Tras la pausa impuesta por la crisis del coronavirus, Bruselas reactiva su plan para retirar de circulación las monedas de 1 y 2 céntimos de euro y aprobar una regla común en la UE que armonice el redondeo de precios. El primer paso será realizar una evaluación de impacto y una consulta pública para recabar la opinión de todas las partes interesadas, incluyendo autoridades nacionales, consumidores y representantes de la sociedad civil. El plazo se ha abierto este lunes y durará 15 semanas.
Como parte de este examen, Bruselas estudiará cuidadosamente el impacto social, económico y medioambiental del uso de las monedas de 1 y 2 céntimos. En los últimos meses ha emergido un nuevo argumento favorable a su supresión: precisamente, el posible papel del efectivo en el contagio de la Covid-19.
"La Comisión tendrá en cuenta en su evaluación cualquier estudio relevante a nivel nacional o europeo que esté disponble sobre el riesgo de contaminación con el virus SARS-CoV-2 y el uso de monedas de euro", explica el Ejecutivo comunitario en el documento en el que anuncia su análisis de impacto.
Partiendo de esta evaluación, el Ejecutivo comunitario decidirá a finales de 2021 si presenta una propuesta legislativa para retirar de circulación las monedas de 1 y 2 céntimos (e incluso acabar con su curso legal) y para armonizar las reglas de redondeo. Esta nueva fecha supone un retraso de un año respecto al calendario originalmente previsto antes de que estallara la pandemia.
Ahorro medioambiental
En la actualidad, cinco países de la UE ya tienen reglas de redondeo al valor en cinco céntimos más cercano para los pagos en efectivo. Se trata de Bélgica, Finlandia, Irlanda, Italia y Holanda. "Su experiencia será particularmente relevante en el análisis de impacto", explica la Comisión.
Hasta ahora, los diferentes informes elaborados por Bruselas inclinan la balanza a favor de suprimir las monedas de 1 y 2 céntimos. En primer lugar, no circulan de forma eficiente entre los operadores económicos, sino que simplemente se acumulan o se pierden. Los comerciantes las dan como cambio a sus clientes, pero los clientes no las vuelven a poner en circulación (uso en una sola dirección).
Los costes para los comerciantes son altos: adquirir monedas de 1 céntimo en un cilindro de 50 unidades (es decir, con un valor total de 50 céntimos), puede llegar a costar hasta 1 euro, el doble de su valor real.
La acuñación continuada de monedas de 1 y 2 céntimos debida a que se pierden constantemente puede tener un elevado impacto medioambiental. Suprimirlas permitiría una reducción importante del acero y cobre necesarios para fabricarlas y ahorros medioambientales en transporte o empaquetado.
También tiene un impacto presupuestario negativo: es una actividad que genera pérdidas para muchos Estados miembros, puesto que los costes de producción y manipulación son más altos que el valor nominal.
¿Subirá la inflación?
Finalmente, la gran mayoría de ciudadanos de la eurozona (el 64% de media y el 54% en España) están a favor de retirar las monedas de 1 y 2 céntimos.
El principal factor que frena la supresión definitiva es el miedo a que provoque un aumento de la inflación. No obstante, Bruselas alega que la transparencia de los precios, el nivel de sensibilización de los consumidores y la competencia en el sector comercial limitarán el riesgo de subidas de precios.
La experiencia de los países que ya han introducido reglas de redondeo muestra que el impacto sobre la inflación es nulo. Y la reducción de los costes de gestión permitiría a los comerciantes bajar los precios, sostiene el Ejecutivo comunitario.
Otros posibles problemas que señala la Comisión son el impacto en los grupos de población con menor nivel de renta, los costes de retirada si dejan de tener curso legal, así como las repercusiones en los ingresos de las organizaciones benéficas, que reciben una gran cantidad de monedas de 1 y 2 céntimos.
Según el último informe de Bruselas de noviembre de 2018, la emisión de monedas de 1 y 2 céntimos aumenta más deprisa que la de las otras monedas en euros. Cada ciudadano de la eurozona posee ahora por término medio 181 de estas monedas. Cerca de la mitad de todas las monedas en euros emitidas son monedas de 1 y 2 céntimos de euro.