Nadia Calviño, sirviéndose un vaso de agua.

Nadia Calviño, sirviéndose un vaso de agua. Álvaro Ballestero / Europa Press.

Macroeconomía

El inmobiliario entra en recesión en el segundo trimestre mientras ocio, turismo y hostelería salvan al PIB

Los datos del INE indican que la economía sigue desacelándose mientras la industria y la agricultura caen a cifras negativas.  

23 septiembre, 2023 02:40

Los datos sobre la evolución de la economía española que ha dado a conocer el Instituto Nacional de Estadística (INE) este viernes se prestan a varias interpretaciones. Sí, el PIB español sigue creciendo. Pero la desaceleración de la economía es muy real. De hecho, el crecimiento se ha salvado gracias a la evolución de sectores como la hostelería, el ocio y el turismo. Sin embargo, otros han entrado en cifras negativas. Es más: el inmobiliario ha caído en la recesión técnica.

Todo ello pese a que el INE ha revisado al alza la evolución de la economía del primer semestre del año. Ha elevado una décima el crecimiento intertrimestral del PIB del periodo que va de enero a marzo (que se queda en el 0,6%) y otra décima el del segundo trimestre (que sube hasta el 0,5%). 

La tabla de salvación en el primer semestre ha estado en sectores que son viejos conocidos de la economía española: los relacionados con los bares, el turismo y el ocio. Comercio, transporte y hostelería encadenan seis meses de crecimiento, con un 2,4% y un 1,2% intertrimestrales, respectivamente. 

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Mejor salud todavía presenta el ámbito de las actividades artísticas y recreativas, es decir, el ocio. En este caso, los crecimientos son del 2,2% y del 3,1% para los dos primeros trimestres del año. 

Sin embargo, el sector inmobiliario queda lejos de esta situación. En su caso, se encadenan dos trimestres consecutivos de cifras negativas, con un 0,6% y un 3,1% intertrimestrales. Es decir, que, como se ha mencionado anteriormente, ha caído en la recesión técnica. 

Se trata de un fenómeno que se podía ver venir. La compraventa de vivienda no ha dejado de caer este año, afectada, sobre todo, por los incrementos de los tipos de interés que elevan el precio de las hipotecas. El desplome fue del 10,5% en julio, según el propio INE. 

Y todo parece indicar que el sector seguirá afectado por este fenómeno en lo que queda de año. Es en estos momentos cuando más se están trasladando a la economía real los efectos de las subidas de tipos que el Banco Central Europeo inició en julio de 2022.

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Pero el inmobiliario no es el único sector en negativo y que, por lo que parece, tiene negras perspectivas. La industria no termina de levantar cabeza. Como contó este periódico, lleva varios meses con decrecimientos de facturación. Y eso se nota en su aportación al PIB. 

Del crecimiento del primer trimestre del año (un 1,3%), la industria ha pasado a caer un 1,2% interanual. También la manufacturera, que pierde, concretamente, un 1,2%. 

Las perspectivas del sector, afectado entre otras cosas por los precios de la energía y los problemas por los que atraviesa el comercio exterior (que disminuyen los pedidos), no son buenas. Los últimos informes PMI apuntan a que el sector sufrirá nuevas contracciones este 2023. 

El negocio agrícola y ganadero tampoco se libra de las cifras negativas y registra una caída en el segundo trimestre del 2,4%. Mientras, la construcción sobrevive y se estanca en crecimientos intertrimestrales por debajo del 1%. Encadena esta situación desde la segunda mitad de 2022. 

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Más allá de los sectores, el crecimiento del PIB del primer semestre del año se ha salvado por el incremento del gasto de los hogares, de las empresas y de las Administraciones públicas. En cambio, y como ya había contado este periódico, el comercio exterior ha perdido la mayoría de su fuerza.

Pese al aumento de las exportaciones del primer trimestre (crecieron un 4,6%), en el segundo se desplomaron un 3,2%. Y, dada la marcha del comercio internacional, se espera que este declive se mantenga para lo que queda de año