El Eurogrupo todavía confía en un aterrizaje económico suave pese a las nuevas turbulencias geopolíticas

La eurozona sigue exhibiendo una notable "resiliencia" ante los shocks sucesivos que la han golpeado en los últimos años: la guerra de Ucrania, la crisis inflacionista, la subida sin precedentes de los tipos de interés y ahora el nuevo conflicto entre Israel y Hamás. Para el año 2024 se espera incluso un "rebote gradual de la economía".

No obstante, los riesgos económicos vuelven a cotizar al alza. "Hasta ahora, el impacto de las tensiones en Oriente Próximo en los mercados energéticos ha sido contenido, pero existe el peligro de que aumenten los precios si el conflicto se intensifica. Y, por supuesto, estas nuevas tensiones geopolítias aumentan más los riesgos y la incertidumbre", admite el comisario de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni.

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La vicepresidenta primera en funciones, Nadia Calviño, ha alertado de "un contexto internacional muy turbulento desde el punto de vista geopolítico, con conflictos que se añaden a los que ya existían en el pasado y que por tanto generan un marco de altísima incertidumbre desde el punto de vista económico".

Con este telón de fondo, la economía española "sigue destacando por la fortaleza del crecimiento, la fortaleza de la creación de empleo y la resiliencia de la inversión". Y se convertirá en el "principal motor de crecimiento" de la eurozona "no sólo en 2023 sino también en 2024", ha asegurado Calviño.

Según la primera estimación de Eurostat, el PIB de la eurozona cayó un 0,1% durante el tercer trimestre del año, frente al crecimiento del 0,2% experimentado entre abril y junio. Al mismo tiempo, la inflación de la eurozona se redujo con fuerza desde el 4,3% en septiembre al 2,9% en octubre, tras el máximo del 10,6% registrado justo hace un año. Por su parte, la tasa de paro repunta ligeramente hasta el 6,5%, pero se mantiene todavía en mínimos históricos.

"La economía se ralentiza. Es algo que sabíamos que iba a ocurrir: es necesario reducir la actividad económica para rebajar la inflación, no es una sorpresa. Pero no hay ningún signo de una gran recesión a la vista. La expectativa general es que tendremos un aterrizaje suave tras todos los shocks que hemos vivido en los últimos años", explica un alto funcionario del Eurogrupo. 

La Comisión Europea tiene previsto presentar el próximo 15 de noviembre sus tradicionales previsiones económicas de invierno. "Está claro que nos encontramos en un periodo de debilidad económica. Hemos logrado evitar una recesión, pero el crecimiento es muy lento y esperamos un rebote modesto para el año que viene", ha dicho el vicepresidente económico, Valdis Dombrovskis, a su llegada al Eurogrupo.

Buenas y malas noticias

"Tenemos buenas noticias y otras menos positivas. La buena noticia es por supuesto la inflación. La inflación se ha hundido a su nivel más bajo en dos años y todavía tenemos un mercado laboral resiliente pese a algunos signos de enfriamiento. No obstante, esto ocurre en una situación en que la economía se contrajo ligeramente en el tercer trimestre y por tanto hemos sufrido una ralentización del crecimiento a lo largo del año", explica el comisario Gentiloni.

"Es un poco pronto para saber qué tipo de aterrizaje tendremos. De momento, lo que está claro es que hemos evitado una recesión severa, y podríamos esquivar cualquier tipo de recesión. Pero todavía tenemos cifras de crecimiento muy bajas. Aún no hemos llegado al momento de reiniciar el crecimiento, que creemos que llegará el año que viene", ha avisado el comisario de Asuntos Económicos.