Nubarrones a futuro: el alto gasto público y un moderado crecimiento del PIB complican la sostenibilidad de la deuda
Diversas instituciones y expertos señalan, tras unos años de acelerada reducción de la deuda por el empuje de la economía, esta se estancará.
14 abril, 2024 03:52Las previsiones de la economía española a corto plazo son positivas, especialmente si se comparan con las del resto de socios de la Unión Europea (UE). Sin embargo, a medio plazo se ciernen nubes negras sobre la situación de España, principalmente en lo que se refiere a la sostenibilidad de la deuda pública. Con un avance económico cada vez más modesto y un gasto público elevado, la reducción del déficit se compromete, más todavía, al partir de una situación de elevado endeudamiento.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha mejorado en cuatro décimas su previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB), situando el avance de la economía española este curso en el 1,9%. Por su parte, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha hecho lo propio y estima que el crecimiento será del 2%, mientras que el déficit se reducirá al 3%, continuando así la senda de reducción de la deuda pública.
Sin embargo, ni el pujante del crecimiento económico ni el desapalancamiento del Estado se mantendrán a medio plazo. Las previsiones apuntan a una moderación en el crecimiento del PIB tras 2025 que, en última instancia, impedirá que la deuda siga en esa senda descendiente. Así, se estancaría por encima del 100% del PIB.
"El tirón a corto plazo de la economía es evidente, pero el problema está en nuestra capacidad para reducir la deuda más allá", explica Raymond Torres, director de Coyuntura de Funcas, en una conversación con EL ESPAÑOL-Invertia. El fuerte descenso de la deuda pública respecto al PIB de los últimos años, señala, es "un poco engañoso", en tanto que responde "al efecto rebote del crecimiento económico después de la pandemia" y a la inflación.
De acuerdo con las previsiones de la AIReF, el déficit de todas las Administraciones públicas caerá una décima en 2025, hasta el 2,9%, pero después volverá a situarse por encima del 3% hasta 2028. En cualquier caso, la institución advierte del riesgo de incumplir todos los años las reglas fiscales europeas. En la misma línea, la deuda se asentaría por encima del 104%.
"Tenemos un agujero presupuestario que ya es básicamente estructural", advierte Torres. Sin embargo, considera que no será necesario realizar ajustes "muy severos", siempre y cuando España se mantenga en la senda del crecimiento económico. Y para que eso sea así, apunta, "la clave está en la inversión".
"Si conseguimos desatascar la inversión empresarial, es factible que con ajustes relativamente cómodos y leves podamos cumplir con ese objetivo de reducción de deuda pública", asegura el director de Coyuntura de Funcas. Este año y el próximo representan una ventana de oportunidad en ese sentido, por ser años de crecimiento y de despliegue de los fondos Next Generation.
Inversión privada
En su informe tras visitar España, el Fondo Monetario Internacional advierte de la "debilidad persistente" de la inversión privada en España. Aunque apunta igualmente que este y el próximo curso representan una oportunidad para el país, en tanto en cuanto las condiciones financieras se relajarán -con la presumible bajada de los tipos de interés- y se siga ejecutando el Plan de Recuperación.
La AIReF también señala en su informe la importancia de esta magnitud para mantener el crecimiento en los últimos años. "Es necesario que se produzca esta recuperación de la inversión", aseveró este jueves Cristina Herrero, presidenta de esta institución. Según su informe, España es, junto a Alemania, el país con peor comportamiento de esta variable, con la diferencia de que el país germano vive una recesión técnica y, a futuro, presenta una deuda pública mucho más reducida que la española.
Así, impulsar la inversión privada -toda vez que se estima que la pública perderá empuje tras unos años grandes desembolsos del Estado- se identifica como un imperativo para la buena marcha de la economía. "Si no lo conseguimos, será muy difícil tener un crecimiento muy alto. Por tanto, será más complicado sin ajustes severos cumplir con los objetivos de Bruselas", zanja Raymond Torres.
El director de Coyuntura de Funcas destaca, más allá de las inversiones del Plan de Recuperación, aquellas ligadas a sectores como las energías renovables o el vehículo eléctrico y la inversión residencial. De esta última, recuerda que todavía está presente la "memoria traumática de la crisis financiera", de manera que hay que conseguir ese nuevo impulso del ladrillo "sin caer en los defectos" del pasado.
"Vulnerabilidad"
"El nuevo ciclo monetario unido al elevado nivel de deuda existente sitúa la sostenibilidad de las finanzas públicas en un punto de partida de vulnerabilidad", alerta la AIReF en su último informe. Ante esto, el organismo reclama un programa de consolidación fiscal a medio plazo, en la misma línea que el Fondo Monetario Internacional.
Tras su visita a España, el Fondo señala que "con un nivel por encima del 107% del PIB, la deuda continúa siendo elevada y el espacio fiscal es limitado". A medio plazo, una vez se moderen el crecimiento, la inflación y los ingresos, "el déficit fiscal y la deuda pública se estabilizarían en torno a 3% y 104% del PIB, respectivamente".
Siempre y cuando no haya unos ajustes cuya severidad, como señala Raymond Torres, dependerá de la capacidad de la economía para seguir creciendo. Tanto la AIReF como el FMI estiman los posibles ajustes en los 0,6 puntos porcentuales del PIB cada año. O lo que es lo mismo, sugieren ajustes presupuestarios por valor de cerca de 10.000 millones de euros de aquí a los próximos cuatro años.
Ajustes que pueden llegar vía ingresos, gastos o ambos. El FMI ya ha criticado parte del entramado impositivo español y propone, entre otras medidas, suprimir las deducciones de IVA y armonizar sus tipos. El control de los gastos, de hecho, se atisba más complejo a medio plazo, por los mayores desembolsos que comporta el envejecimiento de la población.
Y es que, precisamente, la Autoridad Independiente de Autoridad Fiscal advierte de que España incumple ya desde este año la regla de gasto para el conjunto de las Administraciones públicas. De hecho, estima un crecimiento del gasto primario neto de medidas de ingresos del 4%, por lo que se incumplirá la recomendación específica para España, que limita el crecimiento de este gasto al 2,6%.
Es decir, en este momento España se situaría en una mala posición de salida tanto para cumplir con las nuevas reglas fiscales europeas como con la propia regla de gasto nacional. Así, y ya en este 2024, esa regla la incumplirían la Administración Central y todas las comunidades autónomas.