Según ha podido saber EL ESPAÑOL-Invertia, el Ejecutivo confía poder subir el pronóstico de subida de PIB del 2,4% actual al 3%. Una considerable mejora que tiene que ver con la buena salud que está mostrando la economía española. 

Así, el PIB no da muestras de agotamiento. Es más: si el impulso del PIB fuera de cero en los próximos meses, con lo crecido en la primera mitad del año ya se habría cumplido la previsión del 2,4% para 2024. 

Y es que el PIB se está viendo impulsado por dos factores: el consumo de los hogares (que creció un 0,3% trimestral y un 2,3% anual) empujado por el crecimiento del empleo, y las exportaciones, que aumentaron un 1,2% trimestral y un 3,6% anual. 

De hecho, ha sido la demanda externa la que más ha aportado a la mejora del PIB en los últimos meses. De las ocho décimas de crecimiento, cinco corresponden a las exportaciones y el resto a la demanda interna. 

Hay un avance trimestral en la inversión en bienes de equipo y vivienda, con avances del 1,5% y el 1,2%, respectivamente.

Con todo, respecto al trimestre anterior, la inversión empresarial aumentó un 0,9%, bastante por debajo del 2,6% del primer trimestre del año. Mientras, la inversión en vivienda creció un 1,3%, también por debajo del 2,8% que tuvo lugar entre enero y marzo.

En cuanto a los sectores, es el de la industria manufacturera el que más crece, con un repunte del 5,6% respecto al año anterior. En términos intertrimestrales, la industria fue el único sector que descendió (-1,2%). Por el contrario, los servicios crecieron un 0,9%; la industria, un 0,4%; y la construcción, un 0,1%.

Con datos que hay disponibles en Eurostat, España fue la tercera economía en la que más creció el PIB entre abril y junio, sólo superada por el incremento del 1,2% en Irlanda y del 0,9% en Lituania.

Desde 2022 es habitual que las casas de análisis económico e instituciones como el Banco de España hayan tenido que corregir sus previsiones de PIB al alza debido a la buena marcha de la economía española, motivada por la demanda interna sobre todo. 

Incluso el Gobierno se vio sorprendido en 2023, cuando la economía creció un 2,5%, por encima de los pronósticos gubernamentales. 

Poder adquisitivo

Con todo, la buena marcha de la economía no se tiene por qué traducir, automáticamente, en una mejora de las condiciones de vida de la población. Los españoles están muy lejos de recuperar el poder adquisitivo durante las últimas crisis. 

De hecho, según datos de la OCDE, los salarios reales de los españoles han caído un 2,5% desde 2019 y, pese a las notables mejoras del mercado laboral, el pluriempleo (un indicativo de precariedad) está en cifras históricas.