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Edificio del Banco de España Europa Press

Macroeconomía

El BdE mejora cuatro décimas su previsión de crecimiento para este año hasta el 2,3% y estima una inflación del 3%

Las devoluciones a mutualistas y la sentencia contra el Impuesto de Sociedades de Montoro pueden sumar al déficit 0,2 puntos de PIB en 2024.

11 junio, 2024 13:00

El Banco de España ha mejorado en cuatro décimas su previsión de crecimiento del PIB este año, hasta el 2,3%. El regulador se suma así a las revisiones al alza, tal y como anunciara el ya exgobernador Pablo Hernández de Cos en su despedida en el Congreso de los Diputados. Sin embargo, también ha elevado su previsión de inflación en tres décimas, hasta el 3%.

La actualización de las proyecciones macroeconómicas que acompañan al nuevo Informe Trimestral del Banco de España mejoran, en términos generales, el escenario planteado en marzo. La actualización del crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) al 2,3% se debe al fuerte crecimiento del primer trimestre (0,7%), impulsado por las exportaciones de servicios turísticos, que crecieron un 19% entre enero y marzo.

Según ha explicado Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del Banco de España, la actividad económica entre abril y junio "probablemente mantenga un dinamismo similar" al de los tres primeros meses del año. Así, el avance para el segundo trimestre se estima en el 0,5%.

Ese crecimiento se moderará en los próximos años —al 1,9% en 2025 y al 1,7% en 2026—, aunque se mantienen las mismas previsiones, lo que a la postre mejora el incremento acumulado al fin del trienio.

Asimismo, se espera que la demanda interna sea el principal motor de la actividad, con un consumo privado creciente y una recuperación de la inversión. Mientras, la contribución del sector exterior al crecimiento se moderará en 2024 y será prácticamente nula en 2025 y 2026.

No obstante, la inflación general se revisa al alza para los tres años analizados. Será del 3% este año, del 2% el próximo y del 1,8% en 2026. Esa mayor estimación se explica a los mayores precios de la energía y una mayor persistencia de la inflación subyacente, especialmente en los servicios. Mientras, la tasa subyacente será del 1,9% este curso y los dos siguientes.

"Continua el proceso desinflacionario, pero a menor ritmo que en 2023. Es algo que ya era esperado porque en 2023 se produjo de manera muy intensa por el efecto base en los precios de la energía. Pero en los últimos meses en algunas economías vemos que el proceso desinflacionario se está moderando un poco más", ha señalado Ángel Gavilán.

Fachada del Banco de España.

Fachada del Banco de España. Roberto Ordúñez Madrid

El regulador espera que la inflación de los alimentos se desacelere, aunque con altibajos debido a factores como la reversión de la rebaja del IVA; será del 4,5% este año y ya del 2,3% en 2025.

Respecto a la evolución del mercado laboral, se prevé que la creación de empleo continúe, aunque a un ritmo menor, y que la tasa de paro siga disminuyendo, aunque seguirá por encima del 11% en 2026. En concreto, el desempleo cerrará el presente curso en el 11,6% (misma previsión que en marzo), en el 11,3% en 2025 y en el 11,2% al siguiente.

Por su parte, la deuda pública se reducirá este año, hasta el 105,8%, pero volverá a crecer en los ejercicios posteriores. Y es que el regulador considera que España no cumplirá a corto plazo el objetivo de déficit del 3%: será del 3,3% en 2024, del 3,1% el próximo año y del 3,2% en 2026. Para Gavilán, la situación de las cuentas públicas es el "desequilibrio estructural".

"Destacan los riesgos asociados a la reactivación de las reglas fiscales a escala europea. En particular, el cumplimiento de dichas reglas requerirá del diseño y la ejecución de un plan de consolidación fiscal a medio plazo que permita una corrección del déficit público estructural más acusada", reza el informe del regulador.

Afectación al déficit

El Banco de España señala que las recientes decisiones judiciales sobre deducciones en el IRPF para algunos mutualistas y la inconstitucionalidad de ciertas disposiciones del Impuesto de Sociedades —aprobadas con el popular Cristóbal Montoro como ministro de Hacienda— han creado nuevas obligaciones de gasto para el Estado.

En conjunto, podrían aumentar el déficit público en aproximadamente 0,2 puntos porcentuales del PIB en 2024. No se contempla, por ser reciente, el efecto de la sentencia del TJUE que declara ilegal el tramo autonómico del impuesto sobre hidrocarburos.

Por su parte, la extensión de los gravámenes temporales a las empresas energéticas y las entidades financieras tiene un impacto mixto en las cuentas públicas. Según el regulador, esta medida, junto con otros ajustes menores, contribuirá a una reducción del déficit de 0,1 puntos porcentuales del PIB en 2025, pero también se espera un aumento de la misma magnitud en 2026.

La incertidumbre en torno a la conversión de estos gravámenes en permanentes añade un elemento de imprevisibilidad a las proyecciones fiscales a largo plazo. De ahí que el Banco de España no hayan incluido los dos anteriores supuestos en las previsiones de déficit.

"Más buenas noticias"

Fuentes del Ministerio de Economía han valorado la mejora de las previsiones del Banco de España, destacando que ya se encuentran por encima de las del Gobierno. Asimismo, resaltan que "uno de los principales ejes" del crecimiento es el dinamismo del mercado laboral, así como el buen comportamiento del consumo de los hogares.

"Más buenas noticias: El Banco de España (BdE) se une a los organismos nacionales e internacionales que en las últimas semanas están mejorando sus estimaciones sobre la evolución esperada de la economía española", apuntan esas fuentes. Y pese a la peor previsión de la inflación, desde Economía destacan su "senda de reducción sostenida".