Desde que el coronavirus comenzó a expandirse hasta convertirse en una pandemia mundial, los países han gestionado la enfermedad con el dilema de si lo adecuado era salvar la economía o priorizar la salud. Nueve meses después de la llegada de la Covid-19 a España, un estudio de BBVA Research demuestra que esa dicotomía entre economía y salud no existe.
Los países que han controlado mejor los contagios son los que han contenido más la caída del PIB per cápita en 2020 y por tanto, los que han preservado mejor el bienestar de sus ciudadanos.
El caso de España es dramático, como muestra este gráfico en el que se pone en relación la caída del PIB por habitante con el número de fallecidos por cada millón de personas. Y eso a pesar del duro confinamiento que se decretó la pasada primavera.
De los países analizados en base a los datos del FMI (economía) y Our World Data (pérdida de vidas humanas), España es el que sale peor parado al ocupar el lugar más bajo de la tabla por su caída de PIB y al mismo tiempo, estar en una de las posiciones más a la derecha por el alto número de muertos.
Junto a nuestro país, en esa parte baja-derecha de la tabla figuran otros con un resultado similar en la gestión de la Covid-19. En concreto, Italia, Francia y Reino Unido. En la parte alta izquierda -la que ocupan los países que menos riqueza y vidas han perdido por el virus- figuran Corea del Sur, Noruega, Japón o Alemania.
Hay que tener en cuenta la ausencia de China por no formar parte de la OCDE, pero el gigante asiático está ya con la recuperación en marcha después de crecer en el tercer trimestre un 4,9% interanual. También llama la atención la presencia de Turquía como uno de los lugares con mayor resistencia al virus en términos económicos y de fallecidos.
La combinación de estos datos "nos indica que los países que más han controlado los contagios muestran en media una menor caída del PIB per cápita", señalan los economistas Javier Andrés, José E. Boscá, Rafael Doménech y Javier Ferri.
"Parece claro, a fecha de hoy, y con las limitaciones expuestas, que España, Bélgica, Italia, Reino Unido o Francia figuran en el vagón de primera clase de los países que peor se han desenvuelto en términos de bienestar con los efectos de la pandemia entre las economías avanzadas", concluyen en el informe.
De este modo, países con menos riqueza per cápita que las grandes economías de Europa han sido más eficaces en la gestión, entre otros motivos, por la inversión que han hecho en tecnología y rastreo, explica a este periódico uno de los autores del informe.
Esa mayor eficacia para contener la pandemia dejará una herencia importante a las economías, dado que se ha disparado menos la desigualdad y se ha manejado mejor la caída de la esperanza de vida que ha provocado la Covid-19.
El documento de BBVA Research alude a otros estudios -y en concreto, utiliza un trabajo de los economistas Jesús Fernández Villaverde y Charles I. Jones- para recordar que todavía es pronto para determinar qué parte de este resultado es fruto de la gestión y cuál ha sido producto de la buena o la mala suerte -es decir, a que esas geografías se hayan visto afectadas por una cepa menos virulenta del virus-.
Pero, sin perder de vista ese punto de prudencia, los datos indican que los países que han adoptado decisiones con mayor rapidez para atajar la expansión del coronavirus y que están utilizando sistemas de rastreo más eficientes salen mucho mejor parados.
La rapidez de respuesta
"Podría ser que un país hubiera tardado demasiado tiempo en tomar decisiones para frenar los contagios, llevando a cabo un número insuficiente de rastreos, o diseñando aplicaciones inútiles para detectar contagiados en el entorno personal (mala gestión)", apunta el estudio para explicar que se disparen en esos casos las hospitalizaciones y los fallecimientos.
Ese punto de partida es el que explica, además, que muchos países hayan tenido que tomar después medidas más estrictas de confinamiento para la población, lo que afecta de forma muy negativa a la actividad económica. El caso español podría encajar en esta hipótesis.
En eficacia, Corea del Sur es el mejor ejemplo. Este país, al igual que otros asiáticos, ha adoptado medidas de control más efectivas para evitar la propagación del virus. Conocida es la app que han utilizado muchos países en Asia para someter los teléfonos móviles a un escáner QR que determina si el portador de ese dispositivo está libre de Covid-19 y por tanto puede acceder a un restaurante o a un taxi.
Se trata de aplicaciones que en la Unión Europea no se han planteado por el debate que generan en torno a la privacidad de los datos. Pero son muchos los economistas y expertos en salud que han venido reclamando el uso de este tipo de sistemas para poder contener el virus con los menores daños económicos y sociales posibles.
En pleno auge de la segunda ola del coronavirus y sabedores de que vendrá una tercera ola, en España todavía no funciona de forma correcta la aplicación Radar Covid que iba a permitir la detección temprana del virus.
El estudio no olvida que hay países como Estados Unidos (parte superior derecha de la tabla) con muchos fallecidos y una caída más contenida del PIB que los europeos. Pero curiosamente, al incluir una nueva línea naranja de puntos en el gráfico para medir cómo afecta la pandemia al bienestar, EEUU sí figura entre los países peor parados al caer a la parte inferior derecha.
Por desgracia, España tampoco sale bien parada en este gráfico. Una tabla que como la anterior, muestra el éxito de Asia y el fracaso de Occidente en la contención de una pandemia que va a acortar la distancia económica que separa a los dos grandes gigantes mundiales: Estados Unidos y China.