España es, junto a México, el país en el que más se incrementó la presión fiscal durante 2020. Un aumento que es consecuencia de la caída del PIB provocada por la pandemia de la Covid-19, según destaca la institución en un documento publicado este lunes.
En concreto, la relación entre impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social respecto al tamaño de la economía, se incrementó 1,9 puntos durante el pasado ejercicio. Por detrás se sitúa México (1,6 puntos). La mayor caída, en cambio, es para Irlanda con una reducción de 1,7 puntos seguida de Chile (-1,6) y Noruega (1,3).
Según la OCDE en el caso de España todo se debe a que "experimentó la mayor caída del PIB nominal y una menor caída de los ingresos fiscales nominales". Con todo esto, la presión fiscal se situó en el 36,6%, frente al 34,7% de un año antes. Supera a la media de la OCDE que es del 33,5% en donde la presión aumentó tan sólo una décima respecto al año precedente.
En los últimos 21 años la presión fiscal en España ha aumentado seis veces más que en el resto de economías de la OCDE, dice el informe publicado por el organismo.
España ocupa ahora mismo la decimocuarta posición entre los 36 países de la organización cuyos datos estaban disponibles. En 2019 estaba en el vigésimo puesto.
Si se analiza el ejercicio 2019, la OCDE cree que el mayor peso de los ingresos fiscales responde a las cotizaciones a la Seguridad Social (35,3%) frente a la media del 25,9% de la OCDE. El impuesto sobre la renta de las personas físicas, en cambio, supone el 22,7% frente al 23,5% de media en el club de economías más avanzadas.