Las empresas españolas se juegan más de 500 millones de euros en inversiones en las elecciones de Venezuela

Hay mucho en juego en estos comicios, que contarán con observadores internacionales para vigilar su legalidad. Pero no serán ellos los únicos que estarán vigilantes ante el proceso electoral. También prestarán especial atención las más de 120 empresas españolas presentes en Venezuela, donde han invertido más de 500 millones de euros. 

Así lo indican los datos del ICEX. Concretamente, el stock de inversión español en Venezuela supera los 508 millones de euros. La amplia mayoría de estas inversiones españolas son en el ámbito de los hidrocarburos (petróleo y gas) y servicios financieros. De hecho, estos dos ámbitos suponen más de la mitad de las empresas hispanas en el país americano.

El candidato a la presidencia de Venezuela, Edmundo González Urrutia, saluda en el cierre de su campaña este jueves, en Caracas (Venezuela) Ronald Peña R. EFE

Con todo, la propia institución dependiente al Ministerio de Economía, Comercio y Turismo avisa de que esta información no ha podido actualizarse desde 2021, dada la escasa información económica que hay en Venezuela. De hecho, Caracas no publica la mayoría de las cifras macroeconómicas desde 2018. 

Gran parte del Ibex está presente en Venezuela. Entidades como BBVA, Acciona, Mapfre, Repsol, Grupo Prisa (a través de Santillana), Air Europa o Iberia operan allí. Una de las últimas en volver (tras un periodo de suma inseguridad e inestabilidad que le obligó a dejar sus negocios en el país latinoamericano) es Inditex, que este mismo año ha abierto una tienda en el centro de Caracas. 

De lo que sí hay estadísticas prácticamente inmediatas es del stock de inversión venezolano en España, información recabada en marzo de este mismo año. La cantidad, casi triplica la inversión española en tierras venezolanas: supera ampliamente los 1.400 milones de euros. 

Llama la atención el sector en el que están estas inversiones: la fabricación de productos farmacéuticos.

En materia de exportaciones, España ocupa un papel relevante para Venezuela. Es su tercer mejor cliente, con compras anuales (en 2023) valoradas en más de 724 millones de dólares, sólo por detrás de Estados Unidos y de China. Casi todas de combustibles y lubricantes. 

En cambio, en las importaciones venezolanas, España juega un papel más bien residual. Venezuela sólo adquiere productos españoles por unos 155 millones de euros, la mayoría de maquinaria y de materiales químicos. En este sentido, los principales proveedores de Venezuela son China, Estados Unidos y Brasil. 

Las encuestas más fiables (como las de Delphos) dan como favorito a ganar al opositor Edmundo González. Su política económica es clara: abrir los mercados apostando por dar más libertad a las empresas. 

Todo ello con moderación. Durante la campaña electoral ha afirmado que no abordará una desregulación total de la economía o apartará al Estado de forma radical. Defenderá la moderación y el reencuentro, si es elegido presidente de Venezuela, ha afirmado.  

En una entrevista concedida a El País, ha concretado que mantendrá "las empresas estatales que funcionen". Eso sí: "Tendremos que buscar ayuda para impulsar proyectos rezagados, y el Estado no tiene por qué estar metido en todo, administrando hoteles o líneas de taxi. Hay que ampliar la participación del sector privado". 

En el otro lado de este tablero está Nicolás Maduro. Sus recetas económicas son ya conocidas: insiste en su apuesta por proteger la soberanía venezolana sobre los recursos nacionales, aunque durante la campaña ha movido ficha para mejorar su imagen de cara a los inversores extranjeros. Estadounidenses incluidos. 

Con todo, no hay que olvidar lo ocurrido en Venezuela en los últimos diez años, periodo que coincide con la presidencia de líder chavista. Más de la mitad de este periodo ha estado protagonizado por una crisis económica que ha llevado a progresivos desplomes del PIB, tocando suelo en 2019 con una caída del 27,7% (excluyendo 2020, por el efecto de la pandemia), según el Fondo Monetario Internacional (FMI).

También ha sido un periodo en el que la inflación, y la hiperinflación, han sido tristes protagonistas. Las subidas de precios se dispararon al 130.000% anual en 2018.

Movimientos migratorios

Dicha crisis ha llevado a una huida masiva de la población en busca de mejores condiciones de vida. Según Acnur, la Agencia de la ONU para los refugiados, más de 7,7 millones de venezolanos han salido del país por estas circunstancias, prácticamente el 19% de su población. 

Con todo, parece que la situación económica registra una leve mejoría. A día de hoy, en 2024, el FMI espera que la inflación se contenga al 160% acompañada de una mejora del PIB del 4% (uno de los crecimientos económicos en Latinoamérica).  

Más allá de estos datos, son muchos los interrogantes de cara a las elecciones del domingo. Incluido de si el régimen de Maduro reconocería una victoria y se apartaría del poder. La respuesta está en las urnas... y en los acontecimientos que les sigan.