cabo en China.

La demanda interna

En segundo lugar, porque la puesta en marcha de las fábricas a lo largo y ancho del planeta conlleva también la compra de distintos materiales y productos que son producidos por la gran fábrica del planeta. Especialmente en el sector del automóvil. 

Desde el mundo económico existen dudas de que ese crecimiento exportador se pueda mantener en los próximos meses al mismo ritmo. Sobre todo porque buena parte de la producción de material sanitario se está desplazando ya hacia los propios Estados.

La recuperación China en las exportaciones contrasta con otros datos conocidos -por ejemplo- en Estados Unidos. Allí las ventas al exterior descendieron un -4,4%, en la Eurozona el descenso alcanzó 

Pese al esfuerzo de ventas al exterior, China sigue mostrando una gran debilidad en las importaciones que cayeron en julio un 1,4% interanual. Rompían así las estimaciones que hablaban de un aumento del 1%. 

Por si fuera poco, el Gobierno del país tiene que lidiar también con una cifra elevada de paro y nuevos rebrotes que han surgido en el país. Todo ello mientras China intenta negociar con Estados Unidos una nueva fase de su acuerdo comercial. 

Sea como sea, lo que se dirime a partir de ahora es si China logrará -o no- desbancar a Estados Unidos como primera potencia económica mundial.