Después de meses maratonianos para que España estuviera preparada para poder ejecutar cuanto antes los fondos europeos, este viernes entran en vigor los Presupuestos que liberan los tramos que podrán utilizarse en 2021 y los dos Real Decreto Ley para reducir la burocracia que rodeaba la asignación de este tipo de ayudas.
Con la Secretaría General de Fondos Europeos recién creada bajo la dirección de Mercedes Caballero en Hacienda y el refuerzo de competencias de Manuel de la Rocha en Presidencia, el Gobierno espera que la digestión de esas ayudas permita apuntalar la recuperación.
La meta fijada por el Ministerio de Economía es que estas ayudas impulsen el PIB hasta 2,6 puntos en 2021. Sin embargo, el Banco de España cree que el impulso de esas ayudas será de la mitad y sumará 1,3 puntos del PIB.
Basa este cálculo en los datos empíricos sobre los efectos multiplicadores de este tipo de proyectos de inversión. Según su departamento de Economía y Estadística, el Gobierno ha sido más optimista en los cálculos sobre el impacto al estimar que será posible conseguir unas tasas de absorción de las ayudas algo inferiores al 80%. Mientras, los economistas que trabajan bajo el mando de Óscar Arce consideran que esa tasa será algo inferior al 60%.
Por su parte, la estimación del FMI es más próxima a la del Banco de España, al cifrar en un 1% ese impulso.
Se puede decir así que hay consenso en que los fondos impulsarán la economía a partir de 2021. Pero hay más de un punto de PIB en juego con la eficiencia que se consiga con su reparto a través de la Secretaría General de Fondos Europeos.
En este sentido, desde el Instituto de Estudios Económicos (IEE) se elaboró un cálculo utilizando datos del Banco de España y el Banco Europeo de Inversiones que establecía que por cada euro de gasto público dedicado a la inversión, el sector privado es capaz de movilizar otros cuatro euros.
Para que esto fuera posible, era crucial el contenido de la normativa para modernizar la Administración española, que se aprobó en Consejo de Ministros la pasada semana y este jueves se publicará en el BOE.
Desde la CEOE se considera que "es un buen paso abordar un traje a medida de estos fondos porque son una herramienta útil", explica a este periódico el jefe de la Oficina de Proyectos Europeos de la CEOE, Luis Socías.
Sin embargo, el hecho de que finalmente la normativa se haya elaborado con "un enfoque casi exclusivo del sector público", hace que la inversión de las empresas que se movilice con estas ayudas pueda ser inferior.
"Falta un mayor llamamiento a que la iniciativa privada participe, más allá de lo que se ha establecido para abordar la cooperación público privada en figuras como los PERTE", advierte Socías.
Los empresarios creen que hubiera sido más eficiente que en los convenios, cuando fueran varias las Administraciones públicas involucradas, fuera una la que asumiera la gestión. Y en los consorcios, creen que hubiera sido bueno que el sector privado pudiera ser más activo, incluso aportando personal para el desarrollo de los proyectos.
Con todo, la vocación de los empresarios es la de seguir "ayudando al Gobierno" para exprimir estas ayudas, lo que supone un buen viento de cola para la nueva Secretaría General de Fondos Europeos.
Impulso de otros fondos
La fuerte apuesta por la comunicación de este reparto de fondos que se ha hecho desde Moncloa hace que muchas empresas y autónomos piensen que a partir de mañana va a ser posible optar a una avalancha de ayudas envueltas en una compleja maraña burocrática.
Pero la realidad es que de momento, el dinero que se puede ejecutar es el que procede de fondos que ya estaban activos, aunque ahora han sido reforzados.
"Todo el mundo cree que nos va a caer una lluvia de millones con el Next Generation Europe y hay que tener cuidado con las expectativas porque no va a ser nada fácil ejecutar este presupuesto. Veremos qué pasa con la gestión de los fondos", advierte a este periódico la consultora de Euro Funding, Victoria Palau.
Sin embargo, esa publicidad de los fondos ha conseguido despertar el interés de muchas empresas sobre el uso de estas ayudas. Esto podría permitir que fondos de la Unión Europea que España tenía asignados en otros ejercicios y no conseguía ejecutar consigan ahora encontrar un destino final para proyectos españoles.
Un hecho que podría impulsar la economía por encima de las expectativas de los servicios de estudio y acelerar así la lenta recuperación económica que debería arrancar en 2021.
"Tenemos dos grandes paquetes en el NGEU. Por un lado, están los fondos nuevos, los diferentes, pero luego están el resto de instrumentos del marco financiero plurianual que ha abierto un ciclo nuevo para el periodo 2021-2027, pero va a tener el mismo recorrido que el que ha tenido hasta ahora. Es importante que las empresas que antes estaban alejadas de esta realidad aprovechen este momento para acercarse a estas ayudas", reconoce Luis Socías.
De hecho, en términos de dinero que llegarán este año, los 'viejos' fondos que han sido reforzados representan casi el triple que los nuevos. Y además, estarán operativos antes, ya que organismos como el CDTI o el IDAE llevan años trabajando con ellos.
Tanto los empresarios como el Gobierno confían en que este programa de ayudas sirva para reducir el impacto que va a tener sobre la economía y la sociedad la alta mortandad de empresas como consecuencia de los efectos económicos de la Covid-19.
De hecho, ambos trabajarán en publicitar la información de todas las convocatorias o subvenciones que se pongan en marcha desde la Administración Pública con webs propias. De cómo llegue ese dinero a la pyme española dependerá la velocidad de la recuperación económica que si no hay nuevos imprevistos arrancará en el nuevo año.