"Nos estamos quedando cada vez más pequeños en relación a los desafíos a los que nos enfrentamos. Por primera vez desde la Guerra Fría, debemos temer sinceramente por nuestra propia supervivencia. Y la razón para una respuesta unificada nunca ha sido tan convincente. Confío en que en nuestra unidad encontraremos la fuerza para hacer reformas", alertó Draghi durante la presentación de su esperado informe sobre cómo revivir la competitividad de la economía europea.

El expresidente del Banco Central Europeo (BCE) desgrana a lo largo de 400 páginas un total de 170 medidas cuyo objetivo es evitar que la UE se quede descolgada respecto a EEUU y China.

Un completo plan de acción cuya puesta en práctica exigirá movilizar una inversión extra de 800.000 millones de euros al año (equivalente a casi el 5% del PIB). Draghi sostiene que la iniciativa privada no será capaz de financiar esta estrategia en solitario y propone institucionalizar la emisión de eurobonos, siguiendo el ejemplo de los fondos Next Generation. Alemania, Países Bajos y los frugales están en contra de una nueva emisión de deuda conjunta.

¿Cuáles son los factores que explican que la UE se haya quedado atrás en comparación con EEUU en los últimos 20 años? El principal problema es la debilidad de la UE en el sector de las tecnologías emergentes: sólo 4 de las 50 mayores tecnológicas del mundo son europeas. Mientras que en Europa el ranking de los tres mayores inversores en I+D ha estado dominado por fabricantes de coches durante los últimos 20 años, en Estados Unidos ha habido un cambio radical: a principios de los 2000 la clasificación la copaban el sector automovilístico y el farmacéutico, pero ahora todos los puestos los ocupan las tecnológicas.

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Además de la brecha tecnológica, el segundo gran escollo que coloca a las empresas europeas en situación de desventaja son los precios de la energía.

Aunque la factura se ha reducido considerablemente desde los picos alcanzados en 2022, las empresas europeas todavía se enfrentan a precios de la electricidad que son dos o tres veces mayores que en EEUU. Por su parte, los precios del gas natural son hasta cuatro o cinco veces más altos. De ahí que el sector de la energía y el de las telecos encabezan el listado de reformas que plantea Draghi.

Energía

El primer objetivo clave para el sector energético es reducir el coste de la factura para los usuarios finales. Para ello, entre otras medidas, propone aplicar fórmulas fiscales. 

Concretamente, el texto recoge "reducir y nivelar el campo de juego de la tributación energética y utilizar estratégicamente medidas tributarias para reducir el coste de la energía", indica el texto. 

Mario Draghi entrega a Ursula von der Leyen su esperado informe sobre la competitividad de la UE Reuters

Para ello, Draghi apuesta por acotar un "nivel máximo común de recargos, incluidos los diferentes impuestos, tasas y cargos de red, en toda la UE" entre otras medidas. 

Por otro lado, dado que el gas natural seguirá siendo una parte importante de la cesta energética a medio plazo, el economista italiano recomienda reforzar las compras conjuntas (al menos para el GNL) con el fin de aprovechar el poder de mercado de Europa, así como establecer asociaciones a largo plazo con socios comerciales fiables y diversificados.

En segundo lugar, el informe apuesta por acelerar y profundizar la puesta en práctica de la recién aprobada reforma del mercado eléctrico europeo.

El objetivo debe ser evitar que sean los combustibles fósiles los que determinen el precio de la electricidad, en detrimento de las más baratas energías renovables y nuclear. Para ello, Draghi reclama extender progresivamente los contratos a largo plazo a todos los activos renovables y nucleares de manera armonizada.

Telecos

El informe recomienda facilitar la consolidación en el sector de las telecomunicaciones con el fin de generar mayores tasas de inversión en conectividad. Actualmente en la UE existen 34 grupos de operadores de telefonía móvil con red propia, frente a los tres de EEUU y cuatro de China. Una fragmentación que es gran parte consecuencia de una política poco favorable a la consolidación.

El primer paso sería definir los mercados de telecomunicaciones a nivel de la UE, en lugar de a nivel de los Estados miembros. A la hora de autorizar fusiones, Bruselas debe dar más peso a los compromisos en materia de innovación e inversión.

Draghi apuesta además por reducir la regulación ex ante, en favor de una aplicación más enérgica de las reglas de competencia cuando hay abuso de posición dominante.

También propone armonizar las normas y los procesos de concesión de licencias de espectro en toda la UE. Finalmente, el informe defiende establecer algún tipo de mecanismo para que las grandes plataformas paguen a las operadoras por el uso de la red.

Defensa

La industria europea de defensa no sólo sufre de un menor gasto, sino también de una falta de foco en el desarrollo energético. Además, está fragmentada, lo que limita su escala y obstaculiza la eficacia operativa sobre el terreno.

Un problema que ha salido a la luz durante la guerra en Ucrania: sólo en el caso de la artillería de 155 mm, los Estados miembros han suministrado a Kiev hasta diez tipos diferentes de obuses.

Otro ejemplo es el de los carros de combate: los países de la UE operan doce tipos diferentes, mientras que EEUU produce sólo uno.

En ausencia de un gasto europeo común, Draghi recomienda centrar todos los esfuerzos en aumentar la cuota de compras conjuntas de armamento por parte de los Estados miembros que así lo deseen.

La otra prioridad debe ser facilitar la integración y la consolidación transfronteriza de los activos industriales de defensa, relajando las reglas de competencia si es necesario.

Finalmente, el informe apuesta por reforzar la cooperación y la puesta en común de recursos a nivel de la UE para la I+D de defensa.

Automóvil

La UE debe desarrollar un plan de acción industrial para el sector del automóvil como parte de su estrategia de descarbonización.

A corto plazo, el principal objetivo para el sector debería ser evitar una deslocalización radical de la producción fuera de la UE, o la rápida absorción de plantas y empresas comunitarias por productores extranjeros subvencionados. En este sentido, Draghi respalda los recargos arancelarios que Bruselas ha impuesto a los coches eléctricos chinos.

José Luis Cano

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De cara al futuro, el informe recomienda que la UE desarrolle una hoja de ruta que tenga en cuenta la convergencia horizontal (es decir, electrificación, digitalización y circularidad) y la convergencia vertical (materias primas críticas, baterías, transporte e infraestructura de carga) de las cadenas de valor en el ecosistema de la automoción.

Como parte de este plan de acción, Bruselas debería plantearse subvencionar proyectos de interés común europeo en el sector del coche. Una política digital coherente, que abarque el ecosistema de datos, debería respaldar estos avances.

Medicamentos

Por otro lado, la UE está perdiendo terreno en los segmentos más dinámicos del sector farmacéutico, que tiene una "importancia geoestratégica" como demostró la pandemia. 

De los diez medicamentos biológicos más vendidos en Europa en 2022, dos fueron comercializados por empresas de la UE, mientras que seis (incluidos los cuatro primeros) fueron comercializados por empresas con sede en EEUU.

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Se observa una clara caída de la cuota de mercado de las farmacéuticas de la UE, mientras que la de las empresas norteamericanas aumenta.

Entre los factores que explican este declive se encuentan una menor inversión pública y privada en I+D, que además está fragmentada; la lentitud y complejidad en la aprobación de nuevos medicamentos; o los 27 procedimientos diferentes para decidir sobre los precios nacionales y los reembolsos. El informe Draghi plantea actuar en todos los frentes, con un particular énfasis en facilitar los ensayos clínicos multipaís en la UE y acelerar el acceso al mercado de los fármacos.