El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha vuelto a salir en defensa de las medidas de estímulo del Banco Central Europeo (BCE) asegurando que el organismo seguirá haciendo lo que sea necesario para mantener a raya el impact de la pandemia en la economía de la región. Del mismo modo, advierte que la "retirada prematura" de los estímulos, por parte también de las autoridades nacionales, produciría más daño al tejido productivo que los costes que supone su aplicación .
Durante su intervención en un evento organizado por Deusto Business Alumni en Bilbao, Hernández de Cos ha reconocido ciertos riesgos a los que todavía se enfrenta la economía de la zona euro, recordando la fragilidad de su recuperación y una "inflación prevista a medio plazo que se encuentra muy por debajo de nuestro objetivo". En ese último punto, ha confirmado que el BCE se encuentra estudiando sus posibles objetivos de inflación como ya ha hecho la Reserva Federal (Fed) de EEUU.
El gobernador del Banco de España también ha aludido a "una evolución del tipo de cambio efectivo nominal que en los últimos meses ha contrarrestado una buena parte de nuestro estímulo". Todos ellos factores que, a su juicio, "permiten concluir que no cabe margen para la complacencia".
Máxima prudencia
Ante este escenario, Hernández de Cos insiste en que el BCE tendrá que mantener un estímulo monetario significativo "hasta que logremos que la recuperación sea sólida". En este sentido, ha dejado claro que el organismo está dispuesto a "recalibrar las medidas anteriores, o a introducir otras nuevas si fuera necesario, para cumplir con nuestro mandato de estabilidad de precios, entendido siempre de una forma simétrica".
Además del BCE, el gobernador insiste en que "el resto de autoridades económicas, tanto nacionales como europeas, deben entender que dada la incertidumbre sobre la evolución futura de la pandemia y sobre la solidez de la recuperación económica, es fundamental mantener sus medidas de estímulo, ahora de una manera más selectiva y focalizada". Es en este momento de su discurso en el que ha remarcado que "una retirada prematura de estas supondría unos perjuicios para el tejido productivo del área del euro y, potencialmente, para nuestro sistema financiero que exceden los posibles costes a medio plazo de mantenerlas en el tiempo".
Espacio para las fusiones
Durante la ronda de preguntas del encuentro, el gobernador ha explicado que las fusiones bancarias son "un instrumento potencialmente para afrontar el contexto de baja rentabilidad que vive el sector". Así, considera que este tipo de operaciones deben ser percibidas como efectivas en el logro de ese objetivo por, en primer lugar, los propietarios, los accionistas y por supuesto los gestores de los bancos".
Por ello, ha señalado que "si se pregunta si existe margen, tanto a nivel europeo como nacional para que se produzcan fusiones que mejoren en esa dimensión de mayor eficiencia y, al mismo tiempo, no comprometan la competencia y, al mismo, garanticen la estabilidad financiera, creo que sí".
En todo caso, ha subrayado que "que se vayan a producir o no depende esencialmente de que esa misma percepción sea tenida por los accionistas y los gestores de las entidades".
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