Bruselas allana el camino para que los Estados puedan seguir gastando sin límite en 2022
La eurozona no recuperará el nivel de riqueza previo a la crisis de la Covid-19 hasta la segunda mitad del año que viene, pero España e Italia se quedan atrás.
3 marzo, 2021 02:36Noticias relacionadas
"Debemos tener claro que, cuando se trata del apoyo presupuestario en la actual coyuntura, los riesgos de hacer muy poco superan a los riesgos de hacer demasiado", sostiene el comisario de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni. Aunque la decisión final no se tomará hasta primavera, la Comisión de Ursula von der Leyen, prepara ya el terreno para mantener congelado el Pacto de Estabilidad también en 2022, por tercer año consecutivo. Una medida que permitirá a los Gobiernos de la UE seguir disparando el gasto público para amortiguar el impacto de la crisis de la Covid-19.
Tras el estallido de la pandemia hace ahora justo un año, Bruselas activó por primera vez en la historia la 'cláusula de escape' del Pacto de Estabilidad. No se había hecho ni en la crisis financiera de 2008 ni en la posterior crisis de deuda. Esta disposición deja temporalmente sin efecto, en caso de "crisis económica grave", la obligación de reducir el déficit y la deuda que tienen los Estados miembros.
El Eurogrupo ha avalado prorrogar esta situación de excepcionalidad durante todo 2021 debido al alargamiento de la pandemia. El debate ahora es qué hacer con las reglas presupuestarias el año que viene. La respuesta no puede demorarse: los Gobiernos necesitan las orientaciones de la UE para preparar los programas de estabilidad y las cuentas de 2022.
El Ejecutivo comunitario tiene previsto dar las primeras pistas este mismo miércoles: definirá qué criterios tendrá en cuenta a la hora de proponer (o no) la reactivación del Pacto de Estabilidad. Pero en realidad hay pocas dudas: todas las señales que llegan de Bruselas apuntan a que la 'cláusula de escape' seguirá en vigor en 2022.
Italia y España, los más rezagados
Tras un hundimiento sin precedentes del 6,8% del PIB el año pasado (con España como líder con una recesión del 11%), la recuperación en la eurozona se retrasa debido al impacto de la tercera ola y las nuevas variantes altamente contagiosas del virus y a la lentitud de la campaña de vacunación. El crecimiento no alcanzará velocidad de crucero como pronto hasta la segunda mitad del año y la incertidumbre sigue en máximos.
La UE no recuperará el nivel de riqueza previo a la pandemia hasta mediados de 2022, según las previsiones de invierno de la Comisión. Además, la remontada será muy desigual entre los Estados miembros. Mientras que Alemania volverá a su nivel de Producto Interior Bruto (PIB) previo a la crisis ya a finales de este año, Italia y España son los países más rezagados: al final de 2022 todavía estarán por debajo del PIB que tenían en el último trimestre de 2019.
Es más, ninguno de los Estados miembros volverá en 2022 a la senda de crecimiento proyectada antes de la crisis. En 2022, el PIB anual en la UE y la eurozona seguirá alrededor de un 4% por debajo de lo que las previsiones habían proyectado, de acuerdo con los cálculos de Bruselas.
¿En qué momento reactivar entonces el Pacto de Estabilidad? El Consejo Fiscal Europeo (órgano equivalente a la Autoridad Fiscal Independiente en España) ha propuesto precisamente utilizar como referencia el PIB precrisis en la eurozona. Es decir, las reglas fiscales volverían a aplicarse cuando la eurozona recupere el PIB del último trimestre de 2019. Un umbral que garantizaría que la 'cláusula de escape' siga en vigor en 2022, salvo que la evolución económica mejore drásticamente.
¿Errores del pasado?
"Con la crisis previa ya vimos lo costoso que fue cerrar el grifo demasiado pronto", dijo Gentiloni en un discurso la semana pasada. "En el actual contexto de una recesión muy profunda y desigual y de alta incertidumbre, creo que sería más sabio equivocarse por el lado de hacer más, no menos. Si queremos evitar repetir errores del pasado y un rápido aumento de quiebras, deberemos gestionar la retirada de medidas de apoyo público muy cuidadosamente", alega el comisario de Asuntos Económicos.
Una postura que comparte incluso el Gobierno alemán, que durante la crisis financiera ejerció de guardián de la ortodoxia económica en la UE. Ahora, el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, sopesa prorrogar la suspensión de la regla constitucional de freno a la deuda también en 2022. "La evolución de la economía hará probablemente necesario que utilicemos de nuevo las posibilidades en la Constitución el año que viene para contrarrestar los efectos de la crisis", ha dicho Scholz esta semana.
La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, también ha indicado que apoyará mantener congelado el Pacto de Estabilidad el año que viene. "Nos encontramos en un momento de muy alta incertidumbre, en el que todavía es preciso que la política monetaria y la política fiscal sigan actuando de forma decidida y coordinada para apoyar de forma prioritaria el crecimiento económico y la creación de empleo", dijo en el último Eurogrupo.
El grupo socialista en la Eurocámara reclama al equipo de Von der Leyen que prorrogue la 'cláusula de escape'. "Desde el principio de la crisis, las instituciones de la UE, el Banco Central Europeo y los Gobiernos han hecho todo lo que estaba en su poder para evitar el hundimiento de hogares, empresas y la economía en general. No debemos poner en riesgo este esfuerzo histórico ahora cayendo en la trampa de los halcones presupuestarios que reclaman una aplicación apresurada e irresponsable de las estrictas reglas presupuestarias de la UE", ha dicho su portavoz económico, Jonás Fernández.
Reforma del Pacto
El otro debate paralelo es si hay que reformar el Pacto de Estabilidad y adaptarlo a la nueva situación de elevada deuda pública y bajos tipos de interés antes de volver a aplicarlo. El Pacto fija un tope de deuda del 60% del PIB, pero la crisis de la Covid ha disparado el nivel medio de endeudamiento en la UE por encima del 100% (117% en España). Además, la mayoría de Gobiernos se quejan de que es demasiado complejo de aplicar y se basa en variables no observables como la "brecha de producción".
España considera que la pandemia ha hecho todavía más urgente la reforma de las reglas fiscales. "Lo que nosotros querríamos es que esta discusión se adelante lo máximo posible para que, cuando volvamos a aplicar las reglas fiscales, estén plenamente adaptadas a la nueva situación", defienden fuentes del Ministerio de Economía.
"Hay margen para introducir cambios a través de ajustes interpretativos a nuestras reglas. Pero si queremos ser ambiciosos -y si no es ahora, ¿cuándo?- no deberíamos descartar cambios legislativos", argumenta por su parte Gentiloni. A su juicio, tres son las reformas más urgentes para el Pacto de Estabilidad. En primer lugar, propone dar un trato especial a la hora de calcular el déficit a la inversión, al gasto para impulsar el crecimiento.
En segundo lugar, el comisario de Asuntos Económicos apuesta por dar preeminencia a una "regla de deuda", que fije una senda de ajuste realista y adaptada a la situación de cada país. Finalmente, Gentiloni reclama usar con más frecuencia la 'cláusula de escape' en caso de crisis, eliminando el resto de excepciones previstas en el Pacto. Y ve imprescindible crear un presupuesto anticrisis de la eurozona, cuyo modelo debería ser el fondo anti-Covid de 750.000 millones de euros.
Si al final el Pacto de Estabilidad se mantiene congelado también en 2022, habría en teoría tiempo suficiente para reformarlo antes de que vuelva a aplicarse. No obstante, las fuentes consultadas admiten que el debate será "muy complicado" ya que enfrenta de nuevo a los países del sur con los frugales como Holanda o Austria.