El crecimiento de la eurozona se ralentiza al 0,2% y la inflación marca otro récord del 10,7%
España, entre los países que registraron un frenazo más abrupto durante el tercer trimestre del año.
31 octubre, 2022 11:01Noticias relacionadas
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El fantasma de la estanflación acecha a la eurozona. La economía de los países que comparten la moneda única apenas registró un crecimiento del 0,2% durante el tercer trimestre del año (frente al avance del 0,8% entre abril y junio) debido al impacto de la crisis energética, la inflación desbocada y la guerra en Ucrania. Al mismo tiempo, el nivel de precios se disparó en octubre hasta el 10,7%, marcando otro récord desde la creación del euro, según la estimación preliminar publicada este lunes por Eurostat.
España es uno de los países de la eurozona que ha registrado un frenazo económico más abrupto. Pasa de un crecimiento del 1,5% en el segundo trimestre del año (cuando nuestro país avanzaba muy por encima de la media comunitaria) al 0,2% en el tercer trimestre.
Entre las grandes economías de la eurozona, tanto Italia (0,5%) como Alemania (0,3%) crecen a mayor ritmo que España, mientras que Francia se sitúa al mismo nivel (0,2%). Los peores datos de crecimiento entre julio y septiembre corresponden a Letonia (-1,7%) y Austria y Bélgica (-0,1%).
En el conjunto de la UE, la expansión durante el tercer trimestre fue también de apenas el 0,2%, frente al 0,7% registrado entre abril y junio. Comparado con el mismo trimestre del año pasado, el PIB aumentó un 2,1% en la eurozona y un 2,4% en el conjunto de la UE.
En cuanto a la inflación, los últimos datos indican que la subida de precios todavía no ha tocado techo en la eurozona. El IPC anual se disparó hasta el 10,7% en octubre, ocho décimas más que en septiembre. Una cifra que supone un nuevo máximo desde la creación del euro y que multiplica por cinco el objetivo del 2% marcado por el Banco Central Europeo (BCE).
Los exorbitantes precios de la energía y el encarecimiento de los alimentos vuelven a ser los motores de este incremento. Pero la inflación subyacente (que excluye los componentes más volátiles como son precisamente la energía, alimentos no procesados, alcohol y tabaco) también aumenta desde el 4,8% en septiembre al 5% en octubre.
En octubre, los países con una inflación más alta volvieron a ser los bálticos: Estonia (22,4%), Letonia (22%) y Lituania (21,8%). Pero la gran sorpresa la da Italia, cuyo IPC se dispara desde el 9,4% al 12,8%.
En contraste, España (7,3%) ha pasado en tres meses de estar entre los Estados miembros con una inflación más alta al grupo de los que registran mejores cifras, casi al mismo nivel que Francia (7,1%). En Alemania, la inflación sigue subiendo desde el 10,9% en septiembre al 11,6% en octubre.
Si se analizan los principales componentes del IPC de la eurozona, la mayor subida corresponde a la energía (con una inflación anual del 41,9% frente al 40,7 en septiembre); seguida de alimentación, alcohol y tabaco (13,1% frente al 11,8% en septiembre). Pero también se aceleran los productos industriales no energéticos (6% frente al 5,5% en septiembre); y servicios (4,4% frente al 4,3% en septiembre).
Los datos de inflación y crecimiento complican enormemente la tarea del Banco Central Europeo, que la semana pasada ejecutó otra subida de tipos récord de 0,75 puntos, hasta situar el tipo general en el 2%. La presidenta, Christine Lagarde, anunció que el BCE aprobará nuevos incrementos en el precio del dinero en sus próximas reuniones, aunque admitió que cada vez es más probable una recesión en la eurozona durante el invierno.