Una pareja compra en una charcutería en un mercado.

Una pareja compra en una charcutería en un mercado. Eduardo Parra Europa Press Madrid

Macroeconomía

Las subidas de impuestos del último año explican casi el 20% de la inflación en abril

Sin cambios en la fiscalidad, los precios de electricidad habrían caído un 3,9%; en cambio, su coste ha aumentado un 10,2%.

15 mayo, 2024 01:48

La inflación repuntó al 3,3% en abril, una décima más que en el mes anterior. De esa tasa general del Índice de Precios de Consumo (IPC), seis décimas -el 18,2%- se explican por las subidas de impuestos experimentadas en el último año. O lo que es lo mismo, si se excluyen las últimas variaciones de impuestos, el encarecimiento de la cesta de la compra se habría reducido al 2,7%.

La comparación entre la tasa general del IPC y la tasa a impuestos constantes arroja esa diferencia, la cual se incrementa en el caso de los productos energéticos, cuya fiscalidad estuvo bonificada el pasado año y en los primeros meses de este curso.

Los precios de la vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles crecieron un 4% en abril respecto al mismo mes de 2024. Sin cambios en los impuestos, los precios habrían descendido un 1%.

IPC real IPC a impuestos constantes Diferencia
Tasa general 3,3% 2,7% 0,6 pp
Vivienda, agua, electricidad, gas y combustibles 4% -1% 5 pp
Productos energéticos 5% -1,2% 6,2 pp
Electricidad 10,2% -3,9% 14,1 pp
Gas natural -6,2% -18,6% 12,4 pp

El diferencial se amplía en el caso de analizarse esos productos energéticos más en detalle. En concreto, su precio se encareció un 5% en el último año, mientras que a impuestos constantes habría experimentado una rebaja del 1,2%. En el caso de la electricidad, su precio ha crecido un 10,2% en lugar de caer un 3,9% si su fiscalidad no hubiera experimentado cambios.

Ocurre lo mismo para la subida de precios en lo que va de año. La tasa general de IPC se situó en el 1,9% hasta abril, seis décimas más que la tasa a impuestos constantes. Y la mayor diferencia se encuentra de nuevo en el gas y la electricidad: sin cambios en la fiscalidad, su precio habría caído un 3% y un 3,4%, respectivamente; sin embargo, se han encarecido un 11,8% y un 10,7% en cuatro meses.

La clave está en las rebajas fiscales que se aplicaron para paliar los efectos económicos de la guerra en Ucrania, especialmente las rebajas sobre las tarifas de la electricidad, el gas y otros combustibles. Una vez que los precios se han ido normalizando, el Gobierno ha levantado paulatinamente las medidas de alivio a las familias. No obstante, su retirada tiene un efecto inmediato en los precios finales que paga el consumidor.

Como puede observarse en el gráfico, el avance real de los precios en los primeros cuatro meses corresponde mayormente con el avance que habrían experimentado a impuestos constantes. La brecha, sin embargo, aparece junto con el componente energético.

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El principal cambio normativo respecto a los precios de la electricidad en los últimos meses ha sido la vuelta del Impuesto Sobre el Valor Añadido (IVA) al 21%. En junio de 2021, el Gobierno lo rebajó al 10%, y luego al 5% en julio de 2022. Sin embargo, la caída de los precios energéticos justificó su recuperación al 10% a partir del 1 de enero de 2024 y, desde marzo de este año, se sitúa nuevamente en el 21%.

Ese cambio en el IVA es el que explica la subida que registra el INE pese a que el precio en el mercado mayorista haya estado varios días cerca de los cero euros. Con el gas ha ocurrido algo similar. Desde octubre de 2022 su IVA se redujo al 5%, pero a partir del pasado mes de abril volvió al 21%.

Alimentos

Donde todavía se mantienen las rebajas impositivas es en el precio de los alimentos, las cuales estarán vigentes hasta el 30 de junio. Aunque a fines de 2023 se cumplieron las condiciones para que esta medida de alivio decayera, el Gobierno decidió mantenerlo otros seis meses.

Con todo, es precisamente el grupo de los alimentos uno de los que registró la mayor subida de precios entre abril de 2023 y el mismo mes de este curso. En concreto, los alimentos y bebidas no alcohólicas se encarecieron un 4,7%. Dentro de este grupo, destaca un mes más la subida del precio del aceite de oliva, que se elevó hasta el 68,1%.