Firme mensaje del gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, a la clase política española. Sin consenso para tomar medidas a largo plazo, la crisis del coronavirus puede generar daños estructurales en la economía más allá de los que ya se están empezando a notar como consecuencia de la pandemia.
Durante un extenso discurso pronunciado en el XI Encuentro del Sector Financiero organizado por KPMG y Expansión, Hernández de Cos, ha asegurado que "un marco institucional y de gobernanza estable y sólido es clave para salir de la crisis".
En este sentido, ha pedido que ante el "complejo e incierto" futuro económico para el país, la política económica debe ofrecer certidumbre a todos los agentes. Algo que exige apoyar la recuperación, pero también "hacer frente desde ya" los retos de largo plazo. Y para ello, los acuerdos son indispensables.
Como viene advirtiendo desde hace semanas, el gobernador del Banco de España ha vuelto a insistir en el riesgo de que la crisis sanitaria, que ahora también es económica, se transforme en una crisis financiera.
En este sentido, el Banco de España ya empieza a percibir algunos daños estructurales, como el endeudamiento de empresas y familias y cierta destrucción del tejido productivo, con una disminución de casi 84.000 empresas entre finales de febrero y finales de septiembre (-6,1 %, en tasa interanual).
Empresas en pérdidas
En concreto, las simulaciones del Banco de España apuntan a una fuerte contracción de la rentabilidad de las empresas este año, con más de la mitad con expectativas de pérdidas en 2010. Por su parte, las simulaciones sobre la evolución de la liquidez de las empresas permiten también anticipar que el porcentaje de empresas con necesidades de liquidez desde el segundo hasta el cuarto trimestre de este año aumentaría como resultado de la pandemia casi 10 puntos porcentuales, hasta situarse en el 70%.
Así, calculan que el porcentaje de empresas con un nivel de deuda sobre activo elevado, aproximado por una ratio superior a 0,75, aumentará, de acuerdo con estas simulaciones, en 7 puntos porcentuales. Según ha explicado Hernández de Cos, este incremento será muy superior (en más de 20 puntos porcentuales en algunos casos) en las empresas de los sectores más afectados por la crisis.
Además, según ha explicado el gobernador, el peso de las empresas con un nivel de deuda neta diez veces superior a sus ingresos, aumentará en más de 15 puntos porcentuales, que podría alcanzar los 40 puntos en los sectores más afectados por la crisis.
Otro dato que corre el riesgo de convertirse en permanente si no hay consenso para tomar las medidas adecuadas, es el de la pérdida de empleo efectivo y el riesgo de que "la persistencia de la crisis lo convierta en desempleo de larga duración". El Banco de España apunta también en este sentido a la desigualdad que ya se observa ante el mayor impacto de la crisis en los trabajadores con salarios más bajos, mujeres y jóvenes.
Medidas a aplicar
Frente a este entorno, el gobernador del Banco de España ha abogado por mantener, e incluso ampliar si fuera necesario, las medidas de apoyo (tanto de rentas de hogares y empresas como financieras y monetarias), pues su retirada prematura "causaría unos perjuicios que exceden los posibles costes de mantenerlas hasta que la recuperación dé muestras de suficiente solidez".
Por otro lado, Hernández de Cos ha reiterado que las medidas de política fiscal deben enfocarse ahora en los sectores y grupos poblacionales más afectados.
Asimismo, ve "crucial" la identificación temprana de los cambios estructurales y ha apuntado que la política económica debe dirigirse a facilitar y apoyar la adaptación del tejido productivo a las nuevas realidades y la reasignación eficiente de los recursos, lo que implica que debería facilitarse la salida ordenada del mercado de las empresas con modelos de negocio no viables.
En el caso de que aumente el endeudamiento empresarial, cree que "tendría sentido" modificar los instrumentos de apoyo a las empresas para que no impliquen un aumento de las obligaciones financieras.
"Las ayudas directas o las inyecciones temporales de capital pueden resultar instrumentos más eficaces ahora para las empresas viables. Y para las que se enfrentan a dificultades para hacer frente a sus obligaciones financieras, debería facilitarse un funcionamiento más ágil de los procedimientos de reestructuración de las deudas", ha explicado Hernández de Cos. También considera clave introducir mejoras en el funcionamiento de los procedimientos judiciales y extrajudiciales de insolvencias que redunden en una mayor eficiencia y agilidad.
Toque a la banca
Buena parte del discurso del gobernador ha estado centrada en la situación a la que se enfrenta el sector bancario nacional. Dejando claro que las entidades entraron en la crisis con una sólida posición de capital, Hernández de Cos no ha descartado un notable impacto en la solvencia si la crisis sigue su curso, con un impacto significativo en el deterioro de los activos del sector.
En este sentido, y recordando que ese impacto dependerá de cada entidad y de su exposición a los sectores más afectados por la crisis, desde el Banco de España insisten en que los bancos deben reconocer a tiempo el deterioro efectivo de la calidad de las exposiciones crediticias a través del cumplimiento de las guías supervisoras.
Pese a que estos días el sector en bloque ha defendido el retorno del dividendo tras el veto del Banco Central Europeo (BCE), Hernández de Cos ha rebajado el optimismo al asegurar que las políticas de retribución "tendrán que seguir siendo prudentes hasta que no se disipe la incertidumbre y se consolide la recuperación".