Rocío Blanco: "Las empresas se están muriendo y no tienen respuesta del Gobierno"
La consejera de Empleo de la Junta de Andalucía defiende el potencial de la comunidad y pide "no conformarse" con volver a la situación económica previa a la crisis.
6 diciembre, 2020 02:59Rocío Blanco (Córdoba, 1966) rechaza que la llamen de usted. Habla rápido pero con una tímida sonrisa. Se deja ver en los pasillos del Parlamento de Andalucía con una escayola en el brazo. Cuando los periodistas no la vemos, está centrada en el reto más importante de su vida laboral: ser la consejera de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo en la Junta de Andalucía.
Su extenso curriculum vitae se ha desarrollado principalmente en Andalucía. Licenciada en Derecho, entró en el Cuerpo de Inspectores de Trabajo en 1993. Su vida laboral cambió en 2012 cuando recibió la llamada de la Tesorería General de la Seguridad Social para hacerse cargo de la dirección en Málaga y gestionar, entre otros retos, el proceso de regularización de empleadas del hogar.
Blanco ha recibido otras llamadas que le han cambiado la vida. La que le informó que recibiría la Cruz al Mérito Policial por la labor realizada en la lucha contra el fraude y la del Gobierno del cambio. Fue propuesta por Cs para dirigir las políticas de empleo en la comunidad donde el paro es un virus crónico y estructural.
No se arrepiente de su decisión que le ha traído sonrisas y lágrimas. Sonrisas al formar parte del crecimiento económico de Andalucía en 2019 y lágrimas cuando recordaba en comisión parlamentaria el trabajo de los funcionarios en la gestión de los ERTE. Atiende la llamada de Invertia y repasa los temas económicos del mañana. También con una sonrisa tras el teléfono.
En la primera ola afirmaba que no había interlocución con el Gobierno central para salir de la crisis. ¿Ha mejorado su relación con Yolanda Díaz?
Seguimos prácticamente igual. El último contacto fue en la conferencia sectorial del mes de septiembre. Allí vimos la predisposición del Gobierno para devolver a Andalucía el dinero de formación sustraído en la primera conferencia sectorial. Vimos una voluntad del Ejecutivo de entender lo que había pasado y una predisposición a entender las razones por las que llevamos el tema al Tribunal Constitucional.
¿Qué fallos y aciertos aprecia en la gestión del Gobierno?
Los ERTE se han tratado de forma muy complicada desde el punto de vista administrativo. Se tendría que haber hecho como en Alemania, Francia o Bélgica. En Andalucía propusimos al Estado hacer una transferencia directa a las empresas de los ERTE para que ellas se encargaran de abonar las nóminas sin atrasos ni errores.
No es el momento de innovar ni de hacer políticas nuevas. Es necesario que se dé en la diana. Las medidas tomadas han intentado que la economía no muriera y mantener sus constantes vitales pero estas medidas no la reactivarán. No se han determinado ayudas directas como en otros países.
Si los fondos europeos no se utilizan para reformas estructurales, la economía no se va a reactivar. Estamos en un periodo de incertidumbre extrema y la recuperación va a depender de respuestas rápidas con medidas eficientes. No podemos entender la economía como una isla. Todos dependemos de todos y si se rompe una pieza del engranaje va a afectar a todos.
Por otra parte, apostar por los ERTE han sido un gran acierto. Sin ellos la caída del PIB sería mucho mayor. Sí que veo necesario complementarlos con formación en sectores que son emergentes en empleo y para recualificar a los trabajadores.
¿Cómo valora los Presupuestos Generales del Estado? ¿Algo que eche en falta?
Los Presupuestos Generales del Estado están lejos de ser las cuentas públicas que necesita España en su actual escenario. Los supuestos en los que se basan han sido cuestionados por el Banco de España, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) o la Comisión Europea.
Los PGE están lejos de ser las cuentas que España necesita
El Gobierno además incluye los 27.000 millones de euros de fondos europeo. A ningún gobierno se le ocurriría pintar como ingresos unas ayudas que aún no tiene y que previsiblemente deben venir al sector privado. A eso se le suma la subida de los impuestos que será contraproducente. La receta fiscal es la misma que cuando crecimos en el 2019.
Ha sido fiel defensora de la ampliación de los ERTE hasta el fin del estado de alarma. Cada sector apunta a una fecha: Semana Santa, verano, finales de 2021… En su opinión, ¿hasta cuándo se tendrían que ampliar? ¿Sería sostenible para la economía nacional y andaluza?
Desde la Junta de Andalucía pedimos que los ERTE se dilaten hasta mayo con el fin del estado de alarma. No tiene sentido que terminen antes que el estado de alarma. El Gobierno no ha hecho un gran esfuerzo por mantenerlos presupuestariamente, solo el equivalente a un mes.
Desde el Ejecutivo ponen el foco en los ERTE y en las prestaciones por cese de actividad pero no hay un plan de estímulo por sectores. Se centran en lo asistencial sin pensar en la reconstrucción. Deberían centrarse en lo que viene después de la crisis. Habría que acompañar los ERTE con medidas y fondos pero no mantener los gastos.
Muchos son los sectores que esperan un plan de rescate del Gobierno: hostelería, agencias de viajes... ¿Qué consecuencias tiene esta tardanza para las empresas y sus trabajadores?
Las empresas están pasando una situación muy difícil. Están muriendo poco a poco con costes fijos y no están teniendo una respuesta de la administración. Parece que en el ideario del Gobierno, la empresa tiene una visión negativa. No ven al empresariado como un motor económico.
La empresa se debe ver como la base para salir de la crisis. Se la está arrinconado y para la Junta de Andalucía es el motor económico principal. El Gobierno tiene que entender que las empresas son parte fundamental en la salida de la crisis.
La reforma laboral vuelve a estar encima de la mesa. ¿Ve con buenos ojos introducir cambios o es partidaria de no modificarla por el momento?
No la modificaría. Para el inversor extranjero y nacional, hablar de derogar la reforma crea incertidumbre. Hasta Europa ha dicho que no es lo conveniente. El modelo de seguridad que se intentó adoptar con la reforma fue un modelo de éxito para el crecimiento.
Derogar la reforma tendría efectos perversos y devastadores para la economía y los trabajadores, especialmente para los jóvenes y los mayores de 45 años. Revisar la reforma es preciso pero a medio o largo plazo en los plazos correctos.
Derogar la reforma laboral tendría efectos perversos y devastadores para la economía
Además, nuestro país se enfrenta ahora no solo a una crisis de la economía real sino también a una financiera. Nuestro déficit público bajo cualquier escenario va a ser gigantesco los próximos años y nuestro stock de deuda pública estará muy por encima del 123%.
Andalucía sería una de las CCAA que más fondos europeos debería recibir según los criterios dictados por la UE. ¿Teme que el reparto se vea perjudicado por los tintes políticos?
Ya ha pasado con los Fondos Covid. Los criterios deberían ser los que dijo la Unión Europea: PIB, tasa de paro y población. Queremos y esperamos pero las pruebas no han sido beneficiosas para Andalucía.
Es fundamental que a Andalucía se le asignen fondos en consonancia con su peso en el territorio nacional. Sin embargo, las ayudas de los fondos europeos solo producirán beneficios transitorios. Para que duren en el tiempo hacen falta reformas que respondan al contexto nuevo generado por la crisis.
¿Cómo puede Andalucía dejar de ser la comunidad del paro?
Andalucía tiene mucho potencial y estaba empezando a crecer en 2019, incluso por encima de España. Andalucía tiene que creer en su potencial. Para eso, tenemos que centrarnos en I+D+i, facilitar la financiación a empresas, impulsar la internacionalización, la estabilidad institucional y eliminar trabas administrativas.
El diseño de las políticas públicas tendrá un impacto clave en la evolución de la economía. Andalucía debe reducir la temporalidad en el mercado de trabajo, aumentar la eficiencia de las políticas activas de empleo, la cualificación y la flexibilidad interna.
No debemos conformarnos con volver a la situación previa a la crisis. Andalucía tiene una oportunidad histórica de maximizar el impacto del plan de recuperación de los fondos europeos y resolver algunos de los problemas crónicos que tenemos.
Los que se podrían sumar a la lista del paro son los trabajadores de Abengoa. ¿La Junta de Andalucía ha estado a la altura de la situación?
Abengoa es una gran empresa andaluza generadora de empleos de calidad, estables e indefinidos. La Junta de Andalucía no tiene nada que ver con la crisis de Abengoa. Su crisis venía de lejos. No hay instrumentos jurídicos ni financieros ahora mismo para dar esos 20 millones. Si lo hubiera, se habría buscando.
Se habla de Abengoa pero no de los miles de autónomos que están cerrando sus negocios
Se habla de Abengoa y grandes empresas pero no de los miles de autónomos que están cerrando sus negocios y con pérdidas muy superiores. Son 20 millones de euros, no es una cantidad desorbitada. Mientras tanto, el servicio jurídico de la Junta sigue buscando la fórmula.
Usted ha defendido que hay que enseñar al empresariado, entre otras cosas, las bondades de un contrato indefinido. ¿Qué enseñanzas está dejando esta crisis?
La protección a los trabajadores con contrato indefinido. Sin embargo, el Gobierno no está ayudando a los temporales, por ejemplo, los que trabajaban en las fiestas primaveras y vivían durante el resto del año. No podemos olvidarmos de la mayoría que está fuera del mercado. Nadie se está fijado en su protección.
Hace unos días se cumplían dos años del Gobierno del cambio. Con esta etapa que le ha tocado gestionar, ¿se arrepiente de haber entrado en política?
(Risas) Pues no. Está siendo uno de los retos más apasionantes de mi vida. En una época más tranquila a lo mejor estaría dando otra respuesta. El equipo es muy técnico, saben hacer las cosas muy bien y es muy implicado. Se está dando respuesta adecuada dentro de nuestras competencias.
Estoy muy orgullosa de mi equipo. Cuando pasen los años, nos acordaremos de que intentamos ayudar. El futuro dirá si lo conseguimos pero está mereciendo la pena pese al dolor que padecemos por esta dura situación social.