En medio de esta situación, cabe recordar que la Comisión Europea ha pedido a los países miembro que retiren sus medidas contra el incremento de la inflación generado por la guerra en Ucrania cuando empiece 2024. Hacerlo tendría un efecto claro: un repunte del IPC que hará que el próximo año esté por encima del 4% con total seguridad. Sin embargo, no hacerlo llevará el déficit público por encima del 3% del PIB el próximo año. Es decir, que será superior a lo prometido a Bruselas. 

En resumidas cuenta, que el futuro Gobierno que finalmente se asiente en la Moncloa se enfrenta a un dilema. Si elimina el escudo anticrisis, como pide Bruselas, en 2024 se tendrá que enfrentar a un importante repunte de la inflación, que será crítico para una economía en plena desaceleración.

Pero, si no lo hace, el déficit público español se disparará por encima de los límites comunicados a la Comisión Europea y no se cumplirían las reglas fiscales, que deberían entrar en vigor el próximo año.  

La clave está en el importante coste que conlleva el escudo anticrisis, que está compuesto por las rebajas de los tributos asociados a la energía o los alimentos así como la limitación al precio de la bombona de butano o la bonificación del transporte público.

Más de un punto de PIB

El coste de estas medidas anualmente supera holgadamente los 14.000 millones de euros según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Más de un punto de PIB usando como referencia el de 2022. 

Es el ente dirigido por Cristina Herrero el que avisa de que el objetivo fiscal de 2024 no se cumplirá si las medidas anticrisis, y el correspondiente coste para el gasto público, se mantienen. 

[El Banco de España alerta: los precios de la energía subirán hasta un 25% y llevarán a un repunte de la inflación en 2024]

Sin embargo, el Banco de España, hace sólo una semana, ha puesto cifra a lo que ocurrirá si el escudo fiscal no se mantiene. La inflación repuntará al 4,3%, y todo ello en un entorno en el que los precios energéticos parecen lejos de haberse controlado. 

Como ya contó este periódico, el Gobierno de coalición (hoy en funciones) aún no ha decidido cuál sería el mal menor. Se considera que quedan muchas semanas, meses incluso, para tener que tomar la decisión de si se retiran las medidas anticrisis, algo que indican que no ocurrirá hasta diciembre. 

Monitorización

De hecho, aseguran que monitorizan la marcha de los precios para tomar decisiones en caso de que sea necesario hacerlo. Con todo, entre ellas no parece estar generalizar de nuevo la bonificación del combustible. La Agencia Tributaria ni siquiera habría comenzado a explorar esta posibilidad. 

Sin embargo, en breve será posible conocer alguna pista de los planes del Gobierno. En medio mes, el 15 de octubre, se cumple el plazo para que el Gobierno envíe a Bruselas la actualización del Programa de Estabilidad. En este documento tendrá que avanzar a la Comisión Europea cuáles son sus planes más inmediatos sobre el escudo anticrisis. 

Este dilema lo ha admitido, de manera indirecta, incluso el propio Partido Popular. Entre las propuestas presentadas por Alberto Núñez Feijóo durante el debate de investidura al que se ha sometido esta semana se encuentra conservar el escudo fiscal en 2024. Una propuesta desconcertante en un partido que siempre ha reclamado priorizar la disciplina fiscal.