El Banco de España (BdE) empeora sus proyecciones de crecimiento e inflación para 2022 en un escenario macroeconómico marcado por la guerra rusa en Ucrania, el parón en la cadena de suministros y un coste de la vida que no ha dejado de aumentar durante el último año, desde que la economía iniciara su desconfinamiento tras la Covid. Solo la tasa de paro parece mejorar.
Así, el cuadro macro que ha presentado hoy la institución establece que, en 2022, el PIB de nuestro país crecería un 4,5%; el índice armonizado de precios de consumo (IAPC) se elevaría al 7,5%, y la inflación subyacente, sin energía ni alimentos, subiría hasta el 2,8%.
De materializarse, esto implicaría una rebaja en el crecimiento esperado del PIB de nueve décimas, puesto que en diciembre del pasado año, cuando el BdE realizó sus últimas estimaciones, el cálculo para el PIB español era del 5,4%.
En el primer trimestre, la economía española avanzaría un 0,9% de forma intertrimestral, lo que supone una desaceleración frente al cuarto trimestre de 2021. “Es una cifra coherente con lo que nos transmiten las empresas de nuestro país y los distintos agentes. Creemos que se trata de una previsión equilibrada, pero existen riesgos al alza y a la baja”, ha señalado Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del BdE.
La invasión ordenada por Vladímir Putin en la frontera este de Europa pasa factura. En ese momento, las proyecciones de inflación e inflación subyacente eran del 3,7% y del 1,8%, respectivamente. Por tanto, el IAPC se doblaría presionado por el alza de los precios en la energía y los alimentos.
La energía afecta más de lo previsto
Gavilán ha advertido que, “aunque España no presenta una elevada dependencia energética de Rusia, nuestro país siempre ha sido particularmente vulnerable a shocks en la energía”.
En el escenario central que maneja el organismo gobernado por Pablo Hernández de Cos, en el que no se produce una escalada en el conflicto bélico en Ucrania, este tendría su mayor incidencia negativa sobre la actividad en el segundo trimestre.
Sin embargo, hay una variable macro en la que España parece haber encontrado un desahogo: la tasa de paro, en porcentaje sobre la población activa. Su previsión en diciembre de 2021 para los desempleados era del 14,2%, y ahora la mejora en siete décimas, hasta el 13,5%.
Cabe recordar que el ejercicio pasado, España cerró con un crecimiento del PIB del 5,1%, un IAPC del 3%, un IAPC subyacente del 0,6% y una tasa de paro del 14,8%, según los datos actualizados del BdE.
La economía en 2023 y 2024
Con los condicionantes actuales, estas mismas variables serían del 2,9% (PIB), 2% (IAPC), 1,8% (IAPC sin energía ni alimentos) y 13,2% (desempleo) para el año 2023, según el BdE. Y, para el 2024, su estimación es del 2,5%, 1,6%, 1,7% y 12,8%, respectivamente. La variación de precios se aplanaría si no se dan nuevos incrementos en la energía.