La llegada de la pandemia de Covid-19 destrozó la economía española. De hecho, el tejido productivo no se había recuperado todavía del efecto de la crisis financiera, que se inició en 2008. Ambas situaciones se han llevado por delante la capacidad financiera de las comunidades autónomas. La inversión pública de las regiones está por debajo de los niveles de hace 20 años.
Así lo indica el estudio elaborado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) sobre la evolución de las finanzas autonómicas entre 2003 y 2021. Básicamente, "la inversión real por habitante sigue por debajo de su valor de 2003 en el conjunto del país y en 13 de las 17 comunidades autónomas".
Así, la inversión pública por habitante solo se ha mantenido e incrementado en La Rioja, Madrid, Baleares y Canarias. Este fenómeno es especialmente marcado en los archipiélagos. Allí los gobiernos autonómicos invirtieron en 2021 casi el doble que en 2003.
Obviamente, esta evolución es totalmente diferente en gasto corriente. Con todo, en este caso Fedea incide en que ha estado sostenido por las partidas inyectadas del Estado destinadas a cubrir el impacto económico y las necesidades generadas por la pandemia en la población.
"En 2020 y 2021, la llegada de la pandemia se ha traducido en un fuerte aumento del gasto, que ha sido financiado mediante inyecciones adicionales de recursos estatales y, en alguna medida, europeos", precisa el estudio de Fedea.
Reducción de déficit
"Lo llamativo es que los ingresos adicionales han excedido las nuevas necesidades de
gasto, lo que ha permitido a las autonomías reducir su déficit con respecto a años anteriores hasta prácticamente eliminarlo en 2021", precisa. "El Gobierno ha optado por proteger al máximo a las comunidades frente a los efectos inmediatos de la crisis, lo que no es necesariamente buena idea si retrasa en exceso la reacción de éstas".
Es más, el informe alerta de la marcha de la deuda autonómica y reclama aplicar medidas sobre ella. Ha crecido "sustancialmente" en casi 20 años.
En la actualidad, las autonomías menos endeudadas en relación con su PIB son Madrid, Canarias y las comunidades forales. Las que soportan una mayor carga de 'números rojos' son Murcia, Cataluña, Castilla la Mancha "y, sobre todo, Valencia, que se acerca a un preocupante 50% del PIB".
La situación genera "preocupación" en Fedea por "el elevado stock de deuda que han acumulado la mayor parte de las autonomías" y el hecho de que la mejora del saldo presupuestario autonómico registrada en los últimos ejercicios se apoya en parte en factores anómalos y difícilmente sostenibles.
Entre ellos, "una inversión atípicamente baja y fuertes subvenciones a los intereses a través del fondo de liquidez autonómica (FLA) y otros mecanismos estatales de liquidez".