Un termómetro situado en el cruce de la Calle Hellín con la Avenida de España marca 41º C, a 11 de julio de 2023, en Albacete.

Un termómetro situado en el cruce de la Calle Hellín con la Avenida de España marca 41º C, a 11 de julio de 2023, en Albacete. Víctor Fernández Europa Press

Macroeconomía

Las olas de calor provocan que la inflación suba entre un 1% y un 1,5% anual, según el BCE

Alimentos tan básicos como el arroz o las legumbres ha subido en junio un 21,9% y un 13%, respectivamente.

19 julio, 2023 01:42

Una ola de calor recorre Europa. El anticiclón que empuja aire muy cálido desde África al Viejo Continente, bautizado como Caronte, ha provocado la activación de avisos por altas temperaturas -de hasta 44 grados-, en media España. Pero además de elevar el mercurio, este tipo de fenómenos tienen la capacidad de incrementar la inflación: entre un 1% y un 1,5% anual hasta 2035, tal y como advierte el Banco Central Europeo (BCE).

Esa es la estimación que la institución hace del posible impacto de las olas de calor en la inflación española en un estudio elaborado por Maximilian Kotz, Friderike Kuik, Eliza Lis y Christiane Nickel. Basándose en datos de 121 países, cifran el incremento medio de los precios propiciado por el aumento de las temperaturas en entre el 0,32% y el 1,18% anual.

"A juzgar por los estudios llevados a cabo por las grandes instituciones económicas, se acepta que el calentamiento global debería tener un efecto inflacionista considerable durante los próximos años", explica Alexis Bienvenu, gestor de fondos, La Financière de l’Échiquier.

[La ola de calor Caronte asfixia a Europa: incendios en el Mediterráneo y hasta 47ºC de temperatura]

"Este riesgo, que tiene un componente estacional, resulta difícil de cuantificar y preocupa sobre todo a largo plazo, pero también se manifiesta a corto plazo", indica el mismo experto.

Teniendo en cuenta ese corto plazo, el BCE calcula que la ola de calor de 2022 aportó alrededor de un 0,7% a la inflación de los precios de los alimentos en Europa. Según las mismas estimaciones, dichos sucesos extremos deberían tener un efecto inflacionista próximo al 1% anual en 2035 o, lo que es lo mismo, un porcentaje importante de la tasa de inflación a largo plazo.

Alimentos

En España la institución considera que la subida de los precios de los alimentos asociadas a las olas de calor será de entre el 1,5% y el 2% anual durante los próximos 13 años. El incremento de las temperaturas, por tanto, puede tener un efecto severo sobre la economía de nuestro país, ya que un aumento de la inflación puede lastrar el poder adquisitivo de los consumidores.

"Si los precios de los bienes y servicios aumentan más rápidamente que los salarios, las personas pueden verse obligadas a reducir su consumo o a buscar alternativas más baratas. Esto puede tener un impacto negativo en las empresas, especialmente en aquellas que dependen del gasto del consumidor", explica Sergio Ávila, analista de IG.

[La sequía asfixia al campo español: amenaza con el cierre de explotaciones y subidas de precios de los alimentos]

La situación de España no es positiva. A pesar de que la inflación general se ha reducido por debajo del objetivo del 2% establecido por el BCE -ha sido la primera economía europea en lograrlo- la subida de los alimentos registrada en junio fue del 10,3%.

Aunque el aumento fue el más reducido desde abril de 2022, esta tasa lleva 15 meses seguidos subiendo a un ritmo de dos dígitos. Con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes a junio, el precio de alimentos tan básicos como el arroz o las legumbres ha subido un 21,9% y un 13%, respectivamente, respecto al mismo mes de 2022.

[El zumo de naranja, el azúcar o el cacao se disparan hasta un 66% e impiden la bajada del precio del desayuno]

El pan se ha encarecido un 6,1%; la carne de cerdo, un 15,7%; la leche, un 20,1%, y las patatas, un 27,8%. Aún más llamativa es la subida del aceite de oliva, del 31%, y del azúcar, de casi el 45%.

Pero el BCE no sólo ha estudiado el impacto de las olas de calor en la inflación a nivel global. También ha analizado con más detenimiento el efecto que tiene sobre la situación de los precios en las cuatro principales economías del bloque del euro: Alemania, Francia, Italia y España.

España, más sensible

Así, otro estudio de la institución, en este caso firmado por Matteo Ciccarelli, Friderike Kuik, Catalina Martínez Hernández, refleja que España es el más sensible que los mencionados países a los cambios de temperatura extremos, especialmente en verano y otoño.

La institución presidida por Christine Lagarde basa su análisis en que las olas de calor fomentan el incremento de los precios de los alimentos, al provocar una reducción de la productividad agrícola; la energía, debido a una mayor demanda para la refrigeración; los bienes industriales, por el encarecimiento de los insumos, y los servicios, por la menor productividad de la mano de obra y el alza de los alimentos y la energía.

En el caso de España, una desviación de un grado en la temperatura media mensual en verano puede incrementar el precio de los alimentos no procesados cerca de un 0,2%; un 0,1% el de los procesados, un 0,07% el coste de los servicios y no tener impacto significativo en los bienes industriales y la energía.